XIII «Misión»

1.8K 96 22
                                    

Al llegar al cuartel general de los vengadores llamaron inmediatamente a Wanda y a Hill para que Steve diera órdenes.

—Irán en el barco a modo de "vigilantes" de la información porque es "valiosa" —Explicó Hill, haciendo comillas—. Zarparán en una hora, su viaje es de Manhattan a Florida pero sabemos que atacará antes de siquiera llegar a la mitad del viaje... Como siempre —Susurró lo último—. Sabemos que puede alterar la realidad, que tiene ciertos dotes de magia que crea ilusiones. Muchas veces se cree ver algo pero no es así, deben tener mucho cuidado.

—Bien —Habló Steve, inmediatamente—. En cuanto aparezca, debemos hacerle creer que no se puede llevar la información. Wanda, te escondes y a mí señal crearás una distracción tal que lo confunda. Sabes cómo meterte en la cabeza de los demás, confío en que lo confundirás. Destruyelo desde adentro. Mientras tanto, Ángela, lo enfrentarás. Querrá pelear contigo así que, mientras ustedes están en ello, iniciamos un ataque sorpresa. Entonces Bloom, lo contienes en uno de tus campos de fuerza —Ordenó—. Suena sencillo pero será complicado. Lo que les digo es un cometido, está claro que va a dar lucha y sé que todos estamos capacitados para que así sea.

Steve hablaba de esa forma debido a que Wanda era nueva en cuanto a las misiones así que quería darle confianza.

—Por supuesto —Asintió Ángela.

—Claro —Contestó Maximoff.

La hora pasó rápido, Maximoff entrenaba mientras Rogers la supervisaba.

Subieron al barco y todos estaban en su papel. Todos llevaban sus trajes, Ángela aún no le decía a Stark sobre uno nuevo así que tuvo que usar su armadura.

Steve dió las órdenes de cubrir la superficie del barco, Wanda en la popa, él en la proa y Ángela en término medio.

Bloom, en un principio, estaba totalmente enfocada a escuchar o mira el mínimo detalle para atacar, pero de un momento a otro, el mar atrajo su atención. Lo estaba mirando con tanta tranquilidad que comenzó a perderse entre tanta agua. Su audición se agudizó para estar alerta pero no evitó el hecho de que su vista se cegara y su mente divagara.

Tenía tantas cosas en la mente que la abrumaban, sentía la necesidad de buscar una solución a sus problemas lo antes posible aunque simplemente no podía en ese momento.

Entonces, cuando más vulnerable estaba, la marea comenzó a subir de forma brutal, a tal grado que parecía una enorme ola que aplastaría a todo el barco. Ella dió un par de pasos hacia atrás ideando un plan para evitarlo.

Nada pasó por su mente más que gritar:

—¡Pónganse los chalecos salvavidas! ¡Rápido! —Gritó lo más fuerte posible.

Trató de congelar el tiempo para ganar tiempo, pero una extención del agua en forma de brazo la golpeó violentamente y tan de repente que fue imposible usar sus poderes.

—Eres tú —Susurró Ángela al levantarse—. ¡Muéstrate, cobarde! —Gritó.

—¡Ángela! ¡¿Qué sucede?! —Preguntó Steve no entendiendo nada de la actitud de la chica.

A los ojos del capitán, la marea estaba en calma, Ángela cayó violentamente lejos de él sin razón aparente y gritaba a la lejanía del mar.

—¡¿Qué no lo ves?! ¡Está ahí! —Gritó señalando la enorme ola que seguía en pie.

Otra extención del agua la golpeó mojandola completamente y haciéndola tragar agua. Toció un par de veces y miró a la ola gigante que ya se aproximaba a golpearla otra vez pero ella actuó rápido y le lanzó un rayo directo al brazo de agua contrarrestandolo, sin embargo éste seguía consumiendo agua para desistir el golpe.

D E S T I N O » Steve Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora