¡Hey, tú! ¡No le toques!

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POR FAVOR, LEER LA NOTA DE ABAJO (podéis preguntar cualquier cosa a los personajes en el apartado que corresponde)

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Mundo paralelo de ¡HTNLT!

¿Qué pasaría si Katsuki es el menor e Izuku el mayor?

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× Las palabras que esta en cursiva y entre «...» son los pensamientos de los personajes.

[8/12]

<~º×º~>

Eran las cinco de la tarde y la temporada de invierno había empezado hace un mes y un nuevo año acaba de comenzar. La baja temperatura gobernaba por todo el territorio japonés y las personas que se paseaban por las frías calles iban abrigados hasta la cabeza y uno de ellos era un joven chico de cabellos verdes que acompañaba a su progenitora.

Los dos hablaban de cosas triviales y que planes o metas tenían pensado hacer este año. Pero todo quedó en silencio cuando llegaron a su destino y un pequeño suspiro sale en la boca el de cabellos verdes.

— Izuku, — le llama su madre que estaba a su lado. — ¿Estás bien? Llevas suspirando durante todo el recorrido.

Su hijo asiente sonriente. — Estoy bien —, contesta — solo me estoy preparando mentalmente de lo que puede ocurrir una vez que pise... — Sus ojos se dirigen una vez más hacia la enorme lugar que tienen delante suyo. —... esa casa — finaliza.

— Oh vamos, no exageres Izuku. — Dice su madre, — Ya sabes que ellos no son malas personas como aparentan a ser y parece ser que su hijo te aprecia como tú lo haces.

— Claro que le aprecio, pero el problema es su personalidad... — susurra, pero su madre no le estaba escuchando porque ella ya estaba empezando a caminar hacia la puerta dejándolo atrás. Un pequeño ataque de nervios empezaba a apoderarse por todo su cuerpo y sus manos empezaban a sudar aun teniéndolas congeladas por el frío.

El pequeño pecas no quería entrar, no si esa persona se encontraba en esa casa. Ya que sentía que una vez que pisaba esa casa, una pequeña pero gran explosión iba aparecer delante de suyo.

Inko, su madre, toca el timbre de la vivienda y una voz se empezó a escuchar atrás de la puerta, que poco a poco empezaban a sonar aún mas fuerte, indicando que ya estaba cerva de la puerta. Y cuando Izuku ya empezaba a temer por su vida, las puertas que indicaban su muerte (eso es lo que ve él en estos momentos) se abrieron.

— ¡Inko, Izuku-kun! — Sale una mujer sonriente de cabellos rubios. — ¡Feliz año nuevo y me alegra tanto de que hayáis venido!

Inko se acerca hacia a ella con una gran sonrisa para darle un abrazo, que con mucho gusto la otra corresponde con una sonrisa aún mas radiante. — Feliz año Mitsuki, me alegra tanto de verte tan feliz.

— Feliz año Mitsuki-san. — Sonríe tímido el menor, recibiendo un abrazo de de la amiga de su madre.

— Igualmente jovencito. — Dice separándose de él y dejando espacio para que ellos entren a su acogedora y calentita casa. — Masaru vendrá en un rato, se ha ido a comprar unas bebidas, así que por favor solo esperen aquí hasta que llegue.

Inko asiente la cabeza y juntas caminan hacia la sala de estar mientras conversaban sobre algunas cosas. Izuku, que estaba atrás de ellas, solo miraba a los alrededores de la casa para ver si podía recibir alguna señal sobre algo o mas bien, de alguien explosivo.