Capítulo Dos

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No podía creer que Jungkook fuera así de dramático y eso que lo conocia de años, luego de patearlo para que dejara de jugar, me ayudó con las bolsas a llevarlas a la cocina y servir todo mientras yo iba a mi cuarto a ponerme mas cómoda. Al salir de nuevo ya estaba todo servido en la mesa del comedor con el pelinegro sentado en una de las sillas esperandome para empezar a comer

-Sooyeon, gracias por la comida. Eres un sol. –Sonreí con hipocresía al escucharlo.

-Cállate ya y come. –Me dispuse a sentarme y lo miré. –No soy tu sirvienta Jeon, no puedo creer que me hayas gritado por teléfono -este ni me prestaba atención estaba concentrado en su plato de fideos-, no sabía nada de ti desde hace dos dias, ¿en donde estabas? –Empecé a comer.

Nuestra relación había cambiado, no éramos inseparables como antes y el pensaba que yo había superado mi etapa en la que me sentía insegura conmigo misma, bueno aunque yo siempre le hacia ver que todo estaba bien. Jungkook era una persona que le gustaba mucho socializar, salía con sus amigos, iba a fiestas, en fin, le gustaba divertirse. Luego de un tiempo dejo de invitarme a ir con él porque sabia que no iba a aceptar, que prefería hacer otras cosas que pasar toda la noche emborrachandome o simplemente ir a comer con sus amigos, se cansó y es entendible no es fácil sacar a una persona que solo vive -o quiere vivir- en su propio mundo un tanto aislado. Pero eso no quería decir que no la pasáramos bien cuando estábamos juntos en casa que, no era muy seguido porque cada quien tenia su vida y ocupaciones, cocinábamos, veíamos películas o jugábamos videojuegos y cuando yo necesitaba mi espacio -esto quiere decir quedarme encerrada en mi habitación todo el día- el lo entendía y me dejaba estar, nuestra convivencia era buena, el respetaba mi espacio y yo el de él.

Se limpió los labios y habló. –Bueno si leyeras mis mensajes sabrías que estuve en donde los chicos. – Su tono de reproche me causó gracia–. No importa ya estoy acostumbrado a que me ignores cuando te escribo, ¿que hiciste en este tiempo que no me tuviste, Sunny?. –Me guiñó el ojo, odiaba ese apodo pero me decía así desde que eramos pequeños, ya no me quejaba.

–Lo siento –me llevé otro pedazo de pollo frito a la boca, tragué y seguí- últimamente he estado un poco distraída –rodó los ojos y lo miré mal– y no digas que te ignoro porque no es así, adem–...

Sonó su telefono con una llamada interrumpiendome, se disculpó diciendo que era urgente se levantó y fue a hablar al balcón. Volvió a los pocos minutos ya cuando yo había terminado mi plato

–Saldré en un rato, Jimin necesita verme, te manda saludos. –Esto último lo dijo en tono pícaro y reí.

Park Jimin, el guapo e idiota amigo -desde el instituto- de mi roomie, él vino de Busan un poco antes que nosotros, de vez en cuando venia a nuestro apartamento y en todas esas veces intentaba ligar conmigo pero, no gracias, no estaba interesada en tener algo con él, primero porque era un poco demasiado popular entre las mujeres y segundo no me gustaban las cosas de una sola noche, aunque eso no quitaba el hecho de que me lo comiera -muy disimuladamente- con la mirada cada vez que lo veía, había que ser ciega o muy estúpida para no darse cuenta de lo sensual y atrayente que es. Y quitando todo esto y lo coqueto que puede llegar a ser, era muy noble y buena persona, solo por eso permitía que entrara al apartamento y mejorara mi vista un poco, él sabía que yo no iba a caer en sus encantos y solo se limitaba a seguir su jueguito.

–Esta bien, Jeon.–Me levanté para llevar mi plato al fregadero mientras el terminaba de comer. –Te quedarás allá, no?

–Lo mas seguro, Sunny. –Terminó su plato y le hice una seña para que lo trajera y asi lavarlo, luego me las cobraría. –¿Te aburrirás sin mi? –Me miro sonriéndome, lo empujé levemente y me dio un rápido un beso en la frente para salir de la cocina e ir a su habitación me imagino que a cambiarse.

Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora