Miré a mi alrededor desconcertada. Aquel enorme árbol que había visto a veces en parpadeos, parecía devolverme la mirada. Ocupaba el puesto central en una enorme plaza hexagonal, rodeado de zonas verdes. Aunque no había más árboles que le hicieran sombra.
Tuve que convencerme para apartar la vista de él, porque parecía que me llamaba. Mi misión era protegerlo con mi vida. Así que era muy difícil dejar de prestarle atención. Cogí aire y busqué alrededor a alguien que me ayudase a entender por qué volvía a estar allí.
Porque había estado antes, eso lo sabía. Toda mi vida. Aquel lugar era mi hogar, el único que tuve.
Paseando por los caminos de piedra, delimitados por verdes plantas, había gente con túnicas rojas. Se movían con velocidad, de dos en dos, como si tuvieran prisa por llegar a su lugar. Traté de parar a uno, pero al apoyar la mano sobre su brazo, lo atravesé como si yo fuera humo.
—No... —murmuré asustada.
¿Qué me pasaba?
Caminé hacia el árbol, porque era lo único que tenía sentido allí. La razón de mi existencia. Proteger el Aprelic con mi vida... Aquellas palabras parecían resonar una y otra vez en mi cabeza.
Y entonces me vi. Fue tan raro que al principio no me reconocí. Estaba parada junto al árbol, escondida entre las sombras que proyectaba. No lo tocaba. De hecho, tenía ambos puños cerrados con fuerza a los lados de mi cuerpo. Además, llevaba una capucha que no me impidió reconocerme y una túnica tan roja como la del resto.
Por un segundo, pensé que mi otro yo me había mirado. Pero vigilaba alrededor con ojo crítico. Con intensidad. Protegía el árbol con mi vida y daba todo de mí para que no le pasase nada.
—¿Qué está pasando? —pregunté al aire.
Tenía miedo y estaba perdida. ¿Qué significaba todo aquello? ¿Por qué podía verme a mí misma? Acaso... ¿estaba muerta? ¿Así era la muerte? ¿Tendría que ver mi vida continuamente sin poder interceder?
—Lo siento. —Una voz a mi espalda me hizo girarme en su búsqueda.
—Eres Arkra.
No era una pregunta, reconocí al hombre y todo lo pasado en Morkvald volvió de golpe a mi cabeza. ¿Cómo había podido olvidarlo? ¿Werner me había matado?
—Sí. Lo soy. Siento la confusión. Tu cabeza es muy compleja —se disculpó—. Ya te habían alterado tanto los recuerdos antes de que te transformasen en vampiro, que hay callejones y recovecos que me están ralentizando mucho.
—¿Ralentizando? —pregunté desconcertada.
—Debes recordar...
Caminó a mi lado, acercándose al árbol y apoyó un par de dedos encima. No, solo los acercó, me costó verlo porque me cubría con su cuerpo grande, pero no llegó a tocarlo.
—¿El qué?
—Todo. Pero primero, debes responderme a algo. —Guardó un silencio muy largo, pero no me atreví a decir nada. Al final se giró hacia mí—. No será fácil. Si aceptas tu destino, será doloroso, difícil y tendrás que tomar decisiones duras.
—¿Cuál es la otra opción? —pregunté, alejándome un paso de él, como si así fuera a protegerme.
—La muerte. Si no puedes seguir peleando, dímelo ahora y te liberaré.
—No quiero morir. —Me alejé otro paso de él, ilusa de mí.
Arkra movió una mano hacia mí y el dolor de mi cabeza, que no había desaparecido del todo, solo se había atenuado, volvió con tanta fuerza que me caí de rodillas.
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Crónicas de Morkvald: Luna de Sangre #1 - *COMPLETA* ☑️
FantasySelene despierta en un lugar que no conoce, sin recuerdos y sabiendo que alguien ha acabado prematuramente con su vida. Sin embargo, cuando nadie parezca interesado en descubrir qué ha pasado con ella, tendrá que luchar por desentrañar el misterio d...