Natalia
-Señorita Robledo.-un señor de traje llamo mi atención.-Soy su director tengo entendido que viene de México.-asentí.-Bueno, bienvenida a Argentina y a nuestro colegio.-le di una sonrisa lo más sincera posible.-Este es su horario, la primera clase ya va a la mitad, espere a que se acabe para llevarla a su salón.-asentí nuevamente.-Y dígame, ¿porque un cambio tan drástico?
-A mi papá le ofrecieron un trabajo acá y bueno acá estamos.-mentí, era una mentira, en realidad me habían hechado de varios colegios en México, mala conducta, mala reputación que dañaba la imagen de la escuela, malas calificaciones, no me aceptaban en ninguno lado y mi padre no sabía que hacer, y bueno se le ocurrió venirse hasta otro país para que pudiera seguir estudiando, lo normal.
-Me alegro que su padre haya aceptado la oferta, en unos minutos acaba la primera clase, sígame la llevaré a su salón.-le seguí el paso en silencio, se dirigió hacia el edificio 3 y subimos dos pisos.-Aqui es su salón, las primeras 4 horas la pasará aquí.-apunto mi horario explicando.-Y las últimas 2 en el salón 19 que está en el edificio 1.-toco la puerta de aquel salón para proceder abrirla.-Buenos días.-entro al salón conmigo siguiéndole.-Les traigo a su nueva compañera, adelante.
-Soy Natalia, tengo 18 años y soy de México.-mire nerviosa al todo el salón, el Director me indicó dónde sentarme para luego salir del salón acompañado del profesor.
Sentía la mirada de todos, no aguante más y hable en voz alta.-Miren, seré clara.-me acomodé en mi asiento llamando la atención de todos.-No quiero problemas con nadie, si vine a estudiar hasta Argentina porque en México no me aceptaban en ningún colegio que les hace pensar que quiero más problemas.
-Porque no te querían?-hablo una rubia que desde kilómetros se le veía que era la "abeja reina" del colegio
-Bueno, Barbie...-suspire.-Puede ser por mala conducta, malas calificaciones o venta de drogas.-enumere con los dedos.-Adivina cuál...-me acomodé de nuevo en mi asiento dejando a todos con la duda.
Era duro estar en un colegio en otro país y estaba harta en tan solo el primer día.
Había llegado el receso salí a dar una vuelta y explorar aquellos edificios.
Me había alejado bastante de los edificios que se estaban ocupando y llegué a dos abandonados, escuche unas voces y dude en ir, digo me faltaban amigos, aparecí de la nada detrás del grupo de chicos que estaban fumando.
-Seria una lastima que alguien fuera a avisar al Director, no creen?-me apoyé en la pared mirando directamente hacia ellos.
-Eu, Quién sos?-un chico un poco más bajito que yo habló claro.
-Soy nueva y tengo que dar buena imagen al Director, si me disculpan iré a avisarle de lo están haciendo o...-mire al grupo de 4 amigos que miraban atentamente con el ceño fruncido.
-Que querés?-me quedé en silencio y apunte con la mirada lo que estaban fumando.-Fumas?-me acerqué lentamente hacia él, le quite el porro y le di varias caladas para luego lanzarle el humo a la cara.
-Decías?-susurre cerca aún de su cara.-Bueno, chicos.-mire a los otros 3 que veían la escena atentamente.-Me llamo Natalia, díganme como les de la gana.-me senté frente de ellos
-De dónde sos?-un pelinegro me miró pensativo.
-Bueno, soy de México...-suspire.-No se nota? Mi pinche acento?-le pase el porro a un castaño.-Como se llaman ustedes?
-Mateo.-respondió rápido el más bajito.-El se llama Damián.-apunto al pelinegro ojiazul.
-Me llamo Martin.-hablo el castaño al que le había pasado el porro.-Y el es Pablo.-apunto al rubio.
-Bueno, chicos un gusto conocerlos.-suspire.-Se ven que son re buena onda.-me pare del piso.-Pero me tengo que ir, tengo hambre.
-Eu, no querés juntarte con nosotros?-Damian hablo nervioso.-Digo, si querés.
-Pues no es mala idea, solo déjenme unos días para despistar y dar imágen que soy "chica buena".-escuche el timbre.-Saben que? Olviden lo que dije , me quedó lo que resta de la mañana con ustedes.-estos rieron y me pasaron de nuevo el porro
-Y se puede saber porque te veniste desde México a Argentina a estudiar?-Pablo habló con curiosidad.
-Pues me no me me querían en la mayoría de los colegios allá, me echaban de todos porque "dañaba la imagen del colegio".-hice comillas en el aire con mi dedos.-Y en vez de acabar el colegio en línea o algo así mi padre me trajo hasta acá para mí última oportunidad.
-Y porque te echaban?-Mateo hablo concentrado mientras hacia otro porro.
-Bueno, al principio era mala conducta y malas calificaciones pero lo que detonó todo fue que me descubrieron vendiendo droga.-me miraron extrañados.-Si, chicos no me vengan con esta madre de que hago aquí fumando porros si me expulsaron por vender droga.-suspire.-Una cosa es venderla y otra consumirla, ahora la consumo.
-Mira, con que no se enteren y no te busques problemas, todo bien Natu.-asentí.-Se ve que nos vamos a llevar bien.-hablo Martín
-Te vamos a explicar un poco como funciona esto, hay varios grupitos como en todos los colegios.-dio una calada al porro.-Es obvio lo que somos nosotros.
-Los drogadictos sin futuro que por alguna razón no los han corrido?-pregunté divertida
-Solo iba a decir drogadictos pero bueno.-Mateo subió los hombros indiferente.-Están pues los populares, los deporti...
-Si si si, ya se que tipo de personas hay, si he ido al colegio antes no soy pendeja, Mateo.-suspire.-Pero bueno chicos, cuénteme de ustedes...
Ambos sonrieron y se sentaron frente mío.
