Engaño De Amor (En proceso)

Capítulo 20

Escucho una molesta melodía a lo que estiro mi mano tratando de alcanzar el despertador

¡Joder! Que ya ni dormir dejan a uno

Después de tanto andar tanteando encuentro el despertador y óptimo el botón de apagar volviéndolo a dejar en su lugar, pero después de unos minutos vuelve a sonar esa melodía a lo que vuelvo a tomar el despertador y vuelvo a presionar el botón de apagar, mas éste no para de sonar así que abro los ojos para ver el despertador el cual efectivamente sigue apagado y caigo en cuenta de que el que está sonando es mi móvil

- ¿Pero qué rayos? - me levanto de la cama en busca del aparato inteligente que a interrumpido mi dulce sueño, doy una mirada rápida a todo a mi alrededor y veo que todo esta tirado, que hay vidrios por todas partes, que hay una botella de Vodka vacía en el suelo.

Entre todo ese tiradero veo mi móvil en el suelo a lo que me agacho para cogerlo y descolgar sin mirar el nombre de la persona que ha hecho la llamada

DESCONOCIDO

- Habla - le digo a la persona del otro lado de la línea
- Buenos días, perdón si te desperté solo quería saber cómo te encuentras - habla una voz ronca muy conocida
- ¿Cómo rayos conseguiste mi número? - pregunto
- Eso no importa, anoche te fuiste muy enojada y no quise seguirte porque pensé que querías tu espacio, por eso te dejé sola -
- Pues pensaste bien, no te convenía seguirme - le digo viendo la puerta de mi habitación en la cual hay un papel debajo
- Sí, ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien?  -
- Sí, bien - digo caminando hacia la puerta
- ¿Enserio? Qué bueno... -

- Ajá - digo poniéndome de cuclillas tomando el papel
- ¿Has visto a El Diablo? Perdón a Will - escucho el nerviosismo en su voz al preguntar por mi hermano
- No ¿Por qué? - pregunto abriendo el papel
- Solo pregunto porque después de que tú te fuiste el salió hecho una furia gritándole a todos que nadie se metiera contigo porque no solo eres la Pimpernel sino también la hermana del Diablo - al escuchar eso me levanto
- Pero ¿Quién se cree? Si antes de que me enterara de que mi hermano era el famosísimo Diablo yo ya era la Pimpernel, yo sola creé mi fama, mi reputación, no necesite de la ayuda de nadie, mucho menos de un hombre yo siempre me e sabido cuidar así que no necesito quien lo haga - digo molesta
- Espera ¿No sabías que tu hermano era El Diablo? - pregunta sorprendido
- No, como creo que te habrás dado cuenta cada quien con su vida, o al menos así es como yo lo veo - lo último lo digo en un susurro
- Bueno, quizá tengas razón, pero no siempre podrás sola, algún día necesitaras que alguien vea por ti -
- No, nunca necesitaré de alguien, nunca pediré ayuda, no mientras yo pueda - digo ya enojada
- Nunca digas nunca, porque algún día necesitaras ayuda y te arrepentirás de haber dicho que nunca lo harías -
- ¿Sabes? No sé por qué estoy hablando contigo en primer lugar y aparte te metes en mi vida -
- Perdón, pero solo quería saber cómo estabas y pues el hecho de que te de un consejo no quiere decir que me esté metiendo en tu vida, sino significa que, pues, es por tu bien - suelto una risa amarga
- Ahora resulta que te preocupas por mí - escucho como suelta un suspiro
- No tanto así solo... Olvídalo - vuelvo a reír
- No te lo guardes y dímelo - le digo
- Eres complicada ¿Lo sabias? - puedo asegurar que en este momento tiene el ceño fruncido
- Lo sé - me encojo de hombros
- Bueno ahora que estas de mejor humor ¿Qué te parece si aceptas salir conmigo? - abro los ojos como plato al escuchar esas palabras
- ¿Qué yo que? - pregunto alzando las cejas
-Ok pasaré por ti a las 4:30 ni un minuto más ni un minuto menos ¡Eh!, nos vemos - no me deja contestar ya que corta la llamada

FIN DE LA LLAMADA...

Miro la pantalla del móvil y veo que son las 10:45 am lo que significa que todavía es temprano y que hace 45 minutos me marco el idiota de James.

Mi estómago ruje pidiéndome comida a lo que sin pensarlo dejo mi móvil y el papel en la cama para salir de mi habitación, bajar las escaleras e ir directo a la cocina por comida; ya en la cocina abro el refrigerador viendo que hay cuando escucho a alguien entrar

- Buenos días niña - habla Bernarda

- Buenos días - digo aún dentro del refrigerador, tomo una botella de leche, cajeta, nuetella, mermelada de fresa y crema batida; me volteo y veo a Bernarda cocinando en la estufa, me dirijo a la alacena para abrirla y sacar una caja de waffles para sacar dos y ponerlos en el tostador
- ¿Cómo dormiste? - pregunta a lo que yo asiento
- ¿Limpiaste tus heridas? - frunzo el ceño y volteo a verme las manos

Up's se me paso

Bajo las manos colocándolas detrás de mi
- Se - digo y saco los waffles del tostador para colocar otros dos y poner los calientes en un plato, me encamino a la mesa y me siento, cuando estoy a punto de unta la cajeta sobre estos Bernarda suelta un grito a lo que hace que de un brinco y tire uno de los waffles

- ¡¿PERO QUÉ TE HA PASADO?! - me llevo una mano al pecho
- ¡CASI ME DA UN INFARTO BERNARDA! - digo soltando un suspiro algo exagerado
- Perdóname niña pera la que se iba a morir era yo ¡Dios! ¿De quién es toda esa sangre Dylan? - pregunta acercándose a mi cuidadosamente y yo por instinto me volteo a ver

Joder se me ha olvidado quitarme toda esta sangre de encima

- Es mía Bernarda solo que se me ha olvidado asearme - digo viendo mi ropa cubierta de sangre
Bernarda toma mis manos para verlas
- Será mejor que vallas a darte rápido una ducha porque si no se te infectará - dice preocupada
- Está bien solo ves mis waffles - digo antes de salir corriendo de la cocina para meterme al baño a ducharme