Capítulo 31

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Narra Dylan Cooper

Llegamos a la mansión de Diaval y James entra como Pedro por su casa, cosa que no me sorprende
- Hola ¿Alguien en casa? - alza la voz por lo que le digo
- Callate, no grites - me mira
- Claro señorita delicada - ríe y ruedo los ojos, escucho unos pasos por lo que supongo que es Diaval
- James - dice en forma de saludo
- Pimpernel - asiento
- El trabajo esta hecho - habla James mirandolo serio
- Perfecto, ahora te tengo otro trabajito - James alza el mentón para que Diaval continúe
- Iras a las afueras de la cuidad donde se encuentra la bodega del Diablo y lo tendrás vigilado ¿Me oíste? - lo señala con el dedo índice
- Entendido - asiente
- Y tú - me mira
- Felicidades por el recado, escribes bonito - frunzo el ceño

¿Escribir bonito? Si lo que "escribí" fueron puros garabatos

- Estense al pendiente del móvil y el televisor - se da la vuelta para irse
- Ok, ahora me voy - camino saliendo de la mansión
- Mandaré a alguien para que te lleve la moto a tu casa - James camina detrás de mi
- Bueno, mientras llevame a casa - me detengo viéndolo
- Esta bien - nos subimos al auto
- ¿Harás algo? - pregunta
- Si, no mucho pero si - me encojo de hombros
- Y me imagino que eso que harás no tiene que ver para nada con la escuela - me da una rápida mirada
- Exacto - miro hacia el frente
- Te llavaré a un lugar - se desvía del camino
- Espero que no me vendas y me saquen los órganos - él ríe
- Claro que no, no seria capas de compartirte -
- ¿De compartirme? - enarco una ceja
- Si, osea que no me atrevería a hacer algo que... - chasquea la lengua
- Ah's olvidalo - niega con la cabeza
- Como quieras solo te digo que yo si me atrevería a venderte - me mira como indignado y sorprendido a la vez
- No sé porque no me sorprende viniendo de ti - hace puchero
- Porque mi personalidad lo dice todo - me enderezo más
- En realidad no - frunzo el ceño
- ¿Cómo que no? -
- Que no eres como dices ser -
- ¿Entonces cómo soy según tu? - suspira y no responde nada.
Odio el silencio que se formo así que enciendo la radio

"El día de hoy se encontró el cuerpo de un hombre que correspondía al apodo de el Tachas, que trabajaba para el narcotraficante llamado El Diablo, se encontró al Tachas en la entrada del Pier 39 con un mensaje firmado por el muy conocido narcotraficante Diaval Clerk, el mensaje no esta muy claro ya que parece que lo escribieron en otro idioma o lengua ya que todo parece garabatos. Esto nos parece que es una clara guerra entre el Diablo y Diaval, el motivo, no se sabe más estamos seguros de que esto no acabara bien. Y la primera víctima ha sido el apodado Tachas, este sujeto se encontró justo en la entrada del gran centro comercial en un estado demasiado crítico, los comerciantes al verlo informaron a las autoridades y ellos prosiguieron a llevarse el muy dañado cuerpo, por lo que pudieron apreciar los comerciantes el sujeto había sido matado a sangre fría y lo habían torturado, sus brazos tenían círculos y dentro de cada uno habían profundas cortadas, sus piernas estaban marcadas, tenían un fino corte, lo cual nos da a entender que este fue torturado con un arma blanca"

- Buen trabajo gatillo - me da una fugas mirada
- Es el comienzo de esta mierda - paso las manos por mi nuca
- Si, espero que entre todo este desmadre provenga algo aún más bueno - suspira por lo bajo
- Tonterías, las cosas buenas no llegan a la puerta de tu casa, tocan el timbre y puf  listo, eres el rey del mundo - trueno los dedos
- Lo sé pero no todo es malo en la vida - ruedo los ojos
- Claro que si, ¿Tú crees que las personas eligen su destino? o ¿Pueden cambiar los hechos? No ¿Verdad? - baja la velocidad del auto y me mira
- Las personas tienen el poder de cambiar su destino y pueden evitar los hechos -
- Cada persona piensa distinto - miro hacia la ventana y lo único que pasa frente a mis ojos son árboles...
- ¿A dónde vamos? - pregunto sin despegar la vista de el verde paisaje
- A un sitio - lo miro entre serrando los ojos
- Que respuesta - digo con el claro sarcasmo en mi voz
- Ya lo verás - ríe

Los minutos pasan como en cámara lenta, ninguno dice nada, solo escucho el viento que golpea mi cara y pasa por mis oídos dándome así satisfacción, dejo que mi cabello vacile de un lado a otro, cierro mis ojos sintiendo la libertad y paz que siento cuando conduzco mi motocicleta, me dejo llevar por el momento teniendo en cuenta de que un extraño me esta llevando a algún sitio para matarme quizá...

Apaga la radio y comienza a bajar la velocidad hasta detenerse del auto detrás de unos enormes árboles, dejándolo escondido
- ¿Dónde... - me interrumpe chitandome
- No me chites - refuto
- Esta bien... Vamos, fuera del auto - abre la puerta del piloto y sale, imito su acción y al salir me recibe la brisa fresca, demasiado fresca de la naturaleza
- ¿Qué hacemos aquí? - frunzo el entrecejo
- A partir de aquí caminaremos - me informa comenzando a caminar
- Ahh's - me quejo
- Pensé que te gustaba caminar - me mira de reojo
- Casi no lo hago - con las puntas de mis dedos toco el tronco de uno de los tantos árboles que hay
- Tan ocupada está la Pimpernel que ni tiempo de caminar tiene - ríe por lo bajo
- Ya vez... - es lo último que digo antes de que se vuelva a formar un no muy grato silencio donde solo intercambiamos un par de miradas y el único sonido que hay es el de los pájaros y el crujido de las hojas y ramas de los árboles que nosotros provocamos al dar cada paso, minutos después me voltea a ver con una sonrisa divertida de lado
- Digame señorita Dylan ¿Le gusta escalar? - frunzo el entrecejo mientras enarco una ceja
- ¿Qué? -
- ¿Qué si alguna vez has escalado? - lento me acerco a él
- ¿Para qué quieres saber? - alzo las cejas
- Por precaución - me detengo al escuchar esa últimas dos palabras salir de su boca
- No me digas que me has traído a... -
- Así es - asiente con la cabeza sin borrar su sonrisa

Ni de broma...

Me doy media vuelta lo más rápido posible y corro...

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora