29. Perdón.

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—P-Puedo... ¿Puedo pedirte otra cosa antes de que regresemos?

—¿Qué cosa?

—Hum... —Vaciló jugando con sus manos— ¿Te puedo dar un abrazo?

Él sonrió y extendió los brazos a los costados, indicándole la afirmación. Los ojos de la inhumana parecieron brillar por unos segundos, en los cuales le tomó reaccionar. Rápidamente se arrojó hacia su amigo como lo había hecho unos días antes, arrojando sus delgados brazos al cuello del chico, siendo recibida en un tierno abrazo que pareció tocarle el corazón. El saiyajin, de manera inesperada, le dio un débil golpecillo en la nuca.

—¡Oye! —Se quejó sin atreverse a soltarle o mirarle.

—Eso es por invadir mi espacio personal.

—Tonto... —Sonrió.

Rápidamente un nudo se le formó en la garganta, tragó saliva, pero este parecía resistirse a deshacerse. Solo le quedaba intentar no soltar en llanto, pero le era imposible. Apoyó la frente en el hombro del pelilaceo y se aferró a su ropa tratando de encontrar la fuerza para reprimir ese sentimiento del cual ya estaba cansada.

Trunks pudo sentir como el cuerpo de la pelinegra temblaba y su respiración empezaba a dificultarse. Comenzó a preocuparse, pero todo se calmó cuando la escuchó sollozar débilmente, casi como si temiera ser escuchada (y es que era así). Reforzó el abrazo para intentar tranquilizarla y tranquilizarse a sí mismo, pues sentía que también lo comenzaba a embriagar esa misma tristeza que ella sentía.

Un minuto. Casi un minuto fue la duración de aquel abrazo entre ambos. El hibrido no se atrevió a hacer ningún acto, hasta que notó que su amiga comenzaba a limpiarse el rostro y separarse de él.

—¿Estas bien? —Se atrevió a preguntar al tenerla de frente y verla con las manos en la cara.

—Sí —Respondió frotándose los ojos—. Va-Vayamos con tu madre —Sorbió por la nariz—. Debe estar preocupada.

Se levantó para mirar como seguía sentada, mirando la nada, le extendió la mano pues no podía dejar de lado que ella aun podía estar débil. Ella aceptó la ayuda. Eso, la hizo tomarse la libertad de sujetarle del brazo, a modo de apoyo, por lo que dobló el codo dejando que se acomodara a su lado.

—¿Puedes caminar?

—Si no pudiera, ¿Cómo crees que hubiera llegado hasta acá?

—Ya puedes volar, ¿no?

—Oh, cierto.

Salieron de aquel sitio para caminar de regreso a aquella casa en forma de media luna. Sus pasos eran lentos pero no demasiado, eran similares a la caminata de una pareja de novios. Ambos, cerca uno del otro, dando los mismos pasos, yendo en la misma dirección y disfrutando de la presencia del otro a pesar del silencio del mundo exterior; sin embargo, no miraban lo mismo y la chica lo notó al girar hacia él y ver como este desviaba la mirada rápidamente.

—¿Qué tanto me miras? —Habló confundida.

—Na-Nada —Habló rápido y nervioso.

—Hum... —Volvió la mirada al frente.

—¿Quieres hablar de algo?

—¿Cómo qué?

—No lo sé —Desvío la mirada—, de ti quizá.

—Creo que ya te he dicho muchas cosas sobre mí. A menos que quieras saber algo a detalle.

—¿Por qué tienes esa cicatriz?

Al instante la chica se sonrojo debido a que aquella marca en su piel iniciaba en su cuello del lado izquierdo, pero bajaba hasta un poco más de su pecho.

Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora