Capítulo 34

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Solo basta que la veas directamente a esos hermosos ojos color miel para darse cuenta de que están vacíos, que no hay brillo alguno, que ese destello azul esta siendo remplazado por uno obscuro, uno totalmente diferente, y que no será ella con quien hablan sino, con la Pimpernel

- Ajá ¿Y? - alza una ceja
- Me ahorro mi comentario - agacho la cabeza cerrando la boca, conteniendome todo lo anterior a decir; trato de concentrarme en sus heridas, mas, me pierdo en las marcas de su piel, de su delicado rostro, inhalo y me llega muy levemente el olor metálico y me acuerdo de lo que hice esta mañana, mi abuelo estaría decepcionado, tanto que luchó por sacarme de esta mierda en la que estoy metido y yo siendo masoquista obedecía a mi padre. Mi abuelo llego a negarme a mi padre, dijo que era enfermo mental, que necesitaba ayuda, que lo que hacia estaba mal, que algún día entendería, alguna persona llegaría a cambiarle la vida pero que el destino jugaría sucio con él y se la arrebataría, y al final, lo negó, dijo que no era su hijo, que su hijo había muerto el día en que puso un pie fuera de su casa. El abuelo se apartó de mi papá y, como a mi papá le importa tanto la familia, le valia madres y no lo volvio a ver, ni al día de su entierro se digno a ir.

- Para qué hablas si luego no vas a decir nada más - rueda los ojos
- ¿Será porque estoy intentando tener una conversación contigo? - alzo los párpados haciéndose ver más mis ojos
- Pierdes tu tiempo -
- Claro que no - me mira con una ceja enarcada
- Hice que hablaras mas de lo normal, así que punto para mí - sonrío triunfante
- Buenas esa - ríe
- Dime algo tonto que hayas hecho - pregunto con la esperanza de que acceda a contarme algo de ella
- Dejame pensar - mira hacia el techo mientras mueve coordinadamente los dedos contra su pierna izquierda
- Bueno, no he hecho cosas tontas en estos últimos años, más bien las cosas tontas que recuerdo pasaron en mi niñez - recorre con la vista todo el lugar
- Entonces, algo tonto que hiciste en tu niñez - mojo otro algodón con alcohol para seguirlo pasando por su cara
- Mmmm - comienza a reír
- ¿Qué? - la miro con la cara totalmente fruncida por su repentino cambio de humor
- Es que, hubo algo que hice - una carcajada sale de su garganta, retiro el algodón de su cara para dejarla reir con libertad
- Dimelo que también me quiero reír - le pido
- Bueno, bueno, es que un día me pelee con mi hermano y recuerdo que me escondió toda mi ropa, toda, no dejo nada en mi closet - sonríe al recordar
- En eso corrí con mi mamá a acusarlo, mi mamá lo hablo pero él negó todo, como no le hizo caso a mi mamá lo acusé con mi papá, papá me dijo que me metiera a su habitación, que le quitara toda la ropa de su closet y que no se la diera hasta que él me regresara la mía. Claro que para una niña era una idea estupenda, mi hermano fue a mi habitación a reclamarme más le dije lo que papá me había dicho, él se enojo muchísimo pero se negó a darme la ropa, así que tuve que usar su ropa por una semana, por una semana fui a la escuela vestida como niño, pero lo más gracioso fue que mi hermano fue vestido como niña - suelta una gran carcajada, sonrío al imaginarla de niña con vestimenta de niño, la miro feliz y eso me basta para acompañarla, ambos reímos

Otro punto, buen trabajo

Si, un buen trabajo
- ¿Y tú? - dice apenas controla su risa
- ¿Yo qué? -
- Algo tonto que hayas hecho - dice acomodándose para escucharme
- Pues he hecho muchas estúpideses en mi vida - rasco mi nuca recordando cuantas cosas tontas e hecho
- Dime una de cuando eras pequeño - recarga los codos de sus rodillas mientras que con sus manos sostiene su cara, se ve tierna, como si no portara aquella máscara, como si la Pimpernel no existiera...
- Pues una de las que más me costo cuando era pequeño fue cuando me intente cortar el cabello por mi cuenta - sonrío al recordar la cara de espanto de mi mamá
- Odiaba que me llevaran a la peluquería ya que mi papá se peleaba con mi mamá por el corte, así que un día sin más estaba en el baño y cojí unas tijeras y comencé a cortar el cabello - ella me mira mientras una sonrisa se va apoderando de sus pequeños labios
- En eso voltee a ver la afeitadora de papá y pensé que era facil manejarla, si el peluquero lo podía hacer ¿Por qué yo no?, la encendí y comencé a pasarla por mi cabeza, no sé que rayos estaba pensando, después me arrepentí y salí para pedirle disculpas a mi mamá y que me ayudara a componerme el cabello, pero cuando me vió lo único que hizo fue gritar, llamo a mi papá, él se comenzó a reír y mi mamá estaba que le iba a dar un infarto - Dylan sonríe abiertamente
- Me llevaron a la peluquería y... - hago un puchero
- Me dejaron pelón - estalla Dylan, su risa es contagiosa, estoy seguro que si otra persona en su lugar se estaría riendo me enojaría pero con ella no, es más, hasta me uno y ambos acabamos riéndonos, nuestras risas resuenan por toda la cabaña y la imagen de mi abuelo viene a mi mente, solo con él me solía reir así y siempre me decía

- ¿Ves? La vida es bonita, no hay razón para estar metido en toda esa maldad, el mundo ya tiene demasiada como para que tú te unas en ella, si sigues allí no tendrás tiempo de disfrutar las maravillas que te ofrece este grandioso universo, no eres como los gatos recuerda, no tienes más vidas después de ésta, somos simples mortales que dependemos de un ser supremo, de un estupendo ser piadoso, él solo nos ve y niega con su cabeza cada vez que ve en lo que te vas convirtiendo... - suspiro y cierro mis ojos
- Me lo solía decir cada vez que lo visitaba y me hacia reír como lo he hecho contigo - curvo mis labios en una sonrisa triste
- Tenía la esperanza de que algún día dejara la... - me trago la palabrota que estaba por salir de mi boca al recordar su regla
- Que me saliera de ésto, pero, aún en sus últimos días el seguía con esa esperanza y... - abro los ojos haciendo mi cabeza hacia atrás recostándome en el sofá
- La esperanza es lo último que muere... Se supone que es sólo para darles falsas esperanzas a la gente - alzo mi cabeza viendo a Dylan cabizbaja
- Era lo que yo pensaba hasta ahora, las cosas cambian -
- Las personas cambian - corrige ella

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora