cap. 15 Tu madre su madre...

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Seis meses después a las afueras del dormitorio Cambridge…

Karla le había tomado demasiado amor a mi deportivo, yo la recogía y ella me quitaba del volante para conducir pidiéndome más lecciones, que quería aprender a derrapar perfectamente; ¡Si… mi payasita ya ha cambiado bastante de como la conocí, al igual que yo! ¡Mi nana menciono que era que estábamos madurando!

Aparte tengo que llegar una hora antes por ella para no crearle conflictos a mi novia, ya saben cómo es Karla puro paz y amor a todos, claro cuando le conviene…, Pero todo esto que realizo es por culpa del descerebrado de mi primo que andaba demasiado amistoso con Selena, que después de la para de carro  de Dinah ni siquiera me dirige la palabra para mi fortuna, no sé qué torturas chinas utilizo para sus fines, pero no me importa con tal de no tenerla cerca, si se mantenían entretenidas mi primo con la otra odiosa por mi mejor; aunque hace dos días vi a mi primo en plan manoseador con la pobre de Haisey, me pregunto que estará pensando el idiota de Justin, espero que no se esté pasando de listo con la compañera de habitación de mi payasita; en estos meses le agarre un poco de aprecio a esas dos, una desquiciada por el chisme y la otra por el silencio.

Hasta que veo salir a mi deslumbrante novia, bueno que les puedo decir ¡Es el amor! conjugándolo con todas las malditas lentejuelas de su brillante ropa que parecía una disco rodante; ¡Amo a mi novia de eso no hay duda, pero sus gustos para vestirse son horripilantes! Ya trate de convencerla de llevarla a comprarle todo un guardarropa, pero se negó dementemente enojándose conmigo, para terminar llorando diciéndome que no le gustaba como era, haciéndome sentir como la peor pareja del mundo, desde ese momento deje de insistirle.

También cuando trate de quitarles sus lentes, para distinguir su mirada sin esa porquería de la época de mi bisabuelito y creo que él estaba más a la moda; me dio tremendo manotazo que aún me da miedo de solo considerarlo hacerlo de nuevo, para advertirme con esa voz de ultratumba que se carga cuando algo no le gusta, que si me atrevo a volver hacerlo sin su consentimiento que me corta las manos… ¡Por la mierda ni que la haya tocado de forma indecente!…

-¡Amor hoy llegaste más pronto! (la beso y entro al auto para conducir a la universidad, pero recuerdo que Ariana me comento que ayer el profesor que nos da las primeras horas enfermo, así que tendríamos horas libres; se me ocurre una buena idea para pasar más tiempo con mi salvaje, con eso de los exámenes casi no tenemos tiempo de estar a solas y con el trabajo temporal de mi rebelde que tiene con Dinah, casi no nos da para andar mucho en plan romántico; me dirijo al estacionamiento pero escojo el más desolado donde nadie pueda interrumpirnos).

-¡Oye Karla te estacionaste demasiado lejos, aquí ni los fantasmas espantan de lo poco concurrido que es!

-¡Esa es la idea mi amor y si te fijas todavía falta un pequeño toque para que esto quede perfectamente!

-¿Qué cosa?

-¡Un beso!

-¡Pero si ya me lo diste acaso no te acuerdas!

-¡Ese no cuenta!

Cuando de un derepente mi payasita se posiciona encima de mis piernas y empieza a besarme ansiosamente, ella marca totalmente el ritmo siento su deseo sobre mí, sé que no hemos tenido mucho tiempo para convivir, pero este beso no es como los que siempre nos damos, este para mi temor se lo que significa y que he tratado de postergar por mucho tiempo, con varias escusas que mi polola se las ha creído todas… Rompo el beso para hacerla entrar en razón.

LA REBELDE DE MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora