Homecoming

2.6K 253 33
                                        



Swan sintió que su corazón se paraba al pisar después de largos meses suelo de Vancouver.

Cualquier que la mirara, sabría que su viaje se había resumido en llanto y distantes pensamientos. Sus ojos estaban hinchados y enrojecidos, así que se vio obligada a ponerse las gafas oscuras, porque aunque estuviera nublado, la claridad aún era intensa.

Ya había perdido la cuenta de las veces en que había escuchado el audio de Regina, porque aunque le doliera, era una manera dolorosa de que la mujer estuviera más presente.

Emma recogió todas sus maletas y se dirigió hacia la zona de desembarque internacional, y al traspasar la puerta, se encontró de frente a las únicas dos personas que podrían alegrar su día. Tras una pequeña parada-en la cual posó su mirada sobre cada miembro de su familia que allí se hallaba-Emma caminó hasta su familia, que aún no se había dado cuenta de su presencia, pues estaban distraídos con un partido de fútbol americano que daban en la tele del restaurante.

Sarah estaba abrazada a Archie y tenía su rostro pegado a su pecho. Ruby estaba entretenida con el móvil mientras fingía que vigilaba a los gemelos, que obviamente estaban haciendo de las suyas hurgando en el bolso de Sarah.

—¿Adivinen quiénes no se van a aprovechar más del cuarto de su hermana mayor?— preguntó Emma en tono bromista apareciendo detrás de los gemelos, que saltaron del susto, pero enseguida se lanzaron a su cuello.

Archie, Sarah y Ruby se levantaron sonriendo de oreja a oreja, y esperaron a que Emma terminara de hablar con los hermanos.

—¡Me asustaste!—dijo Eloise con una sonrisa en el rostro —Pero qué bien es tenerte en casa de nuevo, Ma.

—Está mintiendo. Dijo que no quería que volvieses porque así podía seguir jugando a vestirse con tus ropas—acusó Ernest, haciendo que Emma soltara una carcajada y llenara a los hermanos de besos.

Ella se levantó, y posó su mirada sobre Ruby, que parecía radiante por tener a la amiga allí después de tanto tiempo. Swan se lanzó a su cuello, dándole un abrazo fuerte y caluroso, las dos reían nerviosas y parecía que sus cuerpos se iban a fundir de tan fuerte que se apretaban.

—¡Finalmente estás de vuelta!— dijo Ruby mientras se negaba a soltarla.

—¡Cómo me haces falta en mi día a día, muchacha!— bromeó al soltarla y pasando la mano por su rostro. Ruby sonrió y volvió a darle un rápido abrazo y un beso.

Emma abrazó a Archie, con aquel olor extremadamente reconocible: hortelana y puro.

—Bienvenida, querida—dijo él al soltarla y darle un beso en lo alto de la cabeza.

Su amplia sonrisa fue sustituida por una más discreta cuando se vio frente a su madre. Sarah tenía lágrimas en sus ojos y luchaba para no dejarlas caer.

—Hola, mamá—dijo Emma en tono bajo al mismo tiempo que sintió todas las tensas miradas de su familia sobre ella. Desde lo ocurrido, Sarah y Emma ya no eran las mismas, por más que lo intentaran.

—Bienvenida a tu hogar, mi amor— dijo pasando su mano por el rostro de la hija antes de darle un beso y abrazarla —Es tan bueno tenerte aquí de nuevo.

—Sí— sonrió débilmente —Lo eché en falta.

—Bien, ¿nos vamos? Hemos comprado la comida que te gusta para celebrar tu llegada— dijo Archie tras darse cuenta del silencio tenso que se había instalado.

—¡Oh, por favor! Estoy loca por lanzarme sobre esos nachos— dijo Ruby volviendo a abrazar a su amiga por detrás.

Archie y Sarah iban caminando delante con las maletas mientras las dos amigas iban detrás con los gemelos. Ruby estaba muy feliz por tener de nuevo a su amiga a su lado en cualquier momento, y no podía borrar su sonrisa del rostro.

Exchange auntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora