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—¡Yah! — el castaño se quitó del agarré no tan fuerte de la rubia, una vez que ya estaban fuera del ojo de la gente.—  Dime que hacías con mi Hyung.

La chica giró sus ojos, ya estaba comenzando a artarse de la actitud del castaño, la cual no  conocía.

—Ya cállate. Solo platicaba con tu hyung — hizo comillas con sus manos al decir la última palabra—  que las personas normales no puede hablar.

Taehyung alterado chasqueo la lengua— Si, pero... Sabes que es un idol y hay que tener cuidado.

Con ese tono de egocentrismo cómo le habló el castaño la castaña sentía una molestia en su pecho, sabía que era pero no quería aceptarlo, la actitud del chico estaba cayendole mal a la rubia. A Seul nunca le gustó que personas con más poder en economía o en ofició le tratazen así, inferior.

— Ni que nos hubieran visto muchas personas — la rubia hizo un puchero, se sentía regañada y con la mirada que le regalaba el castaño se sentía pequeña.

— Eso dices tú, pero cuando salga alguna nota de que mi Hyung está en una "relación" — remarcó esa palabra — te demandaré.

«¿Pero que?, Está exagerando» dijo la chica en su mente.

— Como sea, ya estás advertida. Me voy — el castaño pasó chocando su hombro con el de la rubia, ella solo bufo enojada y se fue a sentar.

(...)

— ¡Por fin! —Seul suspiró contenta al sentir el viento del campo en su rostro.

Todo su viaje en el tren la paso tranquila, pensando en que harían sus abuelos y escuchando música, el tema de Taehyung y el muy extraño pero feliz encuentro con el líder de su grupo favorito.

Ella todavía pensaba en toda la buena suerte que debe de tener, solo esperaba que como vino la suerte también se vaya.

— Hola, halmeoni, ya llegué.—La señora de unos sesenta años de edad, con algunas arrugas adornaban sus ojos rasgados en su pálido rostro, la señora se acercó a la rubia con una sonrisa.

— Que bueno que estés aquí, te extrañamos, tu abuelo, HeeHyung, JinDoong, más JinDoong y JinDang ellos quieren platicar contigo, de algo de una banda, no lo sé.— la señora se separó del abrazo y llevo a la chica a su habitación.

HeeHyung era su tía, era muy joven para ser su tía, pero un embarazo a temprana edad es la que trajo al mundo a los mellizos; JinDoong y JinDang, ellos son unos niños de trece años, y lo que compartían con su prima favorita –y la única que tienen– era que también les gustaba mucho BTS.

—¡Seul unnie!

¡Seul noona!

Dos pares pies bajaron de las escaleras rápidamente, eran los mellizos empujando se y poniéndose el pie para ver a su prima.


—Hola—los dos la abrazaron muy fuerte— le van a sacar el almuerzo a esta chica —ellos se quitaron y se disculparon.

Noona, está muy flaca, ¿Está comiendo bien? —un preocupado JinDoong le acercó una bolsa de papitas a la rubia.— tenga coma algo sano.

—Tonto, le dices que está flaca y ella debe de comer algo sano y le das papitas. ¡No!— JinDang le quitó la bolsa a su hermano y se metió un puñado de estas a la boca, su hermano la miró con incredulidad — esto lo puedo comer yo, unnie debe comer sano, ella ya es mayor y yo solo soy una niña.

Las mayores soltaron una carcajada al ver la pelea de estas pequeños.

Ella amaba cada ves que veía a su familia, algo en su pecho se llenaba, era algo que cuando ella estaba en la cuidad no sentía, necesitaba.



Editado: 23/02/20






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