Mean Boys [Terminada]

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-Y entonces me dio estás barritas dietéticas y me corrió de su casa... -lloriqueó.

Suspiró. – De acuerdo, haré de cuenta que no soy tu segunda opción. –dijo Troye. – Era obvio que te iba a echar de su casa, te pasabas golpeando al pobre chico, Harry.

- ¡¿Y?! ¡LO QUERÍA, ERA MI AMIGO! Mi amigo...

-Bueno al menos te dio esas barritas, ¿no?

-Sí... supongo que eso es bueno. Pero extraño mucho a Louis.

-Oh sí, ¿qué hay con él?

-Me bloqueó de todos lados, no lo entiendo, le pedí disculpas muchas veces.

-Harry tienes que aceptar que te pasaste con el pequeño.

- ¡Pero me disculpe! Además, yo era medio virgen cuando lo conocí.

Soltó una carcajada. - Esa es la mentira más grande del mundo y lo sabes.

Harry lo miro con indignación. –Haré de cuenta que no dijiste eso.

-Harry lo engañabas con todo el mundo y honestamente nunca has tenido una pareja estable.

-Eso no es excusa, -comenzó a llorar nuevamente- se supone que él era el bueno de la relación, ¿cómo pudo hacerme esto? ¿Cómo pudo dejarme?

-Se hartó.

- ¡YO TAMBIÉN ESTABA HARTO Y CONTINUÉ CON ÉL!

-Continuaste con él mientras lo engañabas.

-Porque estaba harto de que él siempre me dijera que no.

-Cariño, no puedes obligar a nadie a estar contigo.

-Pero soy Harry George Styles, ¿Quién no quisiera estar conmigo?

-Así seas el maldito Obama, si Louis dice no, es no, debiste entenderlo y dejar de joder a otros a sus espaldas.

-No estás ayudando, sólo estás de su lado.

-No estoy del lado de nadie, Harry.

-Claro que sí ¡Lo estás defendiendo!

-Harry, las cosas no siempre salen como quieres, debes de entenderlo ya y ponerme de tu lado significaría darte la razón y no puedo hacerlo.

- ¿Por qué no?

-Porque te estás quejando porque no pudiste violar a Louis y como él no se dejó fuiste y te acostaste con otros, ¿te das cuenta de lo mal que suena todo?

-...no.

-Eres un caso perdido. -rodó los ojos.

-Y entonces ellos dijeron que era su anzuelo. –Lloró.

-Tranquilo, tal vez malentendiste las cosas.

-No Tom, te juro que los escuché perfectamente bien, sólo fui su estúpido anzuelo y no me di cuenta.

- ¿Quieres que los golpeé?

-No...

- ¿Entonces? –lo miró- ¿Qué necesitas, Lou?

-Por ahora sólo quiero que sigas abrazándome.