Exchange aunt

Dream city

Emma se despierta lentamente a la mañana siguiente mientras hace un esfuerzo para abrir los ojos debido a la claridad que venía de la ventana, junto a su cama. El día estaba nublado, tal y como a ella le gustaba. Al mirar el reloj digital que había en la mesilla de noche, ve que ya pasaban de las nueve de la mañana de un viernes. Para alguien que se había ido a dormir a las nueve de la noche, ya había dormido bastante. Se detuvo frente a un espejo que había al lado de su cama y analizó su sencilla ropa, y normal, automáticamente se acordó del comentario grosero de Regina la noche anterior.

—¿Emma?— la llamó Fiona golpeando suavemente la puerta

—Puedes entrar— dijo Swan

Fiona abrió la puerta con una enorme sonrisa en el rostro. Estaba deslumbrante. Lleva puesto un traje sastre blanco con una blusa rosa y delicadas joyas en dorado.

—Buenos días, cariño. ¿Estás bien?—Emma asintió y le sonrió a la mujer —Bien, he pasado por tu curso y te he cogido los horarios. Quise ahorrarte ese detalle.

—¡Wow, Fiona!—Emma sonrió —Muchas gracias

Emma coge el papel de las manos de Fiona y observa su horario. La rubia tendría que ir a clases los lunes, miércoles y viernes por la mañana.

—No hay de qué. ¿Bajas a desayunar? Están todas en la mesa, menos Kitty. Ya salió para la escuela.

Emma mira una vez más hacia su ropa en el espejo y piensa por algunos segundos si debe o no cambiarse. Fiona se da cuenta de la inseguridad de la joven inmediatamente.

—Espero que no estés pensando en cambiarte de ropa por culpa de mi hermana— dijo Fiona con una sonrisita sarcástica en el rostro.

—Lo estaba...Pero no lo haré.

Emma le sonríe a Fiona, que se ríe también elogiando su confianza y actitud.

Cuando la rubia entra en el comedor, todas las miradas se giran hacia ella, incluso la de Regina. Todas llevaban prendas sencillas, pero bonitas.

—Buenos días— dijo Emma suavemente al sentarse al lado de Bella y fingió no notar la mirada de Regina sobre ella.

Al contrario que la noche anterior, Emma conversó bastante durante el desayuno. Regina se mantuvo callada la mayor parte del tiempo, y cuando hablaba, era apenas para pedir que alguien le pasara el zumo.

—¿Voy a conocer hoy la ciudad?— preguntó Emma entusiasmada a Bella mientras las dos retiraban la mesa.

—¡Sí! Pero por la noche, ¿está bien? Mi madre tiene que ir a trabajar y yo a clase. Regresaremos por la tarde.

—Bien. Londres de noche debe ser aún más bonita

Bella y Fiona se despiden de Emma y parten para sus destinos. Bella hace un curso de administración, pues adora los números. Fiona es editora jefe de una de las revistas más conocidas de Inglaterra y se le da muy bien su trabajo.

Emma toma un baño rápido y corre a su cuarto para hablar con sus amigas por mensaje de texto. Se puso los auriculares al máximo volumen, escuchando sus canciones favoritas mientras se mandaba mensajes y fotos graciosas con Ruby y Chelsea. Swan soltaba grandes carcajadas con las fotos que recibía de sus amigas, pero se calló de repente cuando se giró hacia la puerta y vio a Regina parada, mirándola. Emma se quitó los auriculares y bajó la cabeza. Estaba algo intimidada por la presencia de la mujer.

—¿Cuánto tiempo lleva ahí?— preguntó Emma cabizbaja

—Tiempo suficiente para saber que se estaba divirtiendo sola—Regina sonrió débilmente y se sentó en la silla frente a la cama, donde estaba Emma. Cruza las piernas lentamente, de manera sensual, atrayendo algo la atención de Emma hacia la zona —Señorita Swan, solo he venido a pedirle disculpas por lo de ayer. Soy consciente de lo grosera y maleducada que fui, y quiero pedirle disculpas por eso.