Love Yourself... If YOU Can. | JJK

Capítulo Once

Me desperté y revisé la hora en mi teléfono, era casi mediodía.
Aún me sentía algo cansada, pero es que la noche anterior no pude dormir bien, no me gustaba para nada los hospitales y cada tanto me despertaba para ver si ya había amanecido.

Me levanté, me metí al baño y a los minutos salí de mi habitación. Me di cuenta que estaban unos frascos sobre la barra, eran las vitaminas que me había recetado el doctor, Jungkook las había traído. A un lado de estos estaba una nota y la tomé para leerla.

"Sunny, recuerda tomar las vitaminas POR FAVOR.
Dentro del refrigerador están unos envases con la comida que quedó ayer, come lo suficiente, POR FAVOR!!!.

Te quiero."

Sonreí al leer lo último, agarré una botella de agua y me las tomé.

Busqué la comida y prendí la cocina para calentarla, en lo que realizaba dicha acción, escuché que mi teléfono sonaba, fui hasta el cuarto para ver quien llamaba.

Era mi hermano.

–Hola, Gyu. –Contesté.

–Soo, ¿cómo estás? Jungkook me contó lo que pasó. ¿Estás bien? –Sonaba preocupado.

Regresé a la cocina para seguir en lo que estaba.

–Ehm... Si. Estoy mejor.

–No puedes descuidar tu salud de esa manera, Soo –Me reprendió. –¿Papá y mamá lo saben?

–No. Por favor no les digas nada, en serio no fue nada grave. –Me mordí el labio ansiosa.

–Está bien –escuché que suspiró– no les diré, pero cuídate mucho, ¿si?. Debo colgar, hablaremos después.

–Lo haré, no te preocupes. Adiós.

Colgué la llamada.
Eran raras las veces que mi hermano se había preocupado por mi, pero me pareció un lindo gesto el que haya llamado. No iba a decirle a mis padres, porque probablemente se molestarían y no quería escuchar más reclamos.

Terminé de calentar la comida, me serví suficiente y me senté en la barra. Estaba delicioso, debía admitir que Jungkook cocinaba mejor que yo.

Mi teléfono volvió a sonar, Alanna estaba llamando. No le había escrito desde ayer y posiblemente ya estaba enterada de lo que había pasado.

–Aló...

–¡¿Me puedes explicar que te sucedió?! –Gritó enseguida que hablé y tuve que alejar un poco el teléfono.

–Estoy bien, cálmate. –Me metí una porción de comida a la boca.

–Jimin me contó que tuvieron que llevarte de urgencias. ¡¿Y me estás pidiendo que me calme?! –Casi no entendí de lo rápido que habló.

–Te dije que estoy bien, sino no estuviera hablándote. Fue un simple desmayo. –Traté de quitarle importancia al asunto, pero Alanna era un tanto dramática.

–No lo creo así, pero si tu lo dices. ¿El desmayo fue debido a que? –Sonaba más calmada.

-Bueno... Tengo principio de anemia -Suspiré. –No estaba comiendo adecuadamente. –Escuché una queja de su parte.

–Soo, tienes que cuidarte. Quisiera ir a verte, pero voy en camino a visitar a papá. Nos veremos luego y no te escaparás de mi regaño. –Reí.

–¿Estás en el metro? –Soltó una afirmación –¿Y pegaste esos gritos con gente alrededor?

–Ehm.. Si. Me da igual, estoy preocupada por mi amiga. –Sonreí a pesar de que ella no pudiera verme, me la imaginé encogiéndose de hombros como si nada.