D E S T I N O » Steve Rogers

XIX «Michigan»

Siete de la mañana en punto, entraban al centro de vuelo. Steve caminaba a su lado, cerca. Ángela caminaba apresurada, necesitaba llegar con Nat. Más que nunca, ahora necesitaba un consejo.

Aún no llegaba pero estaba Peter y Wanda. Podría hablar con ellos.

Parker estaba en su traje de spiderman hecho por Tony. En cuanto la vió le gritó con alegría. Al verlo, Bloom se alegró también. Podría quitarse a Steve de encima, comenzaba a agobiarla.

Podría hacer juego con Peter, producto de sus nervios, así que no lo dudó y comenzó:

—¡Por Odín! ¡El hombre araña me conoce! ¡Él sabe mi nombre! ¡Él lo sabe! ¡Spiderman sabe mi nombre! —Gritó emocionada acercándose a él a modo de fangirl.

Peter se desconcertó pero tenía una sonrisa en el rostro y le siguió el juego:

—¡Claro que sí! Eres una chica linda y yo soy spiderman, debo conocer a todas las chicas lindas —Guiñó el ojo de forma tierna.

Ella sonrió ampliamente.

—¿Podrías darme un autógrafo? ¡Por los nueve mundos, creo que me desmayaré! —Exclamó echándose aire con las manos actuando como si lo necesitara.

Peter sonrió.

—Claro, ¿Tienes un bolígrafo? —Preguntó y Ángela sacó uno de su bolso—. Sólo por ser tú, será gratis —Sonrió—. Pero por favor no te desmayes o el capitán me matará.

Él firmó la muñeca de la chica en ausencia de una libreta. Ella ignoró lo último por completo.

—¿Nos tomamos una selfie? —Preguntó ella emocionada, aún en su papel de fangirl.

Él aceptó y ella tomó la foto posando junto a él.

—¡No puedo creerlo! —Chilló después de tomar la foto—. Yo, Ángela Bloom, tengo un autógrafo y una foto con Spiderman ¡Soy tan afortunada!

—¿Podemos dejar de jugar? —Preguntó Natasha al llegar.

Llevaba una chaqueta de cuero negro y unos lentes de sol oscuros con su pelirrojo cabello suelto.

Ángela sonrió y la saludó de beso junto a un abrazo.

—Yo también te extrañé —Dijo Natasha cuando sintió el abrazo de Ángela asfixiarla.

La chica rubia sonrió y se separó de ella. Miró a Peter de vuelta y recordó que Stark no lo había dejado ir.

—Pete, ¿Tony no había prohibido llevarte a la misión? —Preguntó Ángela mirándolo.

Él asintió.

—Fury me dió permiso de ir a escondidas del señor Stark —Susurró—. Antes de que llegue debo esconderme en la nave.

Ángela pensó un poco en ello. Le recordaba a cuando Steve no quería que ella fuera a las misiones y debía hacer lo mismo que Parker. Sonrió.

—Me recuerda a alguien —Dijo Natasha mirando a Steve.

Él la miró un poco molesto mientras cruzaba sus brazos.

—Creo que estoy de acuerdo con Stark —Miró a Romanoff—. Tienes familia a quien rendir cuentas después, Peter —Ángela habló suave mirando al chico.

—Yo puedo hacerlo, lo prometo. No me pondré en riesgo, te lo aseguro —La miró esperanzado—. Por favor no le digas al señor Stark.

Pensó un segundo. Ella había pasado por lo mismo y no le había gustado nada que la excluyeran, así que asintió.