Valentín
-Siéntate aquí mientras voy a preparar todo, ¿Okey?-el chico salió de la pequeña sala, mire a Natalia que estaba nerviosa.
-¿Estás segura?-suspiro y asintió.-Tambien me voy a perforar.-me miró sorprendida.
-Valen, no tienes que hacerlo si no estás seguro.-puso su mano en mi mejilla.-No lo hagas porque sientes presión, házlo cuando estés listo.
-Me siento listo...-susurre.-Estoy contigo que más podría pedir aparte es mi cumpleaños no me lleves la contra.-levanto sus manos haciendo como que se rendía.
-¿Te harás el de la ceja?-asentí.-¿Sabes?-tomo mis manos.-Te vas a ver estupendo.-paso sus brazos por detrás de mi cuello y me atrajo hacia ella.
-Lamento interrumpir pero hay que empezar esto, chicos.-nos separamos, tomó mi mano y se recargo en la silla.
Natalia.
-Bien, ¿Que tal me queda?-di unos "saltitos" emocionada.
-Tremenda diosa que sos.-me beso la frente.-Sigo yo, deséame suerte...
-Tranquilo, no tardarán nada.-se recostó en otra silla, me senté a su lado.-Son rápidos.-me tomó de la mano, cerró sus ojos y suspiró.
-A la cuenta de tres pasaré la aguja, ¿listo?-el chico del local marco con marcador la ceja dónde iba a perforar.-Uno...dos...-paso la aguja, me apretó la mano.-Ahora pasaré el arete.-asintió, paso un extremo del arte y puso la bolita de la otra punta para cerrarlo.-Estás bien, ya está.
Abrió los ojos y me miró.
-¿Que tal me queda?
-Estas Divino!-me sonrió, me dió un pequeño beso en la mejilla.-¿Cuánto va a hacer?-mire al chico que estaba guardando unas cajas.
-Serían 1,962 pesos entre los dos.-asentí, saque el dinero que tenía y pague.-Que tengan buena noche, hasta luego!-salimos tomados de la mano y caminamos en silencio sin algún rumbo.
-Mi madre me sigue llamando.-lo voltee a ver, tenía su celular en la mano.
-Estas a tiempo de ir, ¿no?-asintió.-Bueno, pues ve.-negó.-Vamos, Valen si quieres ir estás en todo tu derecho.
-No quiero, quiero estar contigo...-me miró a los ojos.-No se cuánto tiempo puedo estar contigo antes de que te vayas a México.-cerré los ojos y suspiré.
-Esto era lo que no quería...-se cruzó de brazos.-No quería que te sintieras mal por eso, quiero disfrutar el tiempo que tenga contigo sin pensar en el mañana o en el que me voy a México...-nos sentamos debajo de un árbol, me recosté en sus piernas mientras pasaba su mano por mi cabello.
-¿A qué parte de México te vas?-lo miré.-Es curiosidad...-susurró
-A Monterrey...-suspire.-¿Sabes qué horas son?-saco su celular.
-Casi la una de la mañana.-estire mis brazos.-¿Estás cansada? Podemos ir a dormir a mi casa.-lo mire sorprendido.-Mis padres siguen en el restaurante, esperándome y la reservación termina a las dos.-lo pensé unos minutos.-¿Te parece bien?
-Que más da, vamos.-nos levantamos del césped y caminamos abrazados hacia su casa.-¿Estás seguro, Valen?-
-Tranquila Natu, no pasará nada.-saco sus llaves.-El que debe de tener miedo soy yo.-abrió la puerta lentamente y entro sin hacer mucho ruido.-Pasa, no hay nadie.-entre a paso lento, cerró la puerta detrás mío y tomo mi mano.-Vamos a mi habitación.
-Al fin, estoy súper cansada, con sueño y frío.-me dejé caer en la cama y cerré los ojos.
-¿Porque no me habías dicho que tenías frío?-suspire.-Toma, cámbiate para que duermas más cómoda si quieres.-me dió un buzo y un pantalón de pijama.-Ire por un vaso de agua, ¿Quieres algo?-negué.
Salió de la habitación, tome la ropa y empezé a desvestirme. Me puse su sudadera y me abrase a mi misma, tenía su aroma y eso me hacía demasiado feliz.
La puerta se abrió y sentí sus brazos rodearme por detrás.-Te queda mejor que a mí.-me voltee, tome su cara y lo besé.-Vamos Natu, es tarde.-asentí, me acosté en un extremo de la cama, me hice bolita y sentí como me cubría con las cobijas.
Se acostó a mi lado, me pegue a su pecho, todo era silencio tranquilo, solo sentía su respiración y su tacto al pasar las yemas de sus dedos por mi brazo.Valentín.
Baje las escaleras tratando de no hacer ruido, mi madre había estado tocando mi puerta anoche cuando llegaron del restaurante, por suerte Natalia no se había dado cuenta.
Tomé un vaso de leche y un paquete de galletas, volví a subir a paso lento hacia mi habitación.
-Valentín...-escuche la voz de mi madre detrás mío, cerré los ojos y maldije por lo bajo.
-¿Que pasó?-la voltee a ver tratando de no verme lo nervioso que estaba.
-¿Se puede saber dónde estabas ayer? Te estuvimos esperando por casi tres horas, te llamaba y no contestab...-guardo silencio y miro mi ceja derecha.-¿Que mierda te hiciste, Valentín?-tomó mi mentón, moví su mano.-Esto tiene que ver con esa niña, ¿No? Esa tal Natalia, es más ni se para que pregunto si ya se que estabas ayer con ella ¿O me equivoco?-se cruzó de brazos.
-No, no te equivocas.-me metí a mi habitación y cerré la puerta lo más rápido que pude, seguía dormida y eran casi las 9 de la mañana, dejé las cosas en el escritorio y me recosté a su lado, pase mi mano por su cabello y lo acomode detrás de su oreja.-Natu, despierta.
-Solo unos minutos más.-susurro y se llevó los brazos hacia la cara.-Tenía semanas que no dormía bien.
-Mi madre ya sabe que estoy en casa tenemos que irnos.-quite sus brazos de su cara.
-¿A dónde vamos a ir?-suspiró, abrió los ojos y me miró.-Pero miraaa, que pibe más lindo tengo frente mío.-sentí como me ponía rojo, negué divertido.-Ya, dale.-se sentó.-¿A dónde vamos?
-¿Cómo que a dónde vamos? Natalia, todavía tenemos tres días de clases y la graduación.-rodeo los ojos.
-Habia olvidado por completo las clases y la graduación.
-¿Vas a ir a la graduación?-levanto los hombros indiferente.-Oh vamos, tienes que ir, tenemos que estar juntos.
-Lo pensaré.-salio de la cama y tomo su ropa que estaba doblada en una silla.-¿Te puedes voltear para cambiarme?-asentí y mire hacia la ventana.
-¿Por dónde voy a salir?-fruncí el ceño.-Digo, para que tú madre no me vea.-niegue.-Ya puedes mirar.
-Vas a salir conmigo.-me miró sorprendida.-Me da igual lo que diga, ya somos novios, ¿no?-asintió.-Solo deja me doy un baño y nos vamos.-me levanté de la cama.-Ah, ahí te deje un vaso de leche con una galletas.-me sonrió.-Bien ahora vengo, no tardó.
