Omegaverse: Kinkance [+18]

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Los rayos de sol entraban gentilmente por la ventana entre abierta, envolviendo en una tenue luz dorada la sala del pequeño departamento recientemente adquirido por una joven pareja de recién casados.

Ambos habitantes se encontraban recostados en el pequeño, y único, sofá de la sala.

A ninguno de los dos les molestaba realmente, lo que tenían era suficiente para los dos, por ahora al menos.

Lance lo disfrutaba especialmente por sus sesiones de abrazos, donde Ryan le dejaba recargarse en su pecho, justo encima de su suave suéter de lana, y era paulatinamente arrullado por los latidos del alfa, el subir y bajar de su pecho, y su calor.

—No vayas —dijo entre bostezos, tratando esta vez de no rendirse ante el sueño. Froto su mejilla contra el pecho del alfa—. Quédate en casa y durmamos toda la tarde así.

Ryan resoplo, enternecido por las acciones de su esposo y alzo una de sus manos hasta la cabellera chocolate, Lance gimió complacido al sentir los habilidosos dedos enredarse y jugar con su cabello.

—Me gustaría, pero ya prometí a James que ayudaría con la presentación, si todo sale bien lo más seguro es que le den luz verde al proyecto.

Lance dio un gruñido.
Sabía lo importante que ese trabajo era para su esposo, por más que deseara que se quedará con él, no podía privarlo de esa oportunidad.

—Está bien, pero voy a extrañarte mucho.

El alfa se estiro y planto un beso en su frente.

—También yo, pero son solo 3 días amor. Puedo incluso dejar mi suéter favorito para que lo uses cuando me extrañes.

Un brillo travieso cruzo los ojos del omega.

—Sabes, esa es una increíble idea—y para desgracia de Ryan se levantó del sofá, llevandose su calor—. Cariño ¿podrías ir de compras? La cocina esta completamente vacía.

—Pero, fuimos de compras ayer—dijo dudoso.

—Y ya lo terminamos todo, además de los maratones de comida que tendré mientras lloró en tu ausencia y el festín para cuando al fin regreses y definitivamente aprueben el proyecto.

Lance tomo el abrigo de Ryan, sus llaves y cartera  y los empujo a sus manos y después llevo a su esposo hasta la puerta.

—Está bien, ¿h-hay algo más que necesites?

—Confió en que sabrás que traer, tu siempre lo haces—el omega se levantó en puntitas y dejo un beso en su mejilla—. Mientras empezare a hacer tu maleta, no te preocupes por eso.

Y así, Ryan sintió la puerta de su apartamento cerrarse de golpe.

El alfa suspiro y se colocó su abrigo, estaba claro que Lance planeaba algo, pero sabía por experiencia que no tenía caso el tratar de detenerlo.

Llego hasta el estacionamiento del edificio y encendió el auto.

Decidió que lidiaría con eso cuando fuera el momento.

***

Abrió con pesadez la puerta de su cuarto de hotel y se deshizo de la corbata.

Estaba exhausto, pero satisfecho.

La presentación y reunión habían salido bien, más que bien, era bastante posible que los ejecutivos le dieran luz verde al proyecto.

James y el resto de su equipo habían decidió ir a beber en celebración y aunque Ryan no quería nada más que regresar a su cuarto y llamarle a su esposo para informarle sobre las buenas noticias; la insistencia de sus compañeros pudo más.

SharpShots [Lance One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora