Existe una gran posibilidad de que estés viendo este video en un teléfono inteligente. Y también es muy posible que hayas pasado la mitad del día viendo memes, videos, mensajes de texto y cosas por el estilo. Por lo general, no te das cuenta de que es una adicción hasta que sucede algo horrible. Ese fue exactamente el caso de Jeremy. Revisar el teléfono era lo primero que hacía cuando se despertaba por la mañana, justo después de abrir los ojos, y lo último que hacía antes de dormirse. Por supuesto que no prestaba atención en la escuela, ya que no miraba ni escuchaba nada. Y hasta cuando salía con sus amigos, todos pasaban la mayor parte del tiempo mirando sus teléfonos, incluso cuando estaban en la misma habitación físicamente.Por supuesto que sus padres no estaban contentos con esto en absoluto. Hubo muchas veces en las que se enojaban cuando Jeremy se resistía a hablar con ellos durante la cena mientras estaba enviando mensajes de texto, por ejemplo. ¡Ahora sabe que estaba equivocado, pero tampoco puede decir que ellos estuvieran 100 % en lo cierto! La mayoría de las veces eran súper negativos y hasta agresivos, y decían que los teléfonos inteligentes son totalmente inútiles y dañinos y que en su época... y así sucesivamente, es decir, eso no tenía demasiado sentido. Sí, él pasaba mucho tiempo enviando mensajes de texto, pero eso le permitía estar en contacto con sus primos, por ejemplo, o con su mejor amigo Eric, cuya familia se había mudado a la ciudad de Nueva York 6 meses antes. Y eso lo apoyaba y lo ayudaba mucho todos los días.Y entonces sucedió.Técnicamente, el teléfono inteligente no tuvo nada que ver, y al mismo tiempo... sí. Jeremy estaba caminando hacia la casa de un amigo, mientras le enviaba un mensaje de texto a su prima, no estaba prestando suficiente atención mientras cruzaba la calle y... lo atropelló un auto.
