Capítulo Veinte

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Mi celular marcaba las tres y cuarto de la mañana, me había quedado dormido. Miré a Soo a mi lado, estaba acurrucada con la cobija y tapada casi hasta la nariz. Le toqué la frente para comprobar si la fiebre había vuelto, pero estaba a temperatura normal.

Decidí levantarme, lo hice con cuidado, Hyunmin me respondió pero no había leído el mensaje hasta ahora.

Hyun❤️
Qué mal.
20;25 pm

Y no te preocupes, cariño, lo entiendo. Espero que Soo se mejore.
20;26 pm

Dejé mi teléfono en la mesita de noche, no le respondería a esta hora. De todas maneras la llamaría después.

Fui hasta mi habitación, me quité la ropa que llevaba de salir y me coloqué una camiseta y un pantalón de algodón. Como dormiría con Soo, no lo haría como normalmente acostumbraba, es decir, en boxer.

Volví a entrar al cuarto de Sunny, apagué la lámpara que estaba en la mesita, se había quedado encendida.

Me acosté lentamente en la cama, ella se removió un poco y se giró, pegándose a mi. A los segundos sentí que pasó su mano por mi pecho y subió hasta agarrar el lóbulo de mi oreja. Bajé la vista mirándola, pensando que se había despertado, pero seguía dormida, su respiración calmada chocaba con mi hombro. Sonreí a medias porque recordé el tiempo que éramos pequeños y veíamos películas hasta tarde. Cuando ella me agarraba la oreja era señal de que tenía sueño y en cualquier momento se dormiría, así lo hacía y aún estando dormida, no me soltaba hasta que yo decidía dejarla acostada tranquila y devolverme a mi casa porque al día siguiente teníamos escuela. Eso pasaba siempre, hasta que comenzamos el instituto y dejamos la costumbre de ver películas en su casa.

Sentí una calidez en el pecho al recordar aquello, y porque después de tanto tiempo Sunny lo hiciera nuevamente. Algunas cosas no han cambiado del todo.

Volví a posar mi mano en su frente para asegurarme que no le había subido la temperatura. Nos tapé bien con su cobija y cerré los ojos, con las imágenes de nosotros dos de pequeños, en la mente.

La alarma de mi teléfono me despertó, alargué mi mano para tomarlo, me apresuré a apagarla para que Sunny no se despertara. Volteé a mirarla, tocando su mejilla, estaba algo caliente. Quité su mano, que seguía en mi oreja, con delicadeza y me reincorporé en la cama. Tenía clases pero no iría, probablemente Soo faltaría al trabajo y si pensaba ir, no la dejaría. Parecía ser un simple resfriado pero prefería quedarme con ella para estar al pendiente, y que no sucediera algo como la vez anterior. No tenía nada importante hoy, así que no había problema. Me levanté, mientras bostezaba estirándome.

Cuando salí del baño, vi que ella estaba sentada en la cama, frotándose un ojo. Seguía con el hoodie puesto y con la otra mano sostenía la cobija, tapándose hasta el cuello.

–Disculpa si te desperté. –Hablé, y me senté frente a ella.

–Descuida. –Se aclaró la garganta e hizo una mueca, suspiró acostándose de nuevo.

–¿Irás a trabajar? –Pregunté, alargué el brazo para acariciarle el cabello.

–Me dieron el día.

–Me quedaré contigo. –Ella fijó sus ojos en mi.

–No es necesario, Jeon, estaré bien. –Sabía que diría algo como eso, pero no iba a poder convencerme.

–Ya lo decidí, pequeñita –sonreí de lado– iré a buscarte otra pastilla, te está subiendo la temperatura.

–Jungkook, no es nece-...

Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora