Capítulo Tres

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Miércoles.

Me encontraba en uno de mis trabajos, tengo dos. Lo hago para mantener mi mente ocupada. Hoy me tocaba en una cafetería que no era muy diferente a mi trabajo en la guardería de perros, ya que, en ambos tenía a estos preciosos cachorros cerca, lo cual era muy terapéutico para mi.

La noche anterior dormí increíblemente bien gracias a mi amigo, que no siguió insistiendo en lo que me sucedía y le agradecía por ello. Así que solo se conformó con abrazarme y al poco tiempo me quedé dormida, cuando me desperté él ya se encontraba en la cocina haciendo el desayuno, luego de un rato nos encontrábamos sentados comiendo lo que había preparado para ambos. No hablamos mucho, tanto a él como a mi, no nos gustaba despertar temprano. Y al cabo de una hora ya cada quien había salido de casa a cumplir con su rutina.

Ya mi turno estaba por terminar, hoy salía temprano gracias al cielo, porque el dolor de cabeza me estaba matando. Tenía que llamar a mis padres y de solo pensar en ello el dolor de cabeza se hacia mas fuerte.

Me despedí de Minho, mi compañero en este turno, prometiéndole que saldría a tomar unos tragos con él, como amigos obviamente, el próximo fin de semana. Ya vería que excusa le diría. Salí de Jack's Dog Cafe y me dispuse a emprender camino hacia casa, posiblemente Jungkook no haya llegado todavía siempre que sale de clases, va a entrenar. Eran las seis de la tarde, él siempre llegaba a eso de las siete si no se quedaba por ahí.

Al entrar al apartamento, como suponía, todo estaba en silencio. Me quite las botas en la entrada, me dirigí a mi cuarto y lance mi bolso a la cama. Reposaría un rato y luego me daría un baño, aun no tenía hambre así que me quite la ropa, me coloque un short de pijama y una camisa que Jungkook me había regalado hace tiempo. Tomé mi laptop del escritorio y caminé hasta la sala para sentarme en el mueble grande, tenía que mandarle a mi prima las fotos que había tomado, de su boda, a la que asistí hace un par de semanas, yo había perdido un poco el gusto por la fotografía pero ella me pidió que le hiciera una sesión de fotos antes de la ceremonia. Ese día mas tarde tuve un encuentro no muy agradable con mis padres, desde ese entonces no había querido comunicarme con ellos. Pero tenía que hacerlo.

Habían pasado unos diez minutos, cuando escuché que abrían la puerta, entró Jungkook con su bolso del gimnasio y detrás de él venía Park Jimin, ambos dejaron sus zapatos en la entrada y al darse cuenta de mi presencia me sonrieron, el segundo guiñandome el ojo en el proceso.

–Hola pequeña –el pelinegro me saludó con un beso en la frente como de costumbre–. Voy a prepararme rápido, hoy nos toca. –Le sonreí asintiendo, se fue rápido hacia su cuarto.
Volteé a ver a su amigo y este seguía observándome con esa sonrisa que hacia desaparecer sus ojos, se inclinó levemente y se acercó para sentarse a mi lado pasando su brazo por mis hombros. Alcé una ceja.

–Hola, Soosie –rodé los ojos– ¿Cómo has estado? Te extrañaba.

¿En que momento el chico tímido del instituto se había convertido en...esto?Podía entender porque tenía tantas chicas a su alrededor, la forma en que hablaba, como se vestía y sin contar su bello rostro, tenía un aura muy atrayente.

–Todo bien, Jimin. ¿Tú que tal? –Le sonreí, aunque creo que salió fue una mueca. –Y no puedo decir lo mismo sobre ti, lo siento. –Bromeé medio mentira, medio en serio.

Soltó una carcajada.
–Entonces ¿Por qué me miras así? –Arrugué el ceño.

–¿Cómo te miro? –Pregunté un poco confundida.

–Con deseo, aunque te empeñas en negarlo siempre. –Apoyó la cabeza en el mueble y miró hacia el techo sonriendo.

–Siempre arruinando el momento Park. –Lo golpeé con mi codo en su costado y el rió mientras se quejaba.
No voy a mentir, Jimin me parecía lindo y todo eso, puede que de vez en cuando lo mirara de más, pero no me atraía en "ese" sentido. Raro, lo sé.

Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora