Capítulo 44

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Estoy tan concentrada guardando las películas que veré con Jack, ese tipo no sabe nada acerca de las buenas películas y por lo visto tampoco sabe nada acerca de Marvel, apuesto que ni siquiera ve el televisor, es más, creo que ni siquiera tiene uno.
Mi móvil suena a lo que sin ver descuelgo para colocarlo en mi oreja

Llamada

- ¿Quién? - pregunto
- Mujer empiezo a creer que descuelgas sin ver el móvil - ríe del otro lado de la línea
- ¿Qué acaso no tienes nada que hacer? - alzo las cejas
- Por supuesto, justo ahora estoy apunto de terminar mi trabajo - dejo el control que tenía entre mi mano para cambiar el móvil a mi otra oreja
- ¿Por quién se decidieron? -
- Haces muchas preguntas ¿Sabias? ¿No?  Entonces soy el primero en decirlo, eso me dijiste la otra Vez ¿Recuerdas?. Bueno en realidad solo llame para darte una razón - ruedo los ojos
- Habla - digo tajante
- Diaval quiere que vallas al mismo lugar que te citó la primera vez... - apuesto a que tiene el ceño fruncido
- ¿Ahora Diaval manda mensaje con sus gatos? - jodo
- Pimpernel -
- Gato -
- Hermosa -
- Feo -
- Blanco -
- Negro -
- Abajo -
- Arriba -
- ¿Siempre me llevarás la contraria? - dice
- ¿Y tú esperas que yo cambie? -
- Sí - su respuesta me deja sin palabras
- Bueno linda esa era la razón que te tenía que dar - asiento aunque no me pueda ver

Fin de la llamada

¿Para qué me querrá ver Diaval? Después de que supe que el halconcillo con el que me divertí se murió.

Débil...

Sin tomarle mucha importancia prosigo con lo que anteriormente estaba haciendo, ya que verifico como por quinta vez que estén todas la películas de Marvel bajo las escaleras para ir por algo de comer, desde que llegue no he probado bocado.
- Hola Bernarda - hablo y veo que Bernarda da un respingón
- ¡Dios bendito! Niña me asustaste - con una mano se sujeta de la mesa y la otra se la lleva al lado izquierdo de su pecho, justo donde se encuentra situado su acelerado corazón. Río
- Así de sucia has de tener la conciencia Bernarda - paso por su lado para ver lo que esta haciendo de comer, o lo que estaba haciendo
- Mi conciencia esta perfecta, es solo que nunca hay nadie en casa y cuando has llegado de repente me has asustado - suelta un suspiro normalizando su respiración
- Te entiendo Bernarda, es normal que te asustes ya que con lo único que platicas son con los vegetales y no estas acostumbrada a que ellos te respondan - vuelvo a reir
- Muy graciosita - me mira con sus ojos entrecerrados
- ¿Qué es lo que estas cocinando? O estabas cocinando mejor dicho - sonrío. Me gusta mucho molestar a Bernarda con que habla con los vegetales y es que es la verdad, cuando estaba chica salia de mi habitación en las noches para comer algo y siempre la encontraba hablando con un tomate, cebolla, o una zanahoria. Me decía que era su ingrediente secreto para que la comida saliera deliciosa.
- Nada niña, solo estaba acomodando las compras - frunzo el ceño
- ¿Más compras? Bernarda sabes que nunca hay nadie en casa por lo cual no hay necesidad de siempre tener llena la despensa - la miro haciendo una mueca en los labios, recargandome en una sola pierna y cruzando los brazos a la altura de mi pecho
- Si pero el hecho de que nunca estén significa que no haga comida saludable para mi - buen punto
- Bien - me rindo
- ¿Tienes hambre? - asiento repetidas veces
- Gracias a tener la despensa llena es que si vienes a las 4 de la mañana con hambre te podré hacer algo rico de comer - ataca
- Bandera banca ¿Sí? Se que nunca te puedo ganar una - ella rie
- Entonces deja de decirme y ponerte conmigo - me siento en el desayunador y como en compañía de Bernarda y sus chistes malos.

Subo a mi habitación para meterme a la ducha, al terminar busco la ropa que me pondré y reviso mi móvil en busca del mensaje en el que tengo la dirección que me envió la vez pasada Diaval

Pimpernel._

¿Lugar? ¿Fecha? ¿Hora?

Diaval._

En el bar "Toronado" a las 7:40 pm, se puntual

Pimpernel._

Ahí estaré

Son las 6 de la tarde con 59 minutos, lo que me da tiempo de suficiente para llegar y pedir algo antes de hablar con Diaval.

Estaciono mi motocicleta un par de cuadras antes por su seguridad, aunque no por la mía ya que si llegase a pasar algo tendría que correr mucho para irme. Entro y veo una gran multitud en estado de ebriedad, lo mas raro es que es muy temprano para estar así de tomados, putos alcoholicos.
Me encamino a la barra y le pido al Barman un Whisky, lo bebo lentamente, mientras espero que de la hora acordada

- Pensé que no vendrías - giro sobre la silla para ver a la persona proveniente de la voz
- ¿Tú? ¿Qué haces aquí? - pregunto viendolo de pies a cabeza
- Vine por ti - habla mirando el Whisky sobre la barra
- Creo que no querrás lo que el señor te ofrezca - me levantó de la silla dandole un gran trago a mi Whisky hasta terminarlo
- Bien - le hago una señal con la cabeza para que camine, lo sigo y como en la primera vez, se mete a un lugar retirado de todo el bullicio.
Caminamos por un pasillo adentrándonos más al bar, se detiene frente a una puerta que tiene un letrero que dice “Prohibido el paso”
Al llegar me tiro en uno de sus costosos sofás
- Habla - me acomodo
- Necesito de tu cooperación - bebe de su vaso tequilero
- ¿Por qué me mandaste a hablar con uno de tus gatos? - alza las cejas
- ¿Gato? No te mandé a hablar con uno de mis gatos, James es mi... - se detiene para tomar aire
- Él es mi mano derecha - da otro trago
- ¿Gustas? -
- Yo en tu lugar no confiaría ni en mi sombra - niego con la cabeza a su oferta
- Eso es lo que pasa con las personas que trabajan solas. No tienen confianza en nada ni en nadie - se pone de pie
- Así es, no nos arriesgamos a la traición - me incorporo
- Entonces ¿Por qué has aceptado trabajar conmigo? -  pregunta
- Fácil - me mira detenidamente a los ojos
- Sé que me conviene estar de tu lado para en un mañana estar bien - me encojo de hombros
- Pues has tomado la decisión correcta - sonríe de medio lado

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora