Aunque le doliera aceptarlo, Blaytz debía admitirlo, no había sido su mejor plan.
Entrar a escondidas en uno de los navíos de la flota Real para llegar al puerto donde lo esperaba su tripulación sonó fácil en el momento, un momento que se caracterizó por una gran cantidad de alcohol y adrenalina en su cuerpo impulsándolo a hacer algo así de estúpido.
Trigel jamás le dejaría olvidarlo.
—¡Polizón!— grito un grumete en el instante en que removió uno de los barriles de vino, la última parte de su escondite.
Si es que salía de esta.
Con una velocidad impresionante se levantó de su diminuto escondite y empujo al miembro de la tripulación, el pobre diablo término inconsciente en el otro extremo del almacén, no había planeado del todo hacer eso pero, por ahora, el no medir su fuerza era la menor de sus preocupaciones.
Con algo de suerte ninguno de los otros miembros de la tripulación habría escuchado a su compañero.
—¡Hay un polizón! ¡Prepárense!
Por supuesto pensó decepcionado.
Ya debería de haberse acostumbrado a su falta de suerte, pero bueno, la esperanza moría de último.
Levantando sus espadas gemelas empezó a ascender por las escaleras, no tenía caso el atrasar lo inevitable, su estilo era más de alcanzarlo y tomar al destino por sorpresa.
De una patada abrió la puerta, que al parecer golpeo a uno de los soldados directo en la cara.
Sonrió jocoso, uno menos.
El resto de los hombres del navío se percató rápidamente de su presencia y se lanzaron contra él, Blaytz empezó a correr hasta ellos mientras daba su propio grito de batalla, y como moscas, empezaron a caer, uno a uno, el pirata tenía la clara ventaja en fuerza y habilidad, sus espadas se movían con agilidad cortando el aire y chocando contra las otras armas inferiores, riéndose de ellas antes de hacerlas a un lado y mandarlas a volar junto a sus dueños.
Tan entretenido estaba en corazón de la batalla que por poco no nota el peligroso filo de una espada larga acercándose a su costado, la atrapo con ambas de sus cuchillas mientras observaba al atacante.
—Capitán Blaytz, gusto en verlo de nuevo.
—¡Comandante Hira! ¡Que sorpresa!—exclamó con sarcasmo—. Lo lamento pero no puedo decirle lo mismo, en realidad esperaba que a este punto las arpías ya hubieran regresado por usted, debe extrañar a su familia.
El ligero levantar de cejas en el de otra manera impasible rostro de la mujer era la única señal de irritación que mostro —Encantador como siempre capitán, voy a extrañar un poco de ese ingenio cuando se esté pudriendo en la cárcel de la Capital.
La comandante lanzo un feroz ataque que bloqueo con dificultad, las batallas con Hira siempre resultaban divertidas, pero ahora no tenía mucho tiempo para gastar, debía encontrar una salida y pronto.
Mientras recorrían la cubierta esquivando y atacando Blaytz pudo divisar algo, una figura que se iba agrandando al segundo.
¡Una isla! Justo lo que necesitaba.
Aprovecho que tenía de nuevo el arma de Hira atrapada en sus espadas para soltar una patada rápida en dirección a su estómago, desarmando a la Comandante y robándole el aire.
—Lamento el truco sucio Hira —se disculpó mientras corría hasta la orilla de la proa —. Puedes regresarlo la próxima vez que nos veamos —levanto una mano en forma de despedida mientras se lanzaba en picada hasta las saladas aguas azulinas.
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SharpShots [Lance One Shots]
Fanfiction"Como un oceano lleno de posibilidades" Diferentes parejas, mundos, problemas y finales con la unica constante siendo el paladín de azul. Especial JuLance Bella portada hecha por: @NarryIsRealBitch