Love Yourself... If YOU Can. | JJK

Extra #4

JungKook

–Así que... ¿estás completamente seguro? –Preguntó, mi amigo viendo lo que tenía en la mano.

–No he estado más seguro de algo en mi vida, Jimin. Además de mi amor por Soo, claro está.

–¿Y de tu amor por mi? –Rodé los ojos y él se encogió de hombros.

–De verdad estoy orgulloso de que hayas decidido dar este paso ahora. –Me palmeó el hombro.

–Lo hubiese hecho antes pero estábamos ocupados. ¿Cuando planeas pedírselo a Lanna?

–Muy pronto también. –Sonrió.

Ya era un hecho, en mis manos tenía un anillo de compromiso. Le pediría matrimonio a Sunny.

Llevábamos cuatro años de noviazgo y para mi el tiempo había pasado muy rápido, hemos hecho muchas cosas tanto juntos como por separado. Yo me había graduado y junto con los chicos: Jimin, Taehyung, Hoseok y Jin, habíamos abierto nuestra propia academia. Nos iba muy bien, empezamos en un lugar pequeño pero con el tiempo pudimos optar por un edificio más grande y con más salones. Nosotros dábamos clases pero también habían otros instructores, a su vez yo trabajaba como compositor en una empresa y sacaba música por mi cuenta. Los chicos también hacían sus cosas aparte. Bangtan Class, ya estaba siendo reconocida poco a poco en Seúl.

Sunny estaba por terminar ciertos cursos obligatorios para graduarse pero ya había hecho proyectos con otros fotógrafos, tanto en Corea como en otros países de Asia, por lo que había tenido la oportunidad de viajar mucho y conocer. Eso la tenía muy feliz.

Ella y yo de vez en cuando hablábamos acerca del matrimonio y los hijos, yo estaba ansioso por formar una familia con ella pero, claro, teníamos que ser responsables y planear muy bien lo que íbamos a hacer.

Justo ahora me parecía el momento perfecto para comprometernos, ya había hablado con mis padres y mi hermano, quienes estaban muy felices, nuestros amigos en común ya estaban al tanto, y también los padres de ella y Gyu, por supuesto. Soo y sus padres estaban tratando de tener una buena relación después que ellos se dieran cuenta de que iban a perder a su hija para siempre, si seguían con su actitud controladora. Ahora si podía sentirse totalmente tranquila, porque aun si no lo demostrara a ella le dolía no recibir apoyo de sus padres, y me alegraba el hecho de que ellos hayan reaccionado y tomado responsabilidad en sus acciones.

Estuve días planeando como se lo pediría, no quería algo tan extravagante porque a ella le gustaban las cosas más sencillas. Alanna me ayudó a escoger el anillo y usamos su medida –así era la única manera para que Soo no sospechara– aunque aún así se podía ajustar por si no le quedaba.

Sunny y yo estábamos saliendo de ver una película, estaba por oscurecer y habíamos quedado en que yo haría la cena, aun si ambos estuviésemos ocupados buscábamos tiempo para nosotros. Ella no tenía idea de que los chicos, es decir, Jin, Jimin y Alanna habían estado en casa para arreglar todo. Jimin me había enviado un mensaje hacía cinco minutos diciendo que todo estaba listo y que le avisara cuando ya estuviésemos cerca.

Yo trataba de no mostrar mis nervios y creo que estaba haciendo un buen trabajo porque Sunny no sospechaba nada, nos manteníamos hablando de cualquier cosa. La cajita de terciopelo en mi bolsillo pesaba como si cargara montones de piedras allí guardadas.

Llegamos al edificio, subimos a nuestro piso y la detuve cuando iba a abrir la puerta.

–¿Qué pasa? –Frunció el ceño.