Alguien me preguntó cuántos capítulos tiene esta historia, pues son 35. No queda mucho. Este capítulo es de Rating M.
Una semana. Exactamente siete días para que la vida de Emma Swan vuelva a ser como era antes. En las clases, la euforia era alta al estar llegando el final del curso. Los alumnos hacían los últimos exámenes cuyos resultados recibirían el viernes, y al día siguiente sería la celebración y la entrega de los diplomas, y Swan dejaría la ciudad el domingo por la noche.
Mary Margaret leía y explicaba brevemente en qué consistía la prueba que había acabado de entregar. Aunque el ambiente de final de curso fuera agradable, se palpaba que todos estaban tensos.
Emma estaba dando prioridad a su libro, pero eso no le impedía estudiar para las pruebas del curso, sin embargo, estaba tardando más de lo normal en terminar sus exámenes.
Ver a sus compañeros de clase acabar y salir la estaba poniendo nerviosa. Pero sabía que no podía dejar que el nerviosismo se apoderara de su mente, sobre todo porque eran las pruebas finales. Las que le darían o no el diploma.
Cuando Swan terminó finalmente de responder las innumerables preguntas de su prueba, se la entregó en mano a la profesora, quien le sonrió. Antes de salir, Emma dejó su pendrive sobre la mesa de la mujer, que le ofreció una amplia sonrisa. La rubia había escrito más capítulos de su obra, y Mary Margaret estaba encantada de que Emma la hiciera partícipe de esto.
La joven salió del edificio y un viento helado la sorprendió, sacó la chaqueta de la mochila y se la puso. Era el inicio de la tarde del viernes, lo que significaba que ni Bella ni Fiona estaban en casa para poder venir a buscarla. Visto eso, la rubia cogió su móvil, que tenía en el bolsillo posterior y abrió la aplicación de Uber con la intención de pedir un coche, pero se vio interrumpida al escuchar su nombre proveniente de una esquina del aparcamiento. Miró alrededor, buscando aquella voz extrañamente familiar que la llamaba, pero no pudo encontrarla. Algunos segundos después, la voz se hizo más cercana, y al mirar un poco más, vio a Regina acercándose a paso lento. Los ojos verdes de la joven se desorbitaron de sorpresa y felicidad, haciendo que guardara inmediatamente el móvil y corriera hacia los brazos de la morena, que sonreía. Correr, literalmente.
Regina vestía unos pantalones vaqueros negros, un suéter gris y botas en los pies. Era un estilo diferente al que todos estaban acostumbrados a ver en ella, pero cómodo para el tiempo que hacía en Pimplico.
Sonreía mientras atraía a Emma cada más cerca a ella, acariciando su espalda y nuca. Ambas sonreían nerviosas y no pretendían soltarse nunca más, pero tuvieron que hacerlo.
Emma apartó el rostro, admirando de cerca el de Regina, rostro en el que los ojos brillaban y los labios estaban curvados en la sonrisa más hermosa y sincera. La morena pasó suavemente los dedos por el delicado rostro de la joven, como si quisiera recordar para siempre incluso la textura de su piel.
—¿Qué estás haciendo aquí?— preguntó segundos después antes de pegar sus frentes.
Algunas miradas curiosas las encaraban, pero a ellas poco le importaban.
—Vine para llevarte a pasar el fin de semana conmigo—respondió sin despegar su rostro del de la joven.
—Pero...
—Hablé con Fiona, y aceptó— interrumpió —Confieso que me costó un poco que aceptara mentirle a tu madre, pero te marchas en una semana, y necesito tenerte conmigo al menos dos días—dijo, arrancando una sonrisa boba de la rubia.
—¿Y para dónde vamos?— preguntó
—¿Por qué no dejas de preguntar y vienes conmigo?— dijo agarrando la mano de la rubia y arrastrándola por el estacionamiento.
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Exchange aunt
FanfictionTraducción del fic portugués del mismo título de moonparrilla. Emma Swan es una joven de veintiún años que está a punto de realizar su mayor sueño: ir a Londres a hacer un curso de iniciación a la literatura inglesa durante diez meses. La joven se...