Mi novio era un mentiroso patológico

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Hola, el nombre de esta chica es Sara, y quiere contarte una historia que le rompió el corazón. Todo esto sucedió durante su primer año en la escuela secundaria. Su familia se mudó a otro pueblo, y todo era nuevo para ella. No conocía a nadie en su clase, y en su primer día solo se limitó a observar lo que estaba sucediendo a su alrededor, ya que era demasiado tímida para iniciar una conversación. Y de todos los chicos de su nueva clase, fue Jake quien le llamó la atención. Realmente era difícil no notarlo. Todos los días, Jake tenía una historia que contar. Tocaba la batería en una banda que ya era bastante exitosa y brindaba varios espectáculos fuera de la ciudad. Escribía poesía, era un joven pintor talentoso y se metía en problemas cada dos días por proteger a una niña o por salvar a un cachorro. Así que, un mes y medio después empezaron a salir. Para ser honesta, lo que hizo que Sara se sintiera aún mejor fue el hecho de que la mitad de las chicas de su clase estaban secretamente enamoradas de Jake. Ese era el tipo de secreto que todo el mundo conocía. Y, por supuesto, se pusieron locamente celosas. Todo empezó mejor de lo que ella podría haber imaginado. Jake era el chico de sus sueños, era inteligente y divertido, y ella estaba encantada con todo lo que decía. Y fue así durante varias semanas. Pero, en una de sus citas, le dijo que estaría fuera de la ciudad por una semana, ya que su banda tenía un próximo concierto en un pueblo vecino. Ella constantemente intentaba insinuarle que realmente quería conocer a los chicos de su banda y verlo tocar.... pero él tenía una nueva excusa cada vez, o fingía que no se daba cuenta. Lo mismo pasó esa vez. Él simplemente IGNORÓ lo que ella dijo, y se fue al día siguiente. A Sara no le gustaba nada, pero ya estaba enamorada, así que ahora inventaba excusas para él. "Quizás se pondrá demasiado nervioso si yo estoy cerca, o tal vez esté preparando un show sorpresa para mí muy pronto". Así que, lo primero que le hizo pensar que algo andaba mal fue una foto que su padre publicó en Facebook. Sus padres estaban en esa ciudad vecina y... ¡Jake estaba con ellos! Durante los siguientes veinte minutos se pasó el tiempo pensando en posibles explicaciones de cómo pudo haber sucedido. "Quizás sus padres estaban allí, en el show, para apoyarlo". Pero ¿por qué, en ese caso, no la invitó? No pudo encontrar ninguna respuesta, así que tuvo que admitir que algo estaba muy mal. Empezó a comprobar los hechos. Después de una hora de recordar sus historias y buscar en Google básicamente todo, Sara descubrió que la vida de su novio era una gran mentira. Según Instagram, por ejemplo, salió con sus amigos un día que le dijo que estaba ensayando. Las exposiciones de arte que mencionó ni siquiera existían, las historias épicas que contaba sobre sí mismo parecían haberles sucedido a otras personas, y, lo último.... La banda con el nombre que siempre había mencionado no tenía baterista. Era de música electrónica. Decidió fingir que todo estaba bien hasta que él regresó a casa. Ella le envió mensajes de apoyo y preguntas sobre el concierto... Oh, sí, tenía una estrategia. Así que se vieron después de que él regresó, y empezó a contarle a Sara sobre su concierto, y lo genial que había sido todo, y que era una lástima que ella... espera... NO HUBIERA PODIDO IR. Ella escogió el mejor momento posible para decir lo que tenía que decir. Le contó todo lo que había averiguado. Trató de defenderse, e incluso de manipularla, diciendo que tendrían que romper, pero a ella ya no le importaba. Estaba furiosa. En medio del monólogo, rompió en lágrimas. Dijo que sus padres tenían que salir de la ciudad y que lo habían llevado con ellos, sin dejarle otra opción. No había banda, ni poesía, ni arte. Mientras hablaba, ella se dio cuenta de que se lo estaba inventando todo porque se sentía tan... inseguro. Jake realmente pensaba que era un perdedor, y que, sin inventar todas esas cosas, no tendría amigos. Sara sintió lástima por él. Y allí estaba ella, a punto de perdonarlo, pero él la miró y le dijo: "Por favor, no se lo digas a los chicos". Rompieron el mismo día, por supuesto. Y... no se lo dijo a nadie. Todos los días en la escuela, él sigue contando sus historias, y todo el mundo todavía le cree. Ella espera que algún día él madure. 

ASÍ ES LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora