Gatos y Llaves: Shance

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Shiro escucho los murmullos en el mercado.

Dos mujeres enfrente de un puesto de olorosas y frescas frutas conversaban a cuchicheos altos sobre como el boticario había hecho un anuncio esa mañana en el atrio, enfrente de todos los pobladores presentes.

ꟷ¡¿Qué dijo qué?!—preguntó sorprendida la señora detrás de su puesto a una cliente.

ꟷQue al parecer ya estaba listo para casarseꟷ eso captó su atención de inmediato, al igual que la de un par de otros jóvenes cercanos que se aproximaron lo más discretamente que pudieron –no mucho- a las mujeres, estas pretendieron no darse cuenta.

ꟷ¿Sí? ¿Y quién será el afortunado?—pregunto de regreso la vendedora.

ꟷEso es lo interesante, parece que se decidirá con algún tipo de juego.

ꟷDisculpe Señoritaꟷ interrumpió uno de los jóvenes, completamente interesado ꟷ¿De qué se trata este juego?

Y no era para menos, desde la llegada del misterioso boticario Lance a Arus hace algunos años, los ojos del pueblo no se habían despejado de él. Era común escucharlo ser el tema de conversación entre jóvenes y viejos, algo de esperarse, pues además de tener remedios que parecían casi milagrosos, el muchacho con su piel acaramelada, cuerpo grácil y ojos azulinos picaros e enigmáticos había robado la atención de la mayoría de los jóvenes y jovencitas aún solteros.

Las propuestas de matrimonio no le faltaban pero él siempre las rechazaba con amabilidad.

Por lo que la noticia de que al fin alguien tendría una oportunidad, era una bomba.

ꟷDijo que, él se iba a encerrar en su casa, arriba de la botica. Que no nos preocupemos pues dejo a la hija del relojero a cargo de atenderlaꟷ aclaro rápidamente al ver la cara de la vendedora preocupada ꟷ.Y quien sea que pueda abrir su puerta será la persona que despose.

ꟷ¿Cuál es el truco?—pregunto otro muchacho detrás de ella.

ꟷLa llave, está en el collar de su gato.

-.-.-.-.-.-.-

Los días siguientes, el pueblo pareció convertirse en un campo de batalla.

Múltiples trampas estaban puestas en cada rincón de cada calle, muchos jóvenes empezaron a pasear por el pueblo cargando redes y jaulas y todas las señoras estaban atentas a cualquier movimiento en la calle, listas para advertir a sus hijos e hijas.

Todo este estado de alerta, producido por un pequeño minino siamés.

Pike, el gato de la botica, tenía la fama de ser tan adorable como escurridizo, era común verlo pasear campante por las calles y tejados y era un gato amigable que no tenía ningún problema con que lo acariciaran o jugaran con él.

Pero desde el día del anuncio, el gato se había vuelto el triple de astuto, ignorando y evadiendo con facilidad y aterradora inteligencia cada trampa que le ponían en frente y escapando cual destello cada que alguien tratara de acercarse.

Había escuchado decir a la gente que el juego no duraría más de 3 días, pues no había forma de que un estúpido gato pudiera escapar por tanto tiempo.

El estúpido gato probablemente se estaba riendo ahora.

Shiro rio para sí mientras cocinaba, estaba tratando una nueva receta de estofado de cordero. El mismo sería el primero en admitir que no era el mejor cocinero alrededor -aunque su hermano tratara de decirle lo contrario, pero siempre podía ver las caras de disgusto y el cómo regresaba el bocado a una servilleta cuando creía que no le estaba viendo- pero creía que este platillo se veía y olía bien.

SharpShots [Lance One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora