Capitulo 2:

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|DEMONS|

Estoy frente a mí casa, dudo unos segundos en entrar, seguramente vino a comer Demon. Estoy por girar la perilla. Abro. Bienvenido infierno. Entré mis sospechas eran ciertas, Demon estaba aquí, suspire frustrado y deje mi mochila sobre una silla. Miré a mamá incomodo ella solo esforzó una sonrisa para mí, no quería pelear no quería decirle al tipo hasta de lo que se iba a morir. Miro a mi madre no sé qué decir.

-Hijo ven a comer.

-Em no gracias, comí con mis amigos.

-¿Seguro?-Arque una ceja.

-No le ruegues Anne, así son los muchachos.-Suspiro, cuento 5 y me retiro. Debo confesar que me encuentro hambriento pero no pienso sentarme en la misma mesa en que esta ese hombre, busque en mi pequeño bote de dulces si queda alguna, para mí suerte tengo un chocolate sonrío me recuesto en mi camama y comienzo a ingerirlo, sabe delicioso me cae como gloría después de un día hambriento, espero que se marche a tiempo no pienso bajar y verle de nuevo.

Paso el resto de mí tarde encerrado en mi alcoba, no parece querer irse y me lamento mi panza gruñe y en mi pequeño bote no tengo ni un pequeño dulce que me pueda comer, eso me agobia y me desespera de cierta forma. Miré por la ventana ahí estaba la rubia note que llevaba botanas y adornos para su fiesta, su comida se veía deliciosa hasta se me hacía agua a la boca, tenía dos opciones ir y arrebatarle la bandeja o simplemente esperar un poco más, pero el enojo ni el hambre me dejaba pensar claro. La rubia era inocente pero hace un rato se había comportado como una mocosa. Me rindo primero bajo antes de pedirle comida a esa chica, doy un suspiro y bajo por las escaleras de caracol de madera, miro cuidadosamente y ahí ya no está Demon ni mamá me parece extraño me dirijo hasta la cocina cojo un pan tostado me lo preparo y comienzo a consumirlo, me sabe a gloria delicioso puedo saborearlo me encanta. Escucho ruidos por la puerta quiero imaginar que es mamá y Demon tocan la puerta con dos leves golpes, camino con pereza y flojera giro la perilla, me sorprendí al ver a esa pequeña criatura frente a mí, la mire de arriba abajo.

-Oh miren que tenemos por aquí.-Respondí burlón recargándome en el marco de la puerta.

-No venía a verte a ti ¿Está tu mamá?-Niego con la cabeza.-Bien le dices que mi madre le agradece su molde.-Me entrega un molde de corazón para pastel.

-Ajá.-Intento cerrarle la puerta.

-Espera.-Me detiene la puerta con su mano.

-¿Qué?.-Digo irritado.

-Iras a mí fiesta.-Suelto una carcajada.

-No.

-¿Por qué, tienes miedo?

-¿Yo?.-me señale a mí mismo.-¿A ti? O alguno de tus amiguitos, no claro que no, solo tengo planes suerte para la próxima.

-Por favor.-Rogó.

-Joder ¿Por qué me quieres ahí?, nunca me hablas nunca has notada mi presencia no digo que me importe mucho pero vamos ahora crees que iré a tu fiesta, eres mi vecina tú mamá y la mía son muy amigas, pero tú y yo no. No iré adiós.

-Sí, sí losé.-Resoplo- Has el intento ¿Sí?.-Definitivamente esta tipa quería algo.

-Ya te dije que no adiós.

-¡Oye!.-Grito.

-¡¿Qué?!

-Te estaré esperando.

-Ok espérame sentada, no te vayas a cansar.-Le cerré la puerta en la cara. No iría. No me hablaba algo buscaba y su presa era yo, aunque me parecía curioso. Más no me interesaba. Regrese a la cocina y seguí comiendo media hora mamá llegó a casa.-¿Dónde fuiste?.-Me atreví a preguntar.

DEMONS |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora