Distracción: Plance

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Interiormente Pidge pensaba ¿Qué era lo qué les impedía tener una ida al Mall Espacial normal?

Se suponía que era una tarea sencilla, ir al lugar, comprar cualquier cosa rara que Coran necesitaba, curiosear un poco por las tiendas y regresar.

Pero no, las cosas nunca eran fáciles para ellos.

—¡Por aquí! —escuchó a Lance gritar mientras la tomaba por el cuello de su suéter, metiéndola en una pequeña abertura entre las tiendas.

Y cuando decía que era pequeña, no bromeaba.

—Creo que siguen ahí, están buscando—susurro el paladín azul, aprovechando su altura para ver a sus perseguidores.

Pidge no le puso mucha atención, estaba preocupada por la cercanía. Pecho con pecho. Si se concentraba la chica podía jurar que podría escuchar los constantes latidos en el pecho de Lance. Oler su colonia y su shampoo estaba haciendo cosas a su corazón.

—Mierda, ahí vienen de nuevo— advirtió Lance en voz baja.

Piensa Pidge, piensa, ¿qué podían hacer ahora? Ninguno tenía sus armas y no era muy inteligente causar otro disturbio en el Mall, no después de lo que le costó a Allura hacer que les volvieran a aceptar. Era demasiado tarde para buscar otro escondite o correr a la salida.

Necesitaban una distracción, algo que hiciera que los guardias no quisieran acercárseles más.

Una imagen paso por su cabeza, la chica de inmediato se tensó.

—Te-Tengo una idea —tartamudeó nerviosa, una idea probablemente tonta, pero no veía otra opción.

El chico se acercó más a su rostro—Ok, ¿cuál es?

Pidge trago con fuerza y trato de calmar sus latidos —¿Confías en mí?

El chico asintió.

—Ponte la capucha.

Lance le miro confundido pero obedeció —Bien ¿Ahora qué?

La paladín sintió el rojo adornar sus pómulos —Es, una técnica de distracción, tu...tenemos qué...

—¿Tenemos qué?

—Ah...

Pidge se sintió tan, tan estúpida. Había hackeado oficinas del gobierno, viajado a otros mundos, luchado contra un sin fin de galras el doble de grandes que ella casi a diario y era este chico idiota y con brillante sonrisa la que le dejaba sin palabras.

—¡Pidge! Ahí vienen ¿qué hacemos?

Era ahora o nunca, tenía que actuar.

De forma robótica y llena de terror la chica tomo el cuello de su camisa e hizo realidad lo que solo creyó ser capaz de hacer en sueños.

Lance en vez de apartarse solo se mantuvo ahí, petrificado.

Era mejor que huir y gritar suponía la chica.

Y para su sorpresa, Lance empezó a relajarse y corresponder, llevando una mano a su mejilla, acercándola más a él.

—¡Los vi por a-! Oh —habló uno de los guardias que les perseguía —, Ugh, adolescentes, olvídenlo chicos.

Se separaron lentamente aún con los ojos cerrados y ambos paladines escucharon detenidamente los pasos del guardia alejarse.

Lance fue el primero en abrir los ojos y hablar —Bueno, eso fue...

La chica, aún roja, inmediatamente respondió —¡Una distracción! La gente se siente incómoda con parejas mostrando afecto.

—Oh, ya entiendo...Ingeniosa— rio desganado.

—Sí...—tratando de huir de la incomodidad del ambiente la chica se asomó fuera del escondite —Creo que se han ido, podemos salir.

—Genial—dijo tratando de parecer emocionado.

Ambos empezaron a caminar hasta la salida cabizbajos y con paso veloz, en caso de que los guardias regresaran, la tensión entre los dos era evidente hasta para las personas caminando cerca de ellos.

Pidge ya estaba planeando una manera de disculparse cuando Lance le dio un empujón amistoso.

—¡Hey!

Lance se rio —¡Vamos gremlin! El último en llegar lava los platos de la cena— el chico empezó a correr, usando sus piernas largas como ventaja.

La chica sonrió aliviada.

—¡Espérame tonto!

-.-.-.-

Ehhh, algo corto, pero quería publicar algo ahora que tengo tiempo.

Muchas gracias por leer!!

SharpShots [Lance One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora