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Esto ya llegó a las 5k leídas con un tiempo récord en mi user. *aplaude para ustedes y hace una reverencia * Muchas gracias. ^^

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Los gritos de Yoongi se escuchaban en toda la sala, aunque por momentos tosía al sentir su garganta desgarrada, y rechinaba sus dientes tratando de obtener un poco de aire.

No recordaba con exactitud como había sido su transformación de humano a vampiro, pero aún así lo poco que podía recordar era el enorme dolor en todo su cuerpo y sus huesos siendo consumidos como por fuego ardiente. Sin embargo el dolor que sentía en ese momento no tenía ni siquiera comparación, pero se dejaba y aguantaba; uno porque no podía hacer nada al respecto y otra porque talvez, si intentaba hacer lo poco que le quedaba sabía que se atenía a que le condenaran a él y a Jungkook. Y si Satán por alguna razón desconocida se había dignado a darle un redención estaba dispuesto ha aceptarlo, si podía conservar a Jungkook con él, valía la pena todo lo que había vivido y pudo haber vivido en un futuro siendo vampiro.

Su inmortalidad, sus poderes, todo, sabía que Jungkook lo valía aunque él no lo supiera y solo lo viera con el corazón destrozado y sintiéndose tan impotente; talvez con un poco de odio, pero en lo más profundo de su corazón sabría que por la situación era razonable y eso era algo que después lo entendería.

Jungkook miraba los chorros de sangre correr por el fino piso de la sala, y se tapaba los oídos al ver las lágrimas de sus ojos caer sin ningún consentimiento, pero al tanto de ello. No quería seguir siendo testigo de algo como eso, pero aún así seguía ahí por involuntad propia. Sentía su corazón romperse mediante los segundos pasaban, luego se hacían minutos, hasta que vio el cuerpo de Yoongi caer al suelo, con los orificios siendo unas pequeñas zanjas cubiertas de sangre, la cuales se estaban convirtiendo en llagas.

El vampiro limpió el sudor de su frente y un demonio le llevó algo que parecía ser agua para limpiar sus manos y un trapo para secarse. Jungkook lo fulminaba desde su puesto, deseando que sus ojos fueran balas, aunque parecía ser una idea un tanto estúpida ya que los vampiros eran inmortales y unas simples balas ni siquiera podían ser testigos ante algo tan sobrenatural como ellos, pero para el conocimiento de Jungkook era razonable.

- Dentro de veinticuatro horas, volverá a ser un humano. El señor Park se hará cargo de ambos. Yoongi me ofreció cinco años de su vida a cambio de no borrarte la memoria así que voy a tomarlo, pero tienes que saber que él sí va a perder su memoria. No tienes que decirle nada de lo que pasó aquí, ni a él ni a nadie, porque si no yo mismo iré a buscarte y no te tendré perdón; si ahora mismo estás con vida es gracias a él, porque para mí ya estuvieras siendo sólo los huesos. Un humano de sangre pura para nosotros es lo mejor para un banquete. Mucha suerte, y no olvides lo que te dije.

El vampiro aplaudió y en eso la enorme capa del señor Park pasó frente a los ojos de Jungkook, dejando su vista en un negro total y en cuestión de segundos ya estaba en su habitación, con el cuerpo de Yoongi en la sala. Caminó hacia el metiendo una mano debajo de sus muslos y una en su espalda, para sostenerlo y llevarlo a la cama, a pesar de que la sangre estaba brotando de su espalda.

Fue hacia el baño, tomando el botiquín en mano e hizo una mueca de disgusto, sintiendo su cuerpo temblar y los bellitos de su piel erizarse de solo imaginar el dolor que Yoongi había sentido al ver las enormes heridas en su espalda. Limpió con algodón y alcohol para desinfectar la zona con demaciado cuidado de no maltratar, quitando la carne mala tomó la aguja y el hilo para empezar a coser las dos heridas que amenazaban con  querer seguir sangrando.

Suspiró, limpiando el sudor de su frente al acomodar el cuerpo de Yoongi en la cama, este solo siendo tapado por su ropa interior y la sábana que Jungkook puso encima de el.
Tomó la toalla y se dirigió a la ducha para darse un baño, su cuerpo tenía rasguños y unos cuantos moretones, pero no era demasiado, así que solo se estregó para salir y tomar unas cuantas pastillas y acostarse junto a Yoongi.

Ahora era un humano.

No podía evitar pensar como era que habían llegado hasta eso. No tenían ni dos meses juntos y todo había pasado demasiado rápido. Aún así de algo si estaba seguro y era que lo amaba. Después de que pensaba de que toda su vida se la iba a pasar con mujeres bonitas de un lugar a otro; ahora estaba con un chico ex vampiro frente a él. Uno que no lo recordaría cuando despertara y que quizá hasta le repudiera al despertar y encontrarse a alguien como él.

Jungkook no sabía ni en qué momento había dejado su autoestima de lado. Sus cambios habían sido demasiado drásticos, toda su vida había cambiado desde el día que Yoongi había llegado. Todo era algo confuso, pero no podía quejarse de ello, pues de alguna manera agradecía por todo lo que había pasado y tenía un pequeño presentimiento para poder decir que talvez Yoongi sería el mismo de siempre. Él no era muy pretensioso, pero tenía una pequeña espinita ahí, pidiendo ayuda. O quizá sólo eran los latidos de su corazón danzando fuertemente cada milisegundo que veía las pequeñas pequitas del más bajo, cerca de sus ojos gatunos, siendo pequeños adornitos en forma de estrellas que solo lo hacían ver más hermoso.

No era necesario decir de que Jungkook nunca se había enamorado, a excepción de un DVD porno que Hoseok le regaló para su cumpleños del año pasado.

Pero esta vez no era algo material, sino alguien ahora humano. Alguien que le había demostrado que no solo puedes vivir de algo fisico sino también de los sentimientos.












Bébeme • [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora