Capítulo Quince

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Sonó la alarma del teléfono, alcé un brazo hasta la mesita de noche a mi lado y pasé el dedo por la pantalla para apagarla.
Hasta ese momento me di cuenta que mi cabeza estaba apoyada en algo. Era el brazo de Jungkook. Me giré hacia él -porque le daba la espalda- y este estaba acostado boca arriba, su pecho subía y bajaba tranquilamente.

Anoche me había quedado dormida escuchándolo, y por lo visto él no se quiso pasar a su habitación. Cuando éramos pequeños solíamos dormir juntos, él se metía a mi cuarto, por la ventana, cuando todos se iban a dormir. Pasábamos el rato comiendo dulces o viendo películas, hasta quedarnos dormidos, luego en la mañana él se devolvía a su casa. Después crecimos y dejó de hacerlo.

La alarma volvió a sonar y yo la volví a apagar, pero esta vez la desactivé. Cuando me giré de nuevo, Jungkook estaba moviendo la cabeza y luego abrió los ojos.

Volteó a mirarme y yo le sostuve la mirada. Un aura extraña nos envolvió en ese momento o quizás eran cosas mías. Pensé que había pasado más tiempo pero en realidad fueron segundos, en el qué nos mantuvimos así. Él alzó su mano y la pasó por mi cabello, sentí un escalofrío recorrerme. ¿Por qué esto se sentía tan...íntimo?

–¿Te sientes mejor, Sunny? –Susurró en tono ronco.

Asentí, porque me sentía incapaz de decir algo, con las sensaciones que estaba experimentando.

Me senté en la cama y respiré profundamente, él imitó mi acción Escuché que soltó un bostezo y se estiró.

–Haré el desayuno. –Avisé, sentía mi corazón un poco acelerado.

–¿Quieres que te ayude?

No quería mirarlo.

–No, no. Yo lo hago, Jeon. –Intenté sonar tranquila. Necesitaba un rato a solas.

–Como quieras, pequeñita. –Me revolvió el cabello, antes de salir de mi habitación.

Me metí al baño y me apoyé en el lavamanos. Exhalé profundamente, luego me dispuse a cepillarme.

Ignorar éstos sentimientos se me estaba haciendo difícil. Y Jungkook no ayudaba mucho.





Preparé el desayuno, gracias a que me distraje en eso, ya no me sentía inquieta. Jungkook entró en la cocina justo cuando yo lo estaba sirviendo. Nos sentamos frente a frente, como era costumbre.

Sunny, ¿que tal si salimos?

Casi me atraganto con un pedazo de melón, al escucharlo. Él me dio una mirada confundida y me dio unas palmaditas.

–¿C-Cómo? –Carraspeé un poco.

–Si, a dar una vuelta por ahí con Jimin y Alanna, ¿qué dices?

En serio, deberían darme el premio a la más tonta. Ilusa, Soo, muy ilusa.

–Ah...bueno, está bien. –Contesté y desvié la mirada a mi plato. –¿Hyunmin irá?

Que diga que no, que diga que no.

No quería sentirme tan mal por mi aspecto, al menos por hoy.

–No, ella tiene cosas que hacer hoy, no creo que pueda. –Dijo con simpleza.

Después de eso seguimos desayunando, Jungkook me hablaba de cualquier cosa y yo le respondía. A la par de que no podía dejar de pensar: ¿de verdad creíste que te invitaría a salir? ¿de la nada? Por dios, si está loco por la rubia.

Cada quien fue a alistarse para empezar la rutina.
Él me acompañó por unas cuadras y luego siguió su camino hacia la universidad.


Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora