SharpShots [Lance One Shots]

Hades y Perséfone(Mitología):Fem!Klance

La chica caminaba por el sendero del bosque.

Con el gentil toque del sol en sus mejillas, el viento en su cabello y el césped con roció rozando sus pies descalzos Lana respiro hondo, llenando sus pulmones con aire fresco.

Como diosa de la naturaleza y hermana de la diosa mayor de la cosecha, ella aprovechaba cada segundo que tenía en libertad para disfrutar de su entorno, el sentir las vibraciones de la tierra en paz cada que las suelas de sus pies hacían contacto con cada paso era un placer sencillo pero que ella adoraba.

Y uno que no solía darse a menudo, no sola al menos.

La chica refunfuño en su mente, era cierto que adoraba a su hermana,pero Verónica solía ser tan sobreprotectora y controladora que no le permitía a la diosa menor salir a caminar sin ella o alguna otra supervisión.

Como la pequeña, débil y menos conocida hermanita de una diosa mayor no se sabía qué tipo de enemigos podría querer hacerle daño.

Rodo los ojos mientras siguió caminando por el bosque, con el sendero perdiéndose detrás de ella y entrando a zonas no exploradas, hoy había tenido suerte y pudo escabullirse de la vigilancia de su hermana mientras ella atendía asuntos con los mortales y era algo que planeaba aprovechar al máximo. 

La vegetación se volvió cada vez más espesa pero eso no significaba ningún problema, los arboles eran gentiles al mover sus ramas y brindarle el paso, ella les agradecía con pequeñas reverencias con la cabeza.

Al final, llego a un claro apartado, con los frondosos árboles impidiendo el paso de la luz del sol, la diosa sintió curiosidad al ver una parte del lugar diferente, con el césped de un amarillo enfermizo y flores caídas,fue ahí cuando, entre el silencio, escucho un claro gemido de dolor.

Presurosa se acercó al sitio, la vegetación reviviendo con el doble de fuerza una vez que la chica estuvo cerca.

—¿Hola?—preguntó a nadie en particular, esperando cualquier tipo de respuesta.

De inmediato un grupo de ratoncillos salió de entre las hojas caídas, corriendo hacía ella despavoridos.

—¿Qué ocurre amiguitos?—preguntó la diosa agachándose y extendiendo sus manos, los roedores saltaron de inmediato y chillaban tratando de comunicarse.

La chica no podía descifrar sus sonidos pero podía sentir su angustia.

—¿Algo entro a su hogar?

Los animalitos asintieron, trepando por sus brazos y posándose en sus hombros, el más pequeño se ocultó entre su cabello.

Lana sabía que lo más sensato sería regresar, tal vez ir con Pidge, su amiga tenía un talento para la cacería y este "monstruo" sonaba como un trabajo para ella, pero...algo no estaba bien. 

Si de algo se enorgullecía era de su intuición e instintos que en más de una ocasión la habían sacado de apuros. Y nada le decía que debía huir ahora, no, en su lugar una enorme curiosidad la invadió.

—Iré a investigar

Los ratoncillos de inmediato entraron en panico y trataron de llevar a la diosa a un lugar seguro, empujando su mejilla, jalando su cabello y tirando de su sandalia, Lana solo se rio y se agacho de nuevo.

—Escuchen, puede que no lo parezca pero no soy alguien fácil de derribar—dijo poniendo sus manos en su cadera y levantando la barbilla—. Y sí algo me pasa, ustedes pueden ir a alertar a mis amigos o hermana ¿ok? Los arboles les mostraran el camino.

De inmediato cada árbol alrededor dio una sacudida que asusto a la familia de ratoncitos.

La chica volvió a reír y acaricio sus cabezas.