Cúbiculo: Jance [+18]

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Se acomodó como pudo dentro del pequeño espacio del cubículo, con una pierna a cada lado del inodoro, no era el lugar más glamoroso pero lo que iba a ocurrir en pocos momentos tampoco lo era.

Su acompañante cerro de un portazo el pequeño espacio y de inmediato se arrodillo frente a él.

—Mira nada más Griffin, no hemos empezado y ya estas bastante emocionado—el chico empezó a pasar sus dedos por encima de sus pantalones caqui, deleitado por la forma en que se ajustaban en la entrepierna; no dejaban nada a la imaginación y enmarcaban perfecto la creciente erección de James.

—Cállate McClain—dijo entre dientes, disfrutando de las diestras manos del chico.

—¿No tratas de negarlo? Parece que alguien me extraño.

—No te creas tan importante.

—Para tu información estaba hablando de mini James—McClain por fin comenzó a acelerar las cosas, deshaciendo el botón y bajando la bragueta—. De seguro no le has dado atención al pobre en todo este tiempo.

Todo este tiempo, más exactamente, tres días.

James se estaba empezando a hartar de la arrogancia del moreno.

—Bueno, digamos que eso ya se volvió más tu trabajo. Tsss

Soltó James al sentir un particularmente fuerte apretón en su miembro aún envuelto en su ropa interior, bajo la mirada para encontrarse con la mirada azulina del chico picara y desafiante.

—¿Nadie más ha podido satisfacer al presidente? Me siento alagado, con los tantos admiradores que tienes rogando por chupártela pensé que ya habías encontrado a alguien de tu estatus—soltó la última palabra con burla.

McClain no podía estar más equivocado.

No había nadie más.

El encontrar pareja no estaba alto en la lista de prioridades de James, con todo su trabajo como presidente del consejo y las aplicaciones para la universidad, eso era lo último en su mente.

Incluso esta...cosa que había entre McClain y él empezó por puro imprevisto, cuando el Profesor Iverson le había pedido supervisar la Detención un viernes aburrido donde solo el moreno se encontraba.

Iverson probablemente prefirió dejar la responsabilidad al alumno estrella e ir a disfrutar su viernes como cualquier persona normal.

James no era precisamente normal. Con una reputación que mantener y una Galaxy Garrison a la que entrar, no había otra cosa más en la mente del joven que sus estudios.

—Sabes...—habló McClain después de casi una hora de silencio—, creo que se cuál es tu problema.

Griffin levanto la mirada de sus deberes para mirar al causa problemas con molestia, este no parecía estar afectado pues seguía desparramado en la silla, con sus largas piernas sobre el escritorio, sus botas de cuero ya lo habían manchado con algo de tierra.

—No me interesa—dijo cortante, regresando a su tarea de matemáticas y revisando por tercera vez el error en su procedimiento, llevaba varios minutos tratando de encontrarlo.

—Te hace falta una buena mamada.

James dejo caer su lápiz sobre el papel.

—¿Qué?—preguntó incrédulo.

McClain se encogió de hombros y jalo del palo de paleta de su boca, el caramelo rojizo aun conectado a sus labios por un ligero hilillo de saliva.

—Solo digo, una buena de esas tal vez te ayude a quitarte esa cara de rancio Presi, ya sabes, sacarte todo ese veneno.

Con eso, volvió a lamer el dulce, su lengua se paseaba por la parte de arriba con gusto, James notó el tono rojizo que sus labios habían adquirido cuando sus miradas se encontraron, desafiantes.

SharpShots [Lance One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora