Capítulo 35

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- Creo que deberíamos irnos ya que no debes llegar tarde a tu casa - me paro tomando las cosas del suelo
- No hay nadie que me espere en casa - se encoge de hombros
- ¿Estas segura? - pregunto tratando de no cagarla
- Bueno si pero no tiene mucha importancia - se vuelve a encoger de hombros, camino hacia el baño a guardar lo que antes saqué
- ¿Segura? - grito desde el baño para que me oiga, no escucho respuesta a lo que deduzco que esta reflexionando lo que me acaba de decir, me volteo para salir del baño y regresar a la sala pero pego un brinco al ver a Dylan parada en el umbral de la puerta
- No, puede, ser - pongo la mano en mi pecho, justo del lado en el que se encuentra el corazón
- Que exagerado, que dramático - me hace una señal con la mano en forma de burla
- Solo vine a ver como quede y tu te pones de niña - rueda los ojos tratando de ocultar una sonrisa que se va deslizando por sus labios
- Di lo que quieras pero yo no soy el que choco con un gigantesco árbol - me burlo, ella arruga la nariz mientras me fulmina con la mirada
- A pues yo no intente cortarme el cabello y me dejaron pelona - se ríe y me saca la lengua
- Ja' ¿Qué con eso? - alzo una ceja antes de decir
- Pues yo no fui una semana vestido como niña - se le borra la sonrisa de su cara y hace una mueca
- Ja' ¿Y qué con eso? - río triunfante
- Ahora linda apurate que se nos hará tarde - le digo y salgo de baño para encaminarme a mi habitación y coger un par de abrigos, vuelvo a la sala y veo a Dylan parada en la entrada viendo la foto de mi abuelo
- Listo, ten - extiendo el brazo dandole el abrigo, lo mira para después pasarlo por sus brazos y subir el cierre, el suéter le llega debajo lo los muslos, esta enorme, pero se ve hermosa aún así
- Perfecto - dice viendo como le queda mi suéter
- Te recuerdo que veniste muy primaveral y estamos en invierno - salgo de la cabaña con ella detrás, cierro con llave y cuando me doy la vuelta me doy cuanta de que ya casi es de noche, es peligroso andar de noche por aquí, suelen salir muchos animales
- Así que para que no te enfermes te lo presto - señalo mi suéter
- Oh que afortunada soy - dice con claro sarcasmo
- ¿Vez que si soy caballeroso? - me mira entrecerrando los ojos
- Bien, ya vámonos - le tomo la mano para seguir caminando cuesta arriba

Narra Dylan Cooper...

Miro nuestras manos entrelazadas y su ancha espalda, cuando llegamos a la cima no me lo pienso, cuando me voltea a ver me lanzo hacia él y estampó mis labios con los suyos, no lo pienso ni un segundo, solo lo siento, él tarda, se queda en shock pero a los segundos pasa sus manos por mi cintura y me pega a él, yo rodeo su cuello con mis manos mientras enredo mis dedos en los cabellos de su nuca, el beso es lento, sus labios son tan suaves que Ah, me encanta, siento como mi respiración se va acelerando y mi corazon va como un caballo a todo galope, es algo que no me había pasado y me aterra, pero me fascina.
Se va separando de mi poco a poco y noto que tiene la respiración igual que yo, une su frente con la mía, no sé si tiene los ojos abiertos o si los tiene cerrados ya que no me atrevo a abrir los míos, bajo mis manos a su pecho, abro mis labios pidiendo más, alzo un poco mi cabeza en busca de su boca, luego me arrepiento y la vuelvo a agachar, respiro ondo inundando mis fosas nasales de su perfume varonil, mis manos van descendiendo hasta que las dejo caer a los costados de mi cuerpo, me separo y de a poco abro los ojos, veo que él aún los tiene cerrados, los abre y me mira, sus ojos son verdes, un verde claro

- No fui yo... - dice pasando una de sus manos tatuadas por su cabello, sus labios están rosados, se ven, apetecibles...
- Solo fue un impulso - hago un resto de falsa incomodidad
- Bueno pues, vámonos - río ante su comentario
- Eso has dicho por más de 20 minutos - ruedo los ojos caminando hacia el auto
- Pues ésta ves es verdad - abro la puerta de copiloto, me adentro, me acomodo, la cierro y me abrocho el cinturón de seguridad, mientras él hace lo mismo y enciende el auto conduciendo de vuelta a la cuidad
- ¿Tienes hambre? Digo porque no hemos comido desde... - se queda pensando, la verdad es que tampoco me acuerdo desde a qué hora comí
- ¡No hemos comido nada en todo el día! -  se impulsa en el volante y casi se le salen los ojos, solo me limito a sonreír, la verdad es que ni hambre tengo, me siento tan bien con él que ni hambre me da

Tú no puedes amar, tú no puedes querer...
Hay cosas más importantes que un estúpido tipo musculoso.

Es cierto, no puedo amar, espera, no es amor lo que siento, es solo seguridad y tranquilidad, amor no, eso lo sentí hace años, ahora ya no.
- Entonces ¿Vamos a comer o compramos algo para llevar y comemos en otro lado? - no, me tengo que ir, me tengo que alejar
- Comeré en mi casa, solo llevame allá - me da una rápida mirada de confusión más no se la regreso
- ¿Por qué? -
- Solo llevame a casa - miro por la ventana como va callendo la noche, la obscuridad, mi refugio, mi interior, una persona como yo no tiene derecho a toda la claridad que emite éste hombre, una persona como yo siempre se quedará en el rincón obscuro del mundo, en donde sólo habitan los monstruos, porque soy un monstruo, un ser obscuro que está en éste mundo para destruir todo lo que toca, todo lo que anhela, todo lo que sueña, siempre esta destruyendo y con ellos se destruye, de la destrucción fue creado y destrucción será, corazón no tiene, sentimientos tampoco, el amor no existe para él, un alma en pena deambulando por el mundo, una persona que debería dar lastima pero que en cambio da miedo, terror, con la que saben que no se pueden meter, que no se debe jugar o les ira mal, que tarde o temprano morirá, sí, pero no saben cuando, ni cuanto mal dejará mientras siga con vida, no esta loco, sino que tiene sed, que despierta pero no por si solo, sólo cuando lo molestan, o los molestan... No sabes cuantos de esos hay en el cuerpo de cada persona, no sabes si están libres de todo ese mal o si la persona esta tan desdichada que te queda la duda si es uno de esos seres o si ellos viven en ella. La obscuridad lo fue llamando y con la obscuridad se fue. En un agujero cayó y de allí nunca salió. El infierno lo acogió y en su hogar se convirtió.

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora