Love Yourself... If YOU Can. | JJK

Capítulo Cuatro

Al día siguiente me despierto sobresaltada el despertador no había sonado, miré el reloj en mi mesa de noche, marcaba las seis con diez minutos, hoy me tocaba turno en la guardería de perritos a partir de las ocho hasta la una de la tarde y luego a partir de las tres hasta las ocho de la noche tenía turno en la cafetería.

Los miércoles era el único día en el que mi rutina era un poco mas ligera, ya que no tenía turno ese día de la semana en la guardería, ademas entraba un poco mas tarde y salía mas temprano de la cafetería, no como en los demás días.
Debía levantarme aunque no tuviera ganas, tenía tiempo para prepararme.

No sabía por qué me dolía la cabeza en ese momento, luego recordé que la noche anterior había llorado hasta quedarme dormida. Al parecer esos dolores serían una costumbre en mi vida.
Salí de mi cama directo al baño para cepillarme los dientes y lavarme la cara, no sabía si Jungkook estaba en casa, no lo había sentido llegar anoche, tenía que hablar con él y disculparme, no le diría la verdadera razón de mi falta. Y no sabría si se encontraba aquí, hasta que saliera de mi habitación, yo tenía mi propio baño, cuando llegamos a este apartamento mi mejor amigo fue muy considerado al cederme el cuarto mas grande con baño incluido, su habitación era un poco mas pequeña que la mía pero igual de espaciosa.

Estaba terminando de cepillarme los dientes cuando sentí que golpeaban mi puerta.

–Soo... ¿Estás despierta?– Jungkook habló mientras daba golpecitos leves en la puerta.
Me apresuré a enjuagar mi boca y secarme para ir a abrirle, cuando lo hice, él ya iba en camino hacia el salón, al sentir que abrí, se regresó.

–Pensé que seguías dormida. Te toca trabajar temprano hoy, ¿no? –Me hice a un lado de la puerta para que pasara, al hacerlo se sentó en la cama mirándome. –Buenos días–. Me sonrió. Al parecer se levantó de buenas, creí que estaría molesto por no haber ido anoche.

–Buenos días Jeon y sí, entro en un rato –traté de sonreirle de vuelta–, quería disculparme contigo otra vez por no haber ido a verlos–. Hablé mientras, me movía por todo mi cuarto buscando la ropa que me pondría, recogiendo unas camisas que había dejado encima de mi escritorio. El pelinegro me seguía con la mirada.

–Esta bien, Sunny, pero–...

–Lo siento mucho, pero el dolor de cabeza que me dio fue horrible. –Seguí hablando sin prestarle atención a lo que trataba de decirme, abriendo una gaveta y guardando el cargador de mi laptop. –Discúlpame de verdad, Jungkookie.

–Soo, no te preocupes, pero quier–...

–Te prometo que para la próxima vez, iré. –Seguía hablando y moviéndome como una loca, sin darle tiempo a mi amigo de terminar de hablar.
De verdad no quería profundizar en el tema del por qué no fui, y sabía que Jungkook me preguntaría justamente eso.

Me paré enfrente del marco de la puerta y hablé. –¿Desayunaste?. Prepararé el desayuno rápido–. Y antes de que pudiera salir hacia el pasillo, Jeon me había agarrado de la muñeca y me miraba con expresión seria.

–Sooyeon, ¿puedes escucharme? –Sentía la cara caliente y no sabía el por qué, asentí repetidamente. –No estoy molesto por eso, si es lo que te preocupa pero ahora que te veo, siento que ese dolor de cabeza no fue completamente la razón del por qué no fuiste. Tienes los ojos hinchados, ¿estás bien?

–Si... -me solté de su agarre y traté de mirarlo a los ojos para que me creyera–, solo no pude dormir bien, no te preocupes. –Sonreí un poco. Él me miró detenidamente por unos segundos y yo comenzaba a ponerme nerviosa, necesitaba escapar de esto.

–¿Sabes? No te creo nada. –Se acercó mas a mi y mi reacción fue quedarme muy quieta. –No quisiste contarme por qué llorabas la otra vez y siento que algo tiene que ver, no quiero presionarte pero me preocupo por ti Sunny, yo–...