cap. 7 Ella es Mia...

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Pensamiento de la castaña

Después de la amenaza de Lauren de que yo tomaría responsabilidad de todo lo sucedido, me tomo del brazo para sacarme de la mansión, pensé que me iba a correr después de lo sucedido, pero no fue así para mi sorpresa, me llevo al garaje para después aventarme las llaves de su auto deportivo.

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-¡Desde ahora y hasta que me recupere serás mi chofer, mi cocinera, mi sirvienta y esclava, harás todo lo que te diga sin reclamar, porque en la condición que estoy no puedo manejar ni hacer nada! (Decia Lauren con voz severa y mirada fría)

-Aja, aja, por mí no hay ningún problema serlo con tal de estar contigo... pero hay un pequeñísimo detalle con tu sugerencia. (Decía la castaña mientras acomodaba estos anteojos estorbosos y pensaba en la difícil situación que me ponía)

-Ya me lo imaginaba, siempre contigo hay problemas, ¿haber dime cuál es tu maldito inconveniente mujer? (Preparándome para ver que excusa me ponía decia Lauren)

-¡Es que no sé hacer nada de eso, Lauren!.

Después de haberle dicho eso, Lauren  miro a la castaña de forma incrédula, no creyendo ninguna de sus palabras.

-¿No sabes cocinar ni conducir ?, ¡Pues en que pueblo de mierda vienés!, ¿Qué acaso se movían en burros o qué?, ¿Entonces eres tan pobre que ni cocina tenían? (Lauren no podía creerlo que no supiera hacer nada, si era algo básico)

La castaña solo bajo la mirada se sentía mal por alguna razón, de no serle de utilidad a Lauren..., Nunca sus padres le dejaron cocinar, siempre estaban los mejores chefs a su disposición, no había necesidad de ello; pero en este momento como le hubiera querido haber aprendido un poco, para poder saciar el paladar de su gruñona en potencia.

Además, jamás le dejaron tocar un auto en su vida, tenía un chofer a su disposición, su madre decía que era muy peligroso que podría morir y se ponía histérica de solo mencionarlo, así que la castaña tenía prohibido aprender a conducir; pero como hubiera deseado haberlos desobedecido, con tal de este momento llevarla a donde ella quisiera y ver en su rostro reflejado orgullo y no decepción; estaba decayendo muy rápido en tristeza y frustración, por no saber lo que la mayoría sabían a esta edad.

Por la cresta no pongas esa cara payasita, que no es el fin del mundo ser pobre, si no sabes hacer nada de eso, pues tendrás que aprender como todo mundo lo hace y fin del problema!… ¡Yo te enseñaré todo lo que debas saber, así que deja de poner esa cara de borrego a medio morir! (¡Dios eso que fue, no pude soportar ver esa expresión de tristeza en su rostro, así que se me fue la lengua, en decirle que le daría lecciones para que aprendiera!..., ¿Maldición que me está pasando? ¡Yo no soy así con nadie! se regreminada Lauren).

La castaña estaba que no se lo creía, era en verdad Lauren le estaba enseñando a conducir en su deportivo todos los días y ahora mismo estan en las primeras lecciones en la entrada de la mansión; pero para dato personal Lauren es pésima maestra, no tiene paciencia, le ha dado como mil miradas de muerte desde que empezamos.

Oye manejas como anciana! ¡Aprieta más el acelerador que esto me está matando de aburrimiento!, ¡Mira esto es el colmo hasta el jardinero caminando nos gana! ¡Esto es terrible hasta León se durmió de lo despacio que vas!

LA REBELDE DE MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora