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- ¡Oh, mierda! Sigue así. -- Jungkook lanzó un gemido al aíre sintiendo como sus piernas temblaban de tan duro que Yoongi estaba succionando su pene.

El vampiro sentía sus rodillas doler, pero aún así seguía gimiendo de lo excitado que estaba, tratando de poder alimentarse. Veía las expresiones de Jungkook como uno de sus mayores tesoros, se alegraba tanto de poder complacer a su amo que seguía haciendo todo lo que le ordenaba.

Yoongi tosió cuando sintió su garganta ser tocada al momento en que Jungkook tomó la parte trasera de su cabeza, empujándolo más.

Ese día se había levantado con mucha hambre, aprovechó que Jungkook amaneció con una erección matutina, y no dudó ni cinco segundos para sacar su alimento.

Sintió como las venas de Jungkook se ensanchaban bajo de su lengua, y luego pudo degustar de aquel líquido caliente cayendo a su boca, para próximamente bajar por su garganta, dándole vida.

Jungkook ya estaba acostumbrado a ver la niña de los ojos de Yoongi tomar un color verde neón, así que no hizo nada una vez que sonrió complacido ante la imagen del vampiro, terminando de sacar los últimos restos de semen, y limpiar las comisuras de sus labios. El castaño lo besó, degustando también del sabor de su semen, mediante su saliva se mezclaba, sus lenguas mantenían una guerra, aunque el filo de los colmillos de Yoongi estuviera presente.

Se separaron, respirando de manera agitada para poder darse el baño si no se les haría tarde.

Jungkook fue el primero en salir, pero regresó a traer a Yoongi de la mano.

- ¿Hay algo en especial que quieras hacer cuando vuelva?

- ¿Mh?...

- ¿Qué si quieres hacer algo? Hoy te toca descanso.

-Pues... ¿Qué quisieras hacer tú?

- Quisiera que saliéramos un rato ¿Existe alguna manera que puedas esconder tus alas? No quiero llevarte en la mochila, a veces siento que te vas a asfixiar, quisiera que saliéramos juntos a algún lugar ¿Qué dices?

- ¿Salir?...

- Sí, salir, divertirnos juntos, como todos los humanos.

- El señor Park nunca me dijo nada sobre eso.

- Eso es porque es obvio que no te iba a decir algo como eso. Volviendo al tema -- Jungkook rascó su cabeza, y vió las pequeñas alitas de Yoongi. -- Trataré de pensar sobre eso hoy.

- Okay ¿Dejo entrar al gato?

- Ahora que hablas de él, tiene días de no volver, quizá está resentido conmigo, creo que fui muy duro con él; es posible que se sienta remplazado... Bueno, de igual manera, tengo que irme -- dijo Jungkook, terminando de  atar la cinta de sus zapatos.

El castaño estaba por irse pero Yoongi salió corriendo, dando un salto para treparse como araña, haciéndolo caer al suelo.

-Yoongi. -- gimió -- ya hablamos sobre esto.  No puedo llevarte todos los días porque te vas a sacrificar demasiado dentro de mi mochila, te prometo darte mucha sangre cuando vuelva ¿Está bien?

Yoongi se frotó un poco en el cuello de Jungkook, tratando de robarle todo el aroma posible para tener un poco, y sostener todo el día que no estuviera con él.

En cierta parte se sentía mal por dejarlo ir, pero entendía que Jungkook sólo lo hacía por su bien, así que lo dejó ir con una pequeña sonrisa en el rostro. Le observó por la ventana hasta que desapareció, y suspiró pensando que tal vez no estaría mal empezar a practicar más sus vuelos, quien sabe, y tal vez podría salir en sus días de descanso para ir a cuidar a Jungkook.


 Le observó por la ventana hasta que desapareció, y suspiró pensando que tal vez no estaría mal empezar a practicar más sus vuelos, quien sabe, y tal vez podría salir en sus días de descanso para ir a cuidar a Jungkook

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El sonido del silvato resonó en los oídos de todos los presentes, anunciando que el partido estaba dando inicio.

Jungkook estaba emocionado, ya que le dijeron que jugaría en el segundo tiempo. Observaba desde las bancas con total atención como se pasaban el balón de un lugar a otro.

La barra hacía eco en toda la zona, y las porrista bailaban, diciendo sus frases motivadoras al equipo mientras sus pequeñas faldas se levantaban, dejándo ver parte de su piel, complaciendo a alguno que otro presente con esa intención.

Así pasó todo el primer tiempo hasta que el silvato sonó indicando que era tiempo de descanso.

- Minjae, entrégale tu camiseta a Jeon, el entrará por ti.

Jungkook salió corriendo a tomar la camiseta, sin importarle que estuviera empapada de sudor del otro, vio como todos se tiraban al suelo, tratando de recuperar la compostura mientras bebían agua y bebidas energéticas.

Taehyung llegó a la par de él, sentándose con la cara roja y requemada, sus labios mordidos de la presión que ejercía cada vez que daba un pase.

- ¿Emocionado?

- Mucho.

- Sólo pasa el balón a la mejor oportunidad que tengas, y si estas cerca de la meta y ves que tienes puntería no dudes en patear como se debe ¿Vale?

Jungkook estaba por contestar, pero el olor a cereza inundó sus fosas nasales  notando como Jimin llegó hasta donde Taehyung casi comiéndoselo con la boca. Mejor quitó la vista, solo recordando el beso que se había dado en la mañana con Yoongi, rogando no no pasar la vergüenza de tener una erección a solo minutos del partido, ya que se estaba empezando a excitar.

El silvato fue sonado, y todos empezaron a entrar al ángulo. El balón empezó a cambiar de pies en pies, sin darle la oportunidad si quiera de tocarlo. Jungkook sentía que iba a marearse, y estaba empezando a ver que la cancha se movía pero aún así sus pies no se detenían a solo diez minutos de terminar el partido, el marcador estaba cero a cero, y la tensión se empezaba a sentir, todos ansiosos por ver quién era el primero que se atrevía a cambiar el marcador.

-Hey, ¿Te sientes bien?

- Sí... -- dijo Jungkook, aún cuando sentía que ya iba a vomitar, pero no podía decirle eso a Tae, pues posiblemente pensaría que era un inútil y no aguantaba ni la mitad de un partido.

Taehyung asintió dudoso para ir a tomar un pase que le habían hecho.

El tiempo se terminaba, y Jungkook sentía que todo se estaba volviendo oscuro cuando de un momento a otro sintió como el balón tocó su cabeza, haciéndolo caer de una vez por todas.

Todos empezaron a gritar de la emoción cuando el balón ingresó a la meta contraria, anotando un gol. El marcador cambió y todos salieron a abrazar a un Jungkook desmayado.
















Bébeme • [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora