Exchange aunt

Drunk desires

La semana había pasado rápido en casa de las Mills. Swan estaba muy entusiasmada con su curso y por eso no quería dejar de estudiar un segundo siquiera dentro de la casa. Ya era viernes por la mañana y Emma y Katherine se preparaban juntas en el cuarto de la más vieja. Hacía frío, pero no tanto como la mañana del lunes.

—Kitty, ¿tú tía habló contigo? ¿Sobre tu nota?— preguntó Emma mientras cepillaba con cuidado el cabello de la pequeña.

—No. No he visto mucho a mi tía. Solo en el desayuno y en la cena— dijo Kitty

—Hum...Bueno, creo que si bajas ahora, tendréis algo más de tiempo para conversar. Hablé con ella aquel día y me dijo que no te iba a regañar.

—Voy— dijo Kitty con una débil sonrisa en el rostro —Gracias, Emma. Eres la única en esta casa que tiene valor para acercarte a mí tía y contrariarla.

Emma rió y la pequeña salió del cuarto recelosa. La joven volvió a centrarse en ella, se puso unos vaqueros negros, rasgados en las rodillas, una blusa de manga larga blanca con una chaqueta mostaza por encima y un pequeño y gracioso gorro gris en la cabeza. En sus pies, sus botas favoritas, como de costumbre. Mientras bajaba lentamente las escaleras, podía escuchar la civilizada conversación entre Regina y Katherine.

Cuando entró en la cocina, vio a las dos abrazadas. Regina tenía los ojos cerrados mientras abrazaba y acariciaba el cabello de la sobrina, que tenía su cabeza en la curva del cuello de la morena.

Mills abrió los ojos y pudo ver a la joven en la puerta, sonriendo tiernamente ante la escena.

"Gracias", Emma leyó en los labios de Regina y solo asintió con la cabeza aún sonriendo.

—Buenos días...— dijo Bella sonriente entrando en la cocina, pero se detuvo en seco al ver a su tía y a su hermana —¿Qué está pasando aquí? Tía Regina, ¿de verdad estás abrazando a alguien?—el mentón de Bella cayó —Ok, voy a coger la medicina. Realmente estás enferma

—Buenos días, Bella— dijo Regina tímidamente al soltarse de la sobrina.

Se sentaron todas a las mesa y disfrutaron del desayuno preparado por Regina. Su clásica tarta de manzana estaba en el centro de la mesa. Panes, quesos, frutas, bacón y huevos revueltos se encontraban también en el resto de la mesa. Fiona entró en la cocina con una blusa larga, pantalones de chándal y calcetines diferentes en ambos pies. Todas las miradas, confusas, se giraron hacia la mujer que acababa de entrar.

—Mamá, ¿no vas a trabajar hoy?— preguntó Kitty

—Me he dado vacaciones. No aguanto más mirar a aquellas personas. Estoy a punto de estallar. Este fin de semana me voy a quedar en casa descansando— dijo Fiona —Regina, ¿puedes llevar a las chicas a sus clases y curso?

—Claro—respondió seca

Ya en el coche, Bella es la primera en bajar, dejando el asiento del copiloto vacío. Regina sigue el viaje hasta la escuela de Katherine. Una música suave y en volumen bajo suena en la radio del coche, envolviendo el pequeño espacio en un clima de paz. El coche se detiene frente a la enorme construcción de ladrillos grises con el nombre "Holloway Secondary School". Emma se distrae por breves segundos con el edificio increíblemente grande e intimidante que tiene al lado.

Regina se gira hacia atrás, mira a Kitty, que aún estaba en el coche y agarra la mano de la sobrina.

—Presta atención en clase, ¿ok?— dijo la morena suavemente —Si tienes cualquier duda, pregunta a tu profesora. Nunca vuelvas a casa con una duda, ¿escuchaste?—Kitty asintió, algo intimidada —Ven acá— Regina llamó a la sobrina para darle un ligero abrazo y depositó un beso en su cabeza.