cap. 9 Dios que hecho

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Narrador...

Unas horas después en  una majestuosa mansión en Miami, rodeada de decenas de sirvientes, se encontraba una hermosa dama de pelo rubio ceniza y ojos marrones de aproximadamente cincuenta y tantos, pero parecía que la edad a ella en vez de perjudicarla le favorecía y era nada más y nada menos que la madre de Camila, Sinuh Cabello, que estaba disfrutando su desayuno, junto a su esposo Alejandro, que tenía el porte de un gran señor de la realeza, con su pelo entre negro y encanecido y sus ojos negros intensos, que lo hacía ver como un atractivo hombre maduro; ellos hablaban cariñosamente entre ellos, que pese al tiempo de casados no había día que profesaran su amor mutuo, esta era la pareja ideal y más feliz del mundo; cuando son interrumpidos por el mayordomo, para darle aviso que su única hija les habla por teléfono.

La señora Cabello con gran elegancia, se levanta junto con su esposo para dirigirse al estudio, para poder hablar en una video llamada con su pequeña, ellos detectan algo inusual; porque su adoración jamás habla a esas horas del día, casi siempre era en la noche para indicar que se encontraba en perfectas condiciones, ¿pero ahora que le había pasado para temprana comunicación?

*******

-¡Mamá soy una tonta, ella no querrá hablarme nunca! (Hablaba de forma rápida y angustiada la castaña)

-¿Hija de que hablas?, no entiendo lo que dices, ¡pero lo más importante porque estas así! ( dijo su madre preocupada).

Los señores Cabellos estaban preocupados, su hija estaba a punto de llorar angustiosamente y no sabían la razón, ellos no toleran ver una lagrima en su rostro, el señor Alejandro estaba tomando su celular para hablarle al gobierno de ese país y que le trajeran arrastras a quien haya causado daño a su amada princesa.

-¡Papá cuelga ese teléfono! (mientras observaba alarmada como su padre, tenía en sus manos su celular, sabía perfectamente le hablaría hasta el mismísimo presidente si fuera necesario, pero eso de en vez de ayudar perjudicaría más las cosas con su rebelde)

-¡Pero mi princesa déjame traer a ese infeliz, que te ha hecho casi derramar tus preciosas lágrimas! (decía de forma enojada su padre, mientras se veía sus ojos opacársele de solo pensar, quien se atrevió hacerle daño a su invaluable tesoro)

-¡Tú no entiendes yo fui quien la daño, yo le dije cosas horribles, así que merezco el peor castigo padre! (Mientras se le quebraba la voz la castaña).

La señora Sinuh estaba mirando a su hija, detallando de manera más fría la situación porque su pequeña decía eso, si en lo que se caracterizaba esta familia era en el autocontrol, ellos jamás en la vida pierden los estribos por más desesperada este la situación.

-¿Hija que paso? (La madre quería saber a detalle todo, para ver el problema de origen, mientras sentaba a su esposo desesperado por tomar cartas en el asunto)

-¡No aguante madre, todo se salió de mis manos sin darme cuenta, la golpee y le dije cosas muy hirientes, pero por más que me esforcé no me pude controlar! ( dijo con tono de arrenpentida la castaña).

-¡¿A quién golpeaste hija?! (Eso no se lo esperaba, estaba sorprendida la Sra. Sinuh)

-A Lauren, madre! … (La persona que me gusta, pero eso me lo reservo por el momento, porque mi padre es demasiado celoso y no quiero ni pensar en lo que haría si se llega enterar; hasta podría jurar que la tendría amordazada en una silla, hasta que le firme prometiendo castidad hasta que me case con ella; aja, aja eso sí sería un gran problema, decia para si la castaña)

LA REBELDE DE MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora