IX «Pelea»

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Al llegar al cuartel, Hill los esperaba y en cuanto aterrizó el Jet, ella entró para enfrentarlos a los dos.

—Necesito el reporte, ya que no quisieron mandarlo —Dijo enfrente de ambos con expresión seria y brazos cruzados.

—Encontramos información encriptada. Sólo un video de unicornios un tanto extraño, no viene encriptado.

—¡Juro que sólo ví cinco segundos! —Exclamó algo alarmado.

Todos lo vieron extrañados, incluyendo las dos señoritas que estaban presentes.

—Como sea —Continuó Ángela—, todo viene en esta memoria —Se la entregó—. Y para lo demás es necesario que me den toda la información que tengan de él. Algún indicio de quién sea, si hace magia, altera la realidad o juega con las mentes —Explicó.

—¿Qué sucedió allá, Bloom? —Preguntó Hill.

Ángela se quedó callada mientras la veía.

—Nos encerró en una habitación blanca o algo así. Estábamos como en el vacío —Murmuró Scott tratando de romper tensión.

María giró su vista a él.

—¿Qué?

—¿Es la primera vez que lo hace? —Preguntó Bloom a Hill.

—Sí. Teníamos el reporte de que hacía magia, un par de trucos pero nada más —Explicó mirándola confundida.

—Está manipulando la realidad —Contestó Ángela con firmeza—. Necesito todo lo que tengan de él y empezaremos a investigarlo...

—¿Qué crees que hacemos, Bloom? —Preguntó Hill—. Lo hemos investigado desde que se atravesó por nuestro camino, pero no hemos conseguido nada. No sabemos quién es, qué quiere... Nada.

—Sólo sus trucos de magia —Contestó Scott—. Burla la seguridad y juega con los agentes. Roba la información que necesita y luego desaparece.

—Vamos a investigarlo de una forma poco ortodoxa —Explicó Ángela—. Crearemos información fantasma o información errónea que sea atractiva a él. Le ponemos una trampa y podremos saber sobre él y si tenemos suerte, lo atraparemos con ayuda de visión y Wanda—Murmuró decidida.

—Bien, comenzaremos lo antes posible. Scott, te puedes ir —Dijo apagando su tableta y prestando atención a la chica.

—¿Yo me quedo? —Preguntó Ángela, mirándola.

Hill asintió.

—Yo quiero ayudar —Dijo Lang—. ¿Me puedo quedar también?

—Quiero hablar con Bloom a solas, Scott. Pero para que empieces con la ayuda, crea información atractiva y jugosa, pide que te den un resumen del tipo de información que ha robado nuestro criminal —Ordenó la jefa.

Él asintió y salió de ahí un tanto titubeante. Finalmente las chicas se quedaron solas. Ya nadie se encontraba en esa nave.

—Peleaste con Sharon —Comenzó mirándola, su tono era mucho más serio de lo que esperaba. Ángela la miró cansada.

—Sí. Pido disculpas por parte de ambas —Comentó sincera pero quiso sonar sarcástica.

A Hill no le hizo gracia.

—Sé que se caen mal y no te culpo, es una mujer difícil pero necesito diplomacia, Bloom —Habló determinada—. No puedo ser su niñera. Necesito saber que cuando voltee mi mirada a la derecha, pueda confiar en tí y cuando mi vista vuelva a mirarte, todo esté en orden sin que hayas dejado un desastre en mi ausencia —Regañó María.

D E S T I N O » Steve Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora