Capítulo 37

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Siento en mis manos una gran erección y contengo las grandes ganas de vomitar, prosigo a bajar su pantalón un poco ya que después se caen por si solos, aún en la obscuridad noto el gran miembro de este hombre; paso mis manos por su pecho rasguñandolo
-¿Sabes? No me arrepiento de que esa zorra se haya ido, tú eres toda una experta - pone sus manos en mi trasero apretándolo y peñiscandolo

Asco, asco, asco, estúpido pervertido de mierda.

Bajo mis uñas a su pelvis y el suelta un gemido, paso mis uñas por la orilla de sus boxers, entonces el tipo sube sus manos a mi pecho pero al estar cubierto por un gran suéter suelta una maldición para proseguir a bajar el cierre con urgencia, al terminar de bajar el cierre prosigue a sacarlo de mis brazos y tirarlo a alguna parte de ese obscuro callejón, mantengo mi cabeza agachada con los ojos cerrados. Sé que el tipo se ha quedado quieto, y sé el porque
- Pi - pi, Pimpernel - tartamudea, sé que me reconoció por el cabello morado
- Hola - alzo la cara con una sonrisa dibujada en mis labios, miro al sujeto y noto que la gran erección que tenía se ha bajado de golpe y sonrío abiertamente al notar que se ha puesto pálido
- ¿Qué te ha pasado? - pregunto mirándolo de arriba hacia abajo sin borrar la sonrisa de mi rostro, camino alejándome para que él retroceda adentrándose más a la obscuridad del callejón, sin saber que esa obscuridad es la que hay dentro de mi, que es la que acabará con él, camina hacia su perdición
- Te veo muy pálido querido, pensé que estabas… Ardiente - el sujeto tapa su entrepierna y me mira con los ojos bien abiertos
- Te seré sincera, y sientete afortunado porque no lo soy con todos eh - paso una mano por mi cabello llevándolo todo hacia atrás
- Me das asco - camino lentamente haciendo ademanes con las manos
- Y saber que trabajas para el hijo de puta de Diaval hace que me des lástima, osea, hay tantos narcos para los cuales trabajar y trabajas con él? Muy mala decisión - cierro los ojos mientras me encogo de hombros
- Y como tú lo elegiste… Te tendré que matar - retrocede chocando con un contenedor de basura, sonrío de lado sintiendo como mi cuerpo se siente más pesado de lo normal
- Y creeme que le hago un favor al mundo al matarte - poso ambas manos en mi cadera haciéndome hacia atrás

Hora de comenzar…

Coquetamente me acerco mientras él comienza a llorar y a retrocede aún más, aunque es consiente que no hay escapatoria

¡Cobarde!

Comienzo a estirarme haciendo crujir los huesos de mi espalda mientras se acomodan correctamente, alzo mi pierna colocándola a un lado de él en el contenedor de basura para proseguir a sacar una navaja, miro el arma mortal que tengo en mis manos como si fuera algo del otro mundo, o como si fuese una reliquia que debe de cuidarse
- Hablando claro las cosas se entiende - digo sin despegar la vista de la navaja
- Si cooperas, prometo que morirás rápido y sin dolor - paso el dedo índice por el borde del arma
- S - sí, pero que sea rápido… Por favor - pide y es cuando se desliza por mis labios una sonrisa
- Si es lo que quieres… - me encojo de hombros alzando la cabeza viéndolo
- No dolerá, lo prometo - ladeó ligeramente la cabeza, suelta un pequeño suspiro de tranquilidad y me regala una forzada sonrisa, y es ahí cuando en un rápido movimiento clavo la navaja en su cuello deslizando la hasta su abdomen, grita, mientras yo miro como la viscosidad carmesí brota del corte que he hecho; el sigue de pie con las manos hechas puños mirando su pecho, miro la navaja en mi mano manchada de sangre

Sangre…

Siento su mirada en mi a lo que alzo mi cara para verlo, sus ojos están hinchados e inundados de lágrimas, y en otro movimiento clavo la navaja en su pecho deslizandola hasta su pelvis
- Up's creo que te he manchado - comienzo a reír y es justo cuando siento mi mundo dar un vuelco de 180°, veo todo rojo, todo es escalofriantemente horrible, me siento ansiosa, siento que todo es asfixiante, estoy loca, desesperada por ver más sangre, por sentirla en mis manos y es justo cuando los escucho, ellos ríen, disfrutan salir y tomar el control, ellos anhelan más vidas, sangre, gritos, llantos, sufrimiento, muerte…
Y como desquiciada clavo la pequeña arma en él, no sé cuantas veces, no llevo la cuenta, solo sé que sigo enterrándola en su pecho o abdomen deslizandola, ya sea hacia arriba o hacia abajo, en horizontal o vertical, el sujeto grita y grita desesperado, incluso trata de taparse el pecho con sus brazos pero le es imposible ya que en ellos también hago los mismos cortes
- ¡Piedad, por favor! ¡Piedad! - pide y me gusta que lo haga
- ¡Dijo que sería rápido! ¡Y que No dolería! - me detengo para reírme
- Que no dolería… - dice en un susurro callendo al suelo recargando su espalda en el contenedor de basura, por lo que una carcajada sale de mi garganta
- Que ingenuo ¿Es qué acaso creiste que te tendría piedad? La piedad no existe, solo la lastima, y tú amigo - lo señalo
- Te mereces ésto y más por ser el asqueroso patán, mujeriego, que coje con cualquier mujer que ve, aunque ella no quiera -
- No es cierto… -
- ¡No me contradigas hijo de perra! ¡Maldito sinvergüenza! - tiro patadas en su dirección que con gusto recibe el pecho y la cara
- ¡El mundo festejará!  ¿Y sabes por qué? - me recargo sobre mis rodillas inclinándome hacia al frente
- ¡Porque hoy muere un bastardo más! ¡Muere una peste más de este miserable mundo! ¡Muere una rata! ¡¡Una maldita escoria!! - entierro y saco la navaja innumerables veces, lo hago por todo su cuerpo, por todo él, grita, más sus gritos los escucho a la lejanía, me coloco de cuclillas mirando como niega con la cabeza mientras dice “No, ya no” una y otra vez, tiene la cabeza agachada, los párpados serrados, su pecho, abdomen, pelvis, brazos cubiertos de sangre, puede que algunas personas lo vean aterrador pero yo lo veo… Simple, sin color, le falta más color. Subo la navaja a la altura de mi cara echándole una rápida mirada para observar el cuerpo del sujeto casi sin vida, inspecciono ¿Dónde? Le hace falta color, me hace falta ver más sangre, más…
En las mejillas del sujeto hago unas cruces inversas, el tipo ya ni protesta, solo repite lo anterior. Uno las puntas de cada cruz formando un rombo raro y sangriento; justo a la mitad de sus asquerosos labios y de debajo de la nariz trazo una linea, en señal de silencio…

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En otro caso, gracias por su apoyo, sé que no soy la mejor escritora del mundo y que tampoco actualizo seguido y que a veces soy una estafa de escritora pero, no soy profesional ¿Si? De a poco se aprende, gracias por su apoyo y espero que les esté gustando el libro o éste proyecto, que aún esta en proceso Jajaja, bueno bye (づ ̄ ³ ̄)づ

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora