- Me harías el favor si te apresuras a hablar, tengo cosas que hacer ¿Si? - él toma una posición un tanto molesto
- Qué difícil eres - se queja
- Me querías en tu equipo ¿No? - enarco una ceja
- Pues ahora te aguantas - poso mi espalda en el respaldo del sofá
- Bien, necesito que contactes a el Diablo -
- ¿Para qué? -
- Dejarle un obsequio - frunzo el ceño
- ¿Por qué rayos le querría dar un obsequio? - la comisura de sus labios se elevan en una sonrisa maliciosa
- No hay nada más doloroso que tu hermana te declare la guerra en persona ¿No? - lo miro fijamente
- Ni lo pienses porque no lo haré - determino
- Lo sabía, solo quiero un poco de información acerca de él - ruedo los ojos
- ¿Qué quieres saber? -
- ¿Cuál era su temor de pequeño? -
- La obscuridad - miro una figura de cerámica donde una mujer está en el suelo, un suelo partido como si fuese una representación de la vida, en cualquier momento corre el riesgo de que el suelo firme, que es nuestro soporte, de un día a otro se quiebre y caigamos al vacío para dejarnos en la perdición de la maldad, de la desesperación, de la frustración, de la muerte...- ¿A qué animal le temía? -
- Creo que a las arañas - me encojo de hombros
- ¿Cómo que crees? - frunce el ceño
- No eramos muy unidos -
- ¿Y eso por qué? -
- Se supone que hablamos de mi hermano no de mi - lo miro frunciendo ligeramente el entrecejo
- Pero por obviedad tú estás relacionada con él, aunque no sean muy unidos vivían juntos ¿No? Así que sabes algunas cosas de él que nadie más sabe - ruedo los ojos al cielo
- Quizá pero tampoco soy su diario como para saber todo, aparte dijiste que las preguntas son de él, información para su destrucción ¿No? - sonríe
- Tienes razón -
- Entonces ya no tienes preguntas porque me tengo que ir - señalo la puerta
- Una más. Por ahora - me levanto del sillón, achico los ojos mientras lo veo
- ¿Cuál fue o es su trauma de niño? - la sonrisa no abandona su rostro
Trago grueso porque quizá compartimos el mismo trauma, supongo, pero como éste tipo mató a la persona más importante en mi vida no tiene derecho a siquiera saber que nosotros somos sus hijos. No sé el por qué mató a mi mamá, pero lo averiguaré, no importa lo que tenga que hacer para saberlo, incluso no importa si lo llego a matar por equivocación, no descansaré hasta ver al hijo de perra sin vida en el suelo.- ¿Debería de tener un trauma? - lo miro molesta
- Solo pregunto, la mayoría de las personas lo tiene, todos tenemos una parte de nosotros que está muerta, la peste hace que poco a poco todo lo que queda se valla muriendo al igual. Dolor no sientes - se levanta para dar unos pasos hacia mi
- Escuchas voces - se acerca a mi oido
- Tus manos pican por la necesidad del pecado - rosa mis manos con las puntas de sus dedos
- La maldad te corrompe - sube sus manos a mi cara, más no la toca
- El mal te llama - no me muevo, solo observó sus enfermos movimientos
- Te tienta - acerca su rostro al mío, contengo las inmensas ganas que tengo de empujarlo lejos de mi
- Me tienta... - separa sus labios como dudando en si besarme o no.
Cierra los ojos con fuerza un par de segundos para luego abrirlos de golpe
- Te pareces - le tiemblan las manos al igual que la mandíbula
- Tanto - me mira a los ojos como queriendo meterse en mi ser por ellos
- Pero tanto - susurra el mis labios, su respiración se aceleró, y sus pupilas se le dilataron
- A ella... - abro un tanto más de lo normal mis ojos mientras él cierra los suyos para acercar aún más su rostro al mío, pero se detiene, se detiene a solo unos milímetros
- No - dice y abre lentamente los ojosMi cara debe de estar descuadrada porque esto es muy raro, él se aleja de golpe para caminar hacia la botella de licor sobre la mesa
- Vete - dice con voz gruesa
- Con gusto - si pensó que me iría sin decir nada se equivocó, salgo de su zona VIP, empujo a las personas que se interponen en mi camino, al salir en viento frio me recibe. Inhalo profundo para soltar el aire de mis pulmones por la boca. Comienzo a caminar rumbo a mi motoTe pareces tanto a ella...
¿Ella? ¿Quién diablos es ella?
Acaso será... ¿Mi madre?Mi cabeza duele, lo que pasó allá dentro es algo que no creo poder olvidar
Descontrol...
A él también lo atormentan...
No soy la única...
O quizá si lo sea y él esté loco...
Llego a donde dejé estacionada mi motocicleta, me subo y voy a casa, hago mis necesidades para darme una larga ducha, trato de no pensar, de no sacar conclusiones, sino que trato de despejar mi mente, al salir me deslizo bajo las sabanas aterciopeladas para después dejar ir mi mente en los brazos de morfeo...
Narrador Deficiente...
Un día muy agotador para las personas que trabajan en aquel lugar, todos se ven cansados, ojerosos, beben litros de café en un día solo para mantenerse despiertos.
En una oficina un hombre de tes morena está sentado pensando, se ve preocupado, inquieto, cansado, pero frustrado. El teléfono que reposa en el escritorio suena sacándolo de sus pensamientosLlamada
- Diga - habla el hombre moreno con voz gruesa, muy varonil
- ¿Cómo va el encubierto? - pregunta una voz rasposa y gruesa que se distingue que es de un hombre grande de edad
- Señor, el agente Berneliett está en el hoyo del huracán - el hombre de tes morena y traje se para de su asiento
- Perfecto, entonces ¿Tenemos novedades? - pregunta el hombre al otro lado de la línea
- No mucho señor - responde éste cogiendo entre manos unos papeles
- Necesito que se reporte conmigo en cuanto tenga nueva información - determina el del otro lado de la línea
- Como usted diga - asiente el moreno aunque el "Señor" no lo pueda ver
- En unas semanas será vacaciones de Navidad por lo cual el agente encubierto podrá regresar y traer mueva información personalmente -
- Muy bien, hasta entonces - el moreno asiente acomodando los papeles en una carpeta
- Espero y que la información que traiga sea de utilidad, informele que lo espero - éste asiente para dejar el teléfono en su lugar de correspondencia sobre el escritorio.Fin de la llamada
Suspira.
- Las cosas no son fáciles, todo tiene un tiempo, un ciclo y en cuanto éstos concluyen todo llega a su fin - habla a la soledad de su oficina...
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Engaño De Amor (En proceso)
Random«No por el hecho de ser mujer significa que soy débil» - ¡Dejame en paz! - forcejeo con el idiota que esta frente a mi. - Dame una razón para dejarte ir - habla con una sonrisa coqueta en sus labios. - Dime Dylan - me acorrala contra la pared y posa...