Sé que algo anda mal con ella.
Noto que sus pensamientos la torturan.
Pierde el control, ¿Con facilidad quizás?
Aunque no sé con certeza que es lo que la tiene así.
Es su vida, lo sé, pero
Aunque no hay ningún, PERO, me sigo entrometiendo.
Cada día recibo una llamada de su padre, ya sea en las mañanas o en las noches, pero nunca se olvida de llamar para saber de ella, si se ha metido en problemas o demás.
No soy capaz de decirle en la mierda en la que se ha metido su hija, sin contar todo lo que hizo antes. Y no soy cobarde, no es que no se lo quiera decir por el hecho de que vallamos a la cárcel o nos mate, me mate. Porque se supone que la debería de haber alejado de todo esto, pero, no pude.
Aparte ella es terca. Y eso me hace recordar el día en el que el señor Franco me contrato, él lo dijo, lo menciono y me advirtió. Muy aparte del mandato de no tener ningún tipo de relación con su hija.
Quiero ayudarla.
Quiero que este bien.
Que no sufra.
Que este a salvo.
Que salga de esta mierda del narcotráfico en la que se ha metido.
Quiero salvarla
Desde que la vi por primera vez, que fue en una fotografía, se notaba que se la habían tomado desprevenida, pero aun así se veía hermosa, se ve. Su lacio cabello morado cayendo por su espalda, su chaqueta de cuero, su pequeña nariz, sus ojos cerrados, lo cual, hacía notar sus largas y quebradas pestañas, sus gruesas cejar un tanto fruncidas, sus labios, pequeños y carnosos a la vez, tenía una mano puesta en su cabello y sus dedos se introducían en su lacia cabellera morada, estaba por cambiar de lugar su cabello o simplemente lo estaba retirando de su rostro. La fotografía no era de cuerpo completo, además que me dejaron conservarla, bueno En realidad, yo nunca la regrese, y como no le tomaron importancia yo tampoco.
Cuando la vi en persona solté un suspiro, no sé por qué demonios, pero lo hice, como si hubiera encontrado lo que tanto tiempo llevaba buscando, aunque ni siquiera supiera que lo estaba buscando, sentí como algo raro en mi estómago. No sabría cómo describirlo con exactitud, pero me sentí aliviado, es malo, pero bueno a la vez. No es que valla a quedarme con ella toda la vida, ni siquiera hemos tenido una cita, o al menos no una bien, pero soy malo para ella, seré bueno si logro sacarla del bajo mundo de la mano conmigo.
Una vez casi pierdo a una mujer muy importante en mi vida, una mujer que me es casi indispensable por lo cual la tuve que alejar, ya que al estar involucrado en esto ella también corría peligro. Jure que no volvería a pasar, y pienso cumplir mi juramento.
- Quiero ir a mi casa - su voz me regresa a la realidad, había un silencio sepulcral, el cual sonsaco mis pensamientos
- Si - utilizo la inversión, sí, porque no le diré al lugar al que vamos, es capaz de saltar del auto.
- Date prisa - le doy una rápida mirada, cierra sus ojos mientras sostiene su cabeza
- Me duele la cabeza - ¿Y a quien no con esos pensamientos?
- Claro - asiento, ella se recuesta en el asiento de copiloto dando pequeños masajes circulares en sus sienes
Los árboles se asoman unos tras otros, la vista es asombrosa, algo sombría, lo que la hace amenazadora e intimidante a la vez, las texturas de los arboles parecieran pinceladas de obra de arte, el cielo con nubes grises chocando entre si produciendo así los truenos. Suelto un suspiro, pues estamos por llegar a nuestro destino y no creo que Dylan esté muy contenta, y como si le hubiera dicho telepáticamente ella se incorpora, la miro de reojo y tiene fruncido su entrecejo
- Te dije que me llevaras a mi casa - su tono es molesto por lo que no le respondo
¿Dónde quedo su dolor de cabeza?
Rio internamente.
- Te estoy hablando, no me ignores - habla haciendo pausas considerables entre cada palabra, clara y firme, más que una pregunta es como una advertencia de Date la vuelta antes de que yo lo haga por ti una que estaría muy bien tomar en cuenta, pero que decido volver a ignorar
- A mí nadie me ignora estúpido - trata de desabrochar su cinturón de seguridad, y no espero más para ponerle seguro a las puertas del auto, mientras ella forcejea con el cinturón de seguridad yo me voy preparando psicológicamente para los golpes o los insultos que comenzaran a salir o dar por todo mi
- ¿Y este quién demonios se cree para secuestrarme? ¿Acaso no sabe con quién se está metiendo? Ya me las pagaras - piensa en voz alta, o quizá no, lo último lo dice más alto para que lo escuche, acto que me parece innecesario ya que estoy lo suficiente cerca de ella como para poder escucharla con claridad
- Ya tranquila, casi llegamos - le doy una rápida mirada tratando de concentrarme en el camino ya que está comenzando a llover y en esta zona el pavimento mojado es un peligro, las llantas derrapan y puede haber un accidente. Me lanza una mirada matadora.
- Y aunque me gustas no te secuestraria - sonrío de lado
- Y si lo llegara a hacer, te llevaría a un lugar en el que nadie te pudiera encontrar nunca, así tendría tiempo suficiente para enamorarte y hacerte mía - rueda los ojos
- Nos casaríamos, una boda discreta, por supuesto - la miro y le sonrío mostrándole mi dentadura
- Tendríamos un par de bebés, un niño y una hermosa niña, igual a su madre - hablo mientras miro el camino
- Una bonita familia, con un padre psicópata, que se enamoró de ti y como no le correspondiste tuvo que hacer algo al respecto, porque si no eras para el no eras para nadie
- Definitivamente ese café frío te afecto el cerebro - niega con la cabeza
- Estas loco - rio
- ¿Qué acaso esos no son los que les gustan? Los locos - me mira con las cejas alzadas
- He visto suficientes películas para saber que a la mayoría les gusta eso, la mala vida - ladea su cabeza mientras le doy una rápida mirada
- ¿Y si así fuera que, pretendes ser como los de las películas o novelas? -
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Engaño De Amor (En proceso)
Random«No por el hecho de ser mujer significa que soy débil» - ¡Dejame en paz! - forcejeo con el idiota que esta frente a mi. - Dame una razón para dejarte ir - habla con una sonrisa coqueta en sus labios. - Dime Dylan - me acorrala contra la pared y posa...