Valentín.
Estaba en un taxi con Natalia y la madre de Damián yendo hacia la casa de este, los demás iban en el coche de Mateo, voltee a verla que iba distraída mirando hacía la ventana, tenía la mirada perdida, estaba demasido pálida, sus ojos los acompañaban unas ojeras y sus labios estaban secos y partidos.
No sabía que tenía, que era lo que me hacía no querer separarme de ella, o si era ella la que me estaba alejando, ella suspiro y dejo caer sus manos hacia los costados mientras recargaba la cabeza en el asiento con los ojos cerrados, tendí mi mano para entrelazar mi mano con la suya, al instante del roce de mi piel con la suya volteó a verme confundida. Levanté mis hombros y le sonreí con sinceridad, me respondió con otra sonrisa y siguió sujetando mi mano.Voltee a mirar por la ventana hasta que me encontré con la imagen de mi madre en la plaza al parecer buscándome.
-Mierda.-susurre, la madre de Valentín me miró por el espejo.-Perdonen, ¿puedo bajarme aquí?-solté la mano de Natalia que me veía desconcentrada, el taxi paro.-Te veo luego, te quiero Natu.-le di un beso en la frente y baje del taxi lo más rápido posible, caminé apresurado hacia donde estaba mi madre.-¿Que pasa?-hable una vez que estaba a sus espaldas.
-¿Dónde mierdas estabas?-me tomó del brazo haciéndome daño.
-En el hospital con Natalia, está enferma.-me solté de su agarre.-Por favor, ya métete en la cabeza que voy a ver mayor de edad en unas semanas.-me cruze de brazos.
-No, Valentín no.-me sujeto de nuevo.-Esa niña te está cambiando...No eres el mismo.-la mire a los ojos y le sonreí.
-¿Que no soy el mismo?-solté una risa y asentí.-Obvio que cambió, no siempre iba a hacer lo que ustedes me dijeran.-di media vuelta dejándola sola con las palabras en la boca.
Natalia.
"te quiero Natu" esas palabras resonaban en mi cabeza, era la primera vez que me decía que me quería, no sabía de qué forma me quería pero lo hacía y eso me daba años de vida.
-Natu, ¿estás cómoda?-Pablo entró a la habitación de visitas dónde me quedaba en la casa de Damián.-¿Ya te sientes mejor?-se sentó a mi lado, al borde de la cama.-¿Quieres algo?
-Estoy mejor.-le sonreí.-Pablo...-susurre llamando su atención.-¿Que opinas de Valentín?-el subió los hombros indiferente.
-Es un buen pibe pero no sabe lo que quiere, apenas está descubriendo lo que le gusta.-me tomó de la mano.-Es por eso que te decíamos que nosotros somos mala influencia para el, es como un bebé, si nos ve haciendo algo el también lo va a querer hacer.-asentí.-Te gusta, ¿Cierto?-lo mire a los ojos y suspiré.
-No estoy segura...-susurre.-Nunca había sentido algo así por alguien.-recargue mi cabeza en la almohada.-¿Y si yo no le gusto?, ¿Y si solo soy una ruina para su vida?
-¿Y si no lo eres?, ¿Y si le gustas?-me sonrió y suspiró.-Nada pierdes con intentarlo, a la mierda sus padres, a la mierda tu padre, a la mierda todo... arriésgate si de verdad te gusta.-me dió un beso en la frente.-Sabes que te queremos como si fueras nuestra hermana, siempre vamos a estar ahí junto a tí apoyándote en lo que realmente te hace feliz.
-Pablo, ¿puedes decirle a Valentín que lo veo en la plaza a media noche?-el asintió.
-Lo haré solo si ya te sientes mejor, y si comes algo.-dude unos minutos y asentí.-Tienes que alimentarte Natalia.-salió de la habitación y a los minutos entró Martha con una charola de comida en sus manos.-Esto es mucha comida...-susurre y tomé la charola para ponerla en mis piernas.
-Es lo que tienes que comer, no queremos que te pase algo más grave.-me acarició tu cabello.-Llamo tu padre...-solté el tenedor y la mire sorprendida.-Dijo que te quedarás aquí, que te olvidarás de él...-mordí mi labio y cerré los ojos.-Natu, hija.-sentí su mano en la mía.-Sabes que aquí tienes una casa, puedes quedarte aquí por el dinero para pagar el instituto no te preocupes, mira pueden darte una beca como la que tiene Damián para que no pagues tant...-rompí en llanto.
-Extraño mucho a mi mamá...-dejé la charola de comida aún lado.-Me hace demasiado falta, estoy jodida...-me lleve las manos hacia mi cara para limpiarme las lágrimas pero era en vano ya que salían más y más.-No quiero ser una carga para ustedes, solo debería irme a la mierda, irme de aquí...-tomé aire.-Irme y nunca regresar.-me pare de la cama ignorando aún los mareos.-Tengo que irme.-tome mi buzo y baje
las escaleras a paso rápido, pase por la sala ignorando las voces de los chicos y sus intentos de detenerme.Caminé rápido aún con mareos y náuseas hacia mi casa, tenía que hablar con él, tenía que explicarme todo.
Toque la puerta repetida veces hasta que me abrió una mujer de unos 40 años.-¿Que se te ofrece?-me temblaban los labios y las palabras no me salían.-¿Eres Natalia?-miró una foto mía que estaba colgada al lado de la puerta.
-Cariño, ¿Quien es?-mi padre apareció detrás suya, los mire confundida.
-¿Cariño?, Papá...-hable con la voz cortada.-Necesito hablar contigo...-el le susurró algo y la apartó aún lado.-Por favor déjame explicarte, yo...yo tuve un ataque de ansiedad, terminé en el hospital.-me miraba sin expresión alguna.-Por favor perdóname, te juro dar todo de mí, ser mejor hija, mejor estudiante, mejor en todo.-me limpie las lágrimas con el dorso de la mano.-Por favor papá, no me dejes sola...no dejes a tu única hija sola.
-Natalia, ya no eres mi hija...-su mirada era fría.-Lo dejaste de ser desde que mataste a tu madre...
-Yo no la maté, lo sabes...-susurre.-Sabes que fue un accidente.-aquella mujer apareció detrás de el con una maleta en una mano y en la otra una pequeña niña.-¿Papá?, Por favor...-le suplique una vez más.-tomo la maleta y la aventó a mi lado.-No me hagas esto, papá...-sentí el golpe de la puerta en mi cara, mis piernas no soportaron más y caí de rodillas hecha mierda.-Por favor, papá...-hable entre llanto, golpe unas veces más la puerta pero no obtuve respuesta alguna, dure unos minutos más sentada en la vereda tratando de calmarme, tome mi celular que tenía llamadas perdidas y mensajes de los chicos.
Le mandé un mensaje a Valentín para confirmar vernos y poner otra ubicación ya que si iba a la plaza ellos iban a ir a buscarme.