Engaño De Amor (En proceso)

Capítulo 46

Narra Dylan Cooper

James...

¡Qué horror! Ese idiota apareció en mi sueño, espero no toparmelo en las siguientes horas que me quedan de estar en la carcel.
Necesito dar otro paso, el siguiente paso. Después de la pesadilla que tuve con James no pude dormir, así que me puse a leer el manual de instrucciones que traen las bombas, resulta que son muy practicas además de que son pequeñas. Hoy tengo que ir a casa de Diaval para instalarlas, solo que después de lo que paso ayer no creo que me quiera ver y para ser sincera yo tampoco lo quiero ver. Se me revuelve el estómago de pensar en lo que hubiera pasado si hubiera perdido el control de si mismo. Para ser sincera no estaba segura de que él la hubiera matado, pero después de lo que pasó ayer no tengo duda alguna.

Mis días académicos son muy aburridos, la única persona que hace, que mis días sean un poco interesantes es el Cap y de vez en cuando el idiota de James. Fuera de eso, nada. Sé que no es necesario tener a una persona a tu lado para ser feliz. Aunque, en ocasiones tu cuerpo y tu ser lo desea y lo anhela. Lo sé porque si necesito a una persona a mi lado es a mi madre, sé que no me iba a ser eterna pero me habría encantado pasar más tiempo con ella. Abrazarla, besarla, escucharla, jugar, bailar, reír, llorar, molestarme, o el simple hecho de estar a su lado, ya que así me sentía segura, estaba a salvo. Todo tiene un '¿Por qué?' en ésta vida pero en ocasiones uno se pregunta "¿Por qué a mi?". La respuesta es clara, el mundo no te la da, ni otra persona te la puede responder; en automático tu cerebro formula la respuesta como si fuera el universo: De toda la miseria con la que está conformado el mundo a tí te toco y punto, te jodes.

Estoy esperando al Cap pero no llega, me temo que comeré sola esta vez
- Hola nena - no tengo que alzar la vista de mi deliciosa comida para saber quién es
- Juro que te vuelvo a sangrar la nariz si me dices así de nuevo - lo digo mientras cierro mis ojos conteniendo la rabia al escuchar esa palabra
- Creo que nunca estas de buen humor frente a mi - miro su bandeja de comida frente a la mía y noto que hubo algo que no vi en la cafeteria cuando escogí mi comida.
- Ese lugar ya está apartado - le hago saber
- ¿Siempre evadirás mis comentarios? -
- Será mejor que vallas quitando tu culo de ahí porque no tardará en llegar - comienzo a comer
- ¿Ves lo que digo? - alza sus hombros mientras abre sus ojos un poco mas de lo habitual. Suelta un suspiro y posa sus codos en la mesa rendido
- Las palabras que salen de tu boca no se ven genio, se escuchan. Así que la palabra correcta para decirlo sería: "Escuchas" y no "Ves" - corigo
- ¿Ahora eres maestra de literatura? - alza las cejas
- En realidad sería de español ya que es del vocabulario diario de una persona y la corrección de una expresión y/o frase u oración, no de una obra literaria. - alzo la mirada hacia mi izquierda
- Claro que tenías que ser tú y tu entrada triunfal - dije sonriendole
- Yo soy el atractivo, musculoso y mejor vestido de aquí. Hombre, cabe recalcar - me susurra y ruedo los ojos
- Y esté es el que recibe una sonrisa y la atención - habla James claramente molesto señalando al Cap
- Tardaste mucho - responde Cap
- Es que el profesor quiso hablar conmigo sobre una conferencia que dará y quiere que esté presente. Aparte de que argumentaré en su conferencia, claro - sonrió emocionado
- Pues buen trabajo - le volví sonreir

- Genial, ahora hasta me ignoran - se quejo James a lo que reí con una negación de cabeza
- No te preocupes James, sé lo que se siente - Cap le hizo una seña para que se moviera y él pudiera sentarse
- Ni me digas... - respondió James con el sarcasmo adornando su ronca voz
- Pues si te digo - río porque el gato de James no le pudo contradecir al Cap

(...)

Voy camino al estacionamiento de la carcel cuando alguien grita mi nombre, a lo que volteo

- ¿Camino a casa? - un chico alto, pelinegro, de tes pálida, cuerpo delgado pero tonificado aparece en mi campo de visión
- Tu qué crees - me mira sonriendo de lado
- Que una mujer tan hermosa no debería andar sin escoltas - camina acercándose a mi
- Y como un buen caballero que soy te llevaré a tu casa - pasa su brazo sobre mis hombros, al rededor de mi cuello
- Que mal porque no necesito a ningún caballero en mi vida - con mis dedos pulgar e índice retiro su brazo de mí para girar a verlo con una distancia prudente
- Así que, largate - lo digo sin más porque éste tipo me tiene arta, siempre tratando de llamar mi atención e insinuandome cosas. Simplemente lo quiero a más de un kilómetro de distancia.
- No creo que quieras eso - da un par de pasos hacia al frente
- Dejame en paz y vete a follar a cualquier puta - le doy la espalda para caminar hacia mi motocicleta
- ¿Por qué te resistes? Ambos queremos lo mismo, y no hay porque negarlo - me detengo para girar sobre mis talones y mirarlo neutra
- Tu no sabes lo que quiero, así que no hay nada que negar - espero su respuesta
- Sé que te haces la difícil pero conmigo no, a mi no me engañas y sé que quieres lo mismo que yo - da un par de pasos más hasta que llega a mi, no es mas que media cabeza mas alto que yo
- Será mejor que te larges antes de que... - trago saliva pasando la molestia que empiezo a sentir por éste estúpido
- ¿O qué? ¿Perderás el control? - acerca su rostro al mío, me olfatea como un perro toda la cara, cosa que me causa repulsión
- ¿Me pedirás que te tome aquí mismo? - no lo pienso dos veces y alzo mi rodilla dandole un fuerte golpe en la entrepierna

Estúpido de mierda.

- ¿Decías idiota? - me agacho a preguntarle
- Y no digas que no te lo traté de advertir - me paro y sigo mi camino

Idiota ¿Quién se cree? Está enfermo ¿Pensó que solo con sus propuestas e insinuaciones iba a ir corriendo a abrirle las piernas? Sé como son ese tipo de personas y por esa razón no me relacionó con ellos

No te relaciones con nadie

Ni falta que hace, toda mi puta vida he estado sola y ahora no es la excepción. Sola llegue al mundo y sola me iré, no hace falta la maldita hipocresía de la gente diciendo que allá nos veremos. Amigo, no creo que nos encontremos en el vacío absoluto que es la muerte.