Natalia
-En unos minutos les iremos hablando por su nombre en orden alfabético para entregarles sus resultados.-el Director avisó mientras tomaba unas cajas con sobres dentro, éramos casi 100 alumnos esperando resultados.
Tomé mi celular y le mandé mensaje a Valentín "Estoy demasido emocionada por verte en tú cumpleaños pero estoy re nerviosa por los resultados", a lo minutos me respondió "Te ira de maravilla, estoy emocionado por el día de hoy, te mando mensaje cuando llegue al colegio"
Guardé mi celular, recargue mi cabeza en el respaldo de la silla esperando mi turno, lo bueno es que iban llamando rápido.
Faltaban 4 letras para mí Apellido, un mensaje de Valen me llegó "Estoy a 5 min, te aviso cuando llegue", no le respondí pero una sonrisa se dibujo en mi rostro.-Robledo, Natalia Robledo Hernández.-me levanté de la silla y fui hasta donde estaban entregando.-Mucha suerte, señorita.-el Director miraba a los lejos, sonreí y asentí. Caminé hacia afuera del edificio, con el sobre en mi manos temblorosas.
Me pare a unos pasos de la puerta y abrí el sobre desesperada, saque la hoja y leí los puntajes de cada materia, llegué al final."Aprobado"
Una sonrisa se dibujo en mi rostro, mi celular sonó "Ya estoy afuera" , Salí corriendo hacia donde se encontraba.
Lo ví, ahí tan sonriente, me miró con ternura, mandé a la mierda todo y corrí hacia él.-Natu, ¿Cómo te fué?-no respondí y me lancé a abrazarlo.-¿Todo bi...
Lo besé, me respondió el beso, puso sus manos en mi cuello.
-Me fue de maravilla pero eso ahora no importa.-susurre en sus labios.-Estoy dispuesta a arriesgar todo por intentar algo contigo.-una sonrisa se dibujo en su rostro, sus ojos se iluminaron, me volvió a besar.
Valentín.
-Espera aquí, voy a dejar las cosas y avisarle a Martha que llegaré tarde.-asentí y entró a la casa, me senté en la vereda a esperarla. Aún no me creía lo que estaba pasando en este momento, ¿Natalia me besó?, la puta madre.
Sonreí como pelotudo al recordar ese beso, era mi primer beso.-Oliva, ¿Que haces aquí?-Damián me miró molesto, iba llegando con lo demás.
-Estoy esperando a Natalia, vamos a salir.-hable lo más tranquilo.
-Oliva, Hoy es tú cumpleaños ¿Verdad?-Pablo me preguntó, asentí.-Feliz cumple, al fin eres legal.-me dió un pequeño abrazo el cual acepte.
-Feliz Cumple..-Martin y Mateo me dieron unas palmadas en la espalda.-¿Van a salir tú y Natu?
-Gracias chicos y sí, vamos a salir.-sonreí emocionado.
-Que se diviertan, cualquier cosa que necesiten llámenos.-asentí, Natalia salió de la casa con ropa diferente, una pequeña mochila y una caja de regalo.
-Chicos, les tengo buenas noticias.-se paro frente a ellos.-Aprobé el maldito exámen.-la abrazaron todos a la vez y hablaban emocionados.-Luego festejamos eso, tengo que ir con Valen.-ellos asintieron menos Damián que estaba sentado en la parte trasera del coche.
Natalia caminó hacia mí, me sonrió y tomo mi mano.-No estoy segura si te guste, tarde días en saber que regalarte.-puso la caja en mis manos.
-Sea lo que sea estoy seguro que me encantará aparte no tenías que molestarte, ya me has dado el mejor regaló.-me sonrió de lado, puso sus manos en mis mejillas y me besó.
-¿Me estás jodiendo, Natalia?-el grito de Damián se escuchó detrás nuestro.
-Dam, tranquilo.-Martin lo tomo del brazo.-Ella es libre, no te pertenece y no está obligada a corresponder.
-No tengo que darte explicaciones, Damián.-Natalia lo miro sería, me tomó de la mano.-Vámonos, Oliva.-dimos media vuelta y seguimos caminando en silencio.
-¿A dónde vamos?-subió los hombros.
-Algún lado...
Natalia.
-Nunca había venido a este lugar, tampoco tenía idea de que existía.-me senté en el pasto del aquella pequeña montaña que daba un poco al sol, el se sentó a mi lado.
-¿Te gustó el regalo?-el asintió y abrazo el buzo en sus brazos.-¿Puedo besarte?
-No, se va a enojar mi novia.-lo mire confundido.
-Para...¿Somos novios?, Digo es que no me has preguntado.
-Mierda, es cierto.-volteo hacia los lados.-Espera aquí, no tardó.-se perdió detrás de unos árboles, a los minutos salió con un par de flores.
-¿De dónde sacaste eso?-solté una risa.
-Natalia Robledo, ¿Usted quiere ser mi novia?-me tendió las pequeñas flores, sonreí y asentí.
-No tenías que pedírmelo estaba jodiendo pero claro que quiero ser tú novia Valentín.-puso las flores detrás de mi oreja, pase mis brazos detrás de su cuello.
-Ahora si me puedes besar.-susurro cerca de mi cara, mordí mi labio y solté una risita, unimos nuestras labios en un beso profundo y lento.
Me recosté en el pasto aún besándonos, nos separamos por falta de aire, nos miramos a los ojos, el acarició mi cara con sus dedos y nos volvimos a besar.
Metí mi mano dentro de su remera, se separó al instante y quitó mi mano.
-Perdona, me deje llevar.-lo mire a los ojos, se había puesto rojo.-En serio perdón, Valen.-hable nerviosa.
-No pasa nada solo que bueno.-trago saliva.-¿Tú sabes que soy virgen, no?-asentí nerviosa.
-Lo sé y no era mi intención solo me deje llevar, no tengo ningún problema con eso y menos te voy a presionar para hacerlo.-se quitó de encima y se sentó a mi lado.-Perdón por incomodarte.-susurre, paso su brazo por mis hombros y beso mi cabeza.-¿Tienes hambre? Vamos a comprar algo de cenar.-me paré, tome su mano.
Caminamos hacia un puesto de hamburguesas, pedimos la comida y nos fuimos a sentar en la vereda a esperar.
Su celular sonó repetidamente, lo vió y apagó.-¿Es tu madre?-asintió
-Me están esperando para irse al restaurante.-mordí mi labio.
-Puedes ir si quieres.-negó.-¿Seguro?
-Seguro.-tomo mi mano y la beso.-¿A dónde iremos después de cenar?-levante los hombros.
-No tengo planeado algo solo estoy dejando que las cosas fluyan.-mire los locales que estaban alrededor, sonreí al ver un local de tatuajes y piercings.-¿Que tal si me acompañas a hacerme una perforación?
-¿Después de cenar?-asentí emocionada.-Si tu quieres, ¿Dónde te vas a perforar?-pensé unos minutos.
-Tal vez me haga el septum.-toque mi nariz.-A ti te quedaría bien una perforación en una ceja, ¿Que opinas?, Claro si quieres.-subió los hombros indiferente.
-Dejame pensarlo...
-Claro.-nos llamaron para entregarnos las hamburguesas, pague y fui hacia donde estábamos sentados, empezamos a comer mientras hablamos de cosas sin sentido y reíamos.