Capítulo 42

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Ya tengo todo planeado.
Perfectamente calculado.
Solo necesito esperar, esperar el momento indicado y ese momento llega demasiado pronto

Diaval._

Pimpernel te necesito en la mansión en menos de 30 minutos

Una sonrisa se desliza por mis labios al terminar de leer el mensaje del remitente

Pimpernel._

¿Asunto?

Diaval._

Junta, es urgente, no tardes

No me gusta que me ordenen ni me importa ir pero no tengo nada mejor que hacer y es una buena oportunidad de empezar a llevar a cabo mi plan... Así que me ducho, alisto y me voy.

Al llegar a la mansión de Diaval noto que toda su gentuza esta aquí también, incluyendo al gatillo.

- El asunto es éste - frota sus manos mientras aprieta sus labios, está nervioso y algo estresado por lo que puedo ver, recorre toda la sala con sus ojos hasta que da conmigo
- Pimpernel, pensé que aún no habías llegado - alza sus cejas
- Si, la verdad no quería venir - me encojo de hombros
- Nos han declarado la guerra - suelta después de unos largos segundos, casi el minuto, de inspeccionar la sala.
Todos se miran entre si y susurra cosas que no logro entender ni me importa, pero... Frunzo el ceño
- ¿La guerra? - Diaval me mira mientras asiente
- Alguien. No sé quién, no sé porqué. Nos dejo un mensaje muy claro ayer por la noche -
- ¿Qué tipo de mensaje? - pregunto
- No he visto nada en las noticias -
- Ni lo verás - me responde
- Me encargue de que nadie más lo viera y de traerlo sin que nadie se diera cuenta, no quiero noticieros por ahorita, necesito pensar - se pasea por la sala en círculos
- Esta persona que lo hizo pensó en cómo joderme - agita el brazo con el dedo índice hacia arriba
- Si no fuera porque la Pimpernel esta de nuestro lado pensaría que hubieras sido tú - me señala y todos los presentes fijan su mirada en mi
- ¿Por qué creerías que hubiera sido yo? - alzo mis hombros
- Porque reconozco tu forma de dejar mensajes, de gravar sobre la víctima. Tiene tiempo que te quería localizar por lo tanto he investigado sobre tus asesinatos - separo mis labios del asombro al saber que Diaval anda sobre mis pasos todo el tiempo, y esto ya tiene rato.

La cague, tengo que utilizar otras formas de dejar mensajes, no tengo que ser predecible eso es seguro. No creo que después de la explosión quiera acordarse del mensaje que le deje con la rata inmunda de su "trabajador", o mejor dicho EXtrabajador
Mi cerebro trabaja igual que siempre de rápido por lo que digo
- En primer lugar no tengo razón para amenazarte si estoy de tu lado. Dos, de que es un mensaje esta más que claro, es una advertencia más que nada. Tres, debemos de pensar una estrategia de contraataque. Cuatro, me halaga que hayas estudiado mis crímenes, por lo que sabes perfectamente que no fui yo - enumero cada punto con mis dedos.
Él me mira discreto y fijamente tratando de descubrir algo pero no soy tonta y me doy cuenta, no a dicho palabra alguna en todo éste tiempo, solo observa y escucha como todos los gatillos sarnientos, no tiene voz ni voto en este juicio, supongo.

- Tienes razón, no tengo porque dudar ni desconfiar de ti, hasta ahorita no me has demostrado lo contrario - ríe
- Hasta ahorita - lo miro sin gracia alguna porque me está tomando el pelo, no soy tan estúpida como para no darme cuenta
- A parte no te conviene que estes contra mi porque contigo o sin ti conquisto el mundo - mis labios se deslizan hacia un lado
- Bueno, si tú no me haces nada yo no tengo porque hacerte nada - cierra sus ojos unos segundos sin quitar la sonrisa de su rostro
- Eso digo, sabes que estas en territorio enemigo entonces  no te conviene, aparte somos más que tú, a mis hombres no les costaría trabajo acabar contigo. Sé que trabajas muy bien sola pero no podrás con tantos. El hombre siempre tiene el control, es el que manda, la mujer solo obedece. Velo así, yo soy el papá de ésta pequeña familia, tú eres la mamá y todos los demás mis hijos, por lo tanto todos me obedecen y nadie me puede contradecir - el mensaje me lo respondió mejor de lo esperaba, y en persona por lo que me deja claro que con él no se juega, pero me sobre estima muy poco por lo cual no sabe que los papeles de jefe no le quedan frente a mí, porque no he de tener un gran ejército, ni ciudades conquistadas, menos amigos con gran poder político o del narcotráfico pero si tengo algo que él no tiene y solo utiliza en caso de emergencia, un cerebro, el cual está más que negro y desquiciado que mi corazón, quizá. Pero que si lo utilizo y por ello tengo exito en lo que hago, no por nada soy la Pimpernel, la reina cruela, reina del hielo, duquesa de la seducción, doncella sanguinaria, damisela de la destrucción, mujer sin corazón.

Eso y mucho más soy, y una parte es gracias a esos demonios que alimento con cada asesinato que cometo. Es por gusto, es por placer, es por liberación, pero no hay nada mejor que sentir una viscosidad carmesí entre tus dedos, que tu piel y tu alma se bañen en ella, ni el sexo te daría ese gran placer. Solo la muerte.

Si, la muerte es una intrusa que no debería estar en este mundo pero gracias a los pecados de nuestros antepasados existe y es la que te saca del mundo de mierda en el que estamos, nadie le debería de temer ya que en realidad, es solo un sueño en la plena obscuridad, esperando hasta llegada del gran Señor, y para que ese día llegue falta mucho, por lo cual uno descansa en obscuridad hasta ese entonces.

- Entonces me seguirás amenazando o planeáremos el ataque - ruedo los ojos porque me jode que me este amenazando frente a esta bola de estúpidos, eso da en mi orgullo y no es bueno meterse con mi orgullo, ni mi ego por que son lo último que muere de mí.
- Bien, creo que quedo claro - muerdo mi mejilla interior antes de decir
- El qué - será un estúpido si lo contesta
- El que no se debe jugar conmigo - Jaja, sí, es un estúpido, creí que no lo diría. Por el rabillo del ojo veo como él aprieta sus labios conteniendo la risa, sabe que le he tomado el pelo y ni cuenta se dio su jefe
- Clarísimo - alzo las cejas en forma burlona. Diaval asiente y noto como él carraspea tratando de disimular su risa.

Engaño De Amor (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora