Extra #6

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Todo estaba listo para la fiesta de revelación de sexo del bebé.

Estaba haciendo un vídeo de la decoración aprovechando que aún no habían llegado tantas personas, todo estaba adornado de dos colores: azul y rosado. El parque donde se estaba celebrando era muy lindo y el clima era agradable para este día.

Sentí unas brazos rodearme y acariciar mi vientre, que ya se estaba haciendo pesado cada vez más, percibí el perfume de Jungkook y sonreí bajando mi cámara.

–Todo quedó muy lindo, hicimos un buen trabajo.

–Los decoradores hicieron un buen trabajo, nosotros sólo nos encargamos de mantener el secreto.

–Bueno, igual les va a gustar... ¡Oh, está pateando!

–Hoy ha estado muy activo.

–Como no, si has estado comiendo dulces todo el día.

–¡Eso no es cierto! –Me quejé, dándome la vuelta.

–Te he visto, Sunny. –Me besó en la frente.

Ya tenía siete meses de embarazo, y estaba muy emocionada, al mismo tiempo que nerviosa porque él naciera. Aunque toda mi familia lo estaba al igual que yo, al principio cuando mis padres se enteraron no lo podían creer, pero luego cuando Jungkook y yo llegamos de la luna de miel –que fue en Jeju por no poder viajar a otro país, ya que no era recomendable– mi madre nos envió muchas cosas y ropa de bebé aún si no sabíamos el sexo. Mi hermano lloró cuando se enteró, y se burló porque me adelanté, aunque él y Eunji apenas estaban pensando en tener bebés, ya que habían estado disfrutando de su matrimonio entre muchos viajes.

Diría que la etapa de embarazo no era tan fácil, por suerte Jungkook me tenía mucha paciencia, no era fácil soportar a una embarazada hipersensible y que con cada cosa su inseguridad se disparaba. Y a pesar de eso, era una etapa muy bonita también, ver como va cambiando tu cuerpo es tan extraño, como fascinante. Sentir que una personita crece dentro tuyo es una experiencia indescriptible, tanto el escuchar los latidos de su corazón, como sentir sus movimientos constantes. 

En el primer trimestre experimenté algo de mareos y náuseas que luego desaparecieron, aunque había algo que las seguía causando y es que el simple olor del pollo frito me provocaba ganas de vomitar, lo malo es que entre Jungkook y yo siempre fue una costumbre comerlo, ahora no podía ni mirarlo sin sentir asco. Eso era lo único que no comía; pollo en cualquiera de sus presentaciones. Y algo que se me antojaba siempre eran los dulces, sobretodo las paletas y gomitas con sabor a uva, sólo esas. Siempre tenía que llevar varios paquetes conmigo si iba a salir y en casa Jungkook se encargaba de tener en cada gabinete o gaveta por si acaso.

Él me complacía en todos mis antojos, fueran los mas extraños o repentinos. Algo que amaba que hiciera, era que le cantara al bebé, todas las noches se acostaba abrazándome con su cara contra mi abdomen y comenzaba a cantar cualquier canción que se le viniera a la mente, así había sido desde un principio. El bebé ya estaba acostumbrado a su voz y siempre reaccionaba a ella.

Jungkook era el mejor, como esposo y padre, el bebé no había nacido pero estaba segura de que lo haría excelente. Se estaba tomando mucho tiempo para estar conmigo y no perderse esta etapa, él no quería que yo me sintiera sola en todo este proceso y yo no podía estar más feliz.

–Están comenzando a llegar más invitados. –Ambos miramos hacia la entrada del lugar, por donde llegaban personas con sus respectivos regalos.

–¿Debería llamarlos? Creo que se están tardando mucho. –Jungkook sacó su celular.

–Si, hazlo.

Puso el altavoz y esperamos a que Jimin respondiera, ya que probablemente Alanna no tendría su celular encima.

Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora