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Capítulo final... 6/6

Con lo que amo a mi familia. 

Me encantan los momentos que puedo pasar con ellos, esos días en que los Zimmerman son solo para mi. Han pasado desde que todo volvió a la normalidad, el primer mes me dediqué a trabajar desde casa, en el segundo, iba solo por las mañanas, ya que Rose estaba en la escuela, y podía llevarme a Manuel. Al iniciar el tercer mes, conseguí instaurarme en el trabajo. Pese a que los niños volvieron a casa, mi vida no regresó a la normalidad como esperaba. Las noches empezaron a ser la peor parte del día, me costaba dormir y era muy molesto. Desde hace unas cuantas semanas, he estado visitando a un especialista para recibir ayuda, con eso, las cosas mejoraron. Un par de sesiones me ayudaron a comprender que mi problema era mental, inconscientemente sentía miedo, y eso no me dejaba descansar. Añadiendo que el proceso judicial de las mujeres tuvo complicaciones, consiguieron una buena defensa, pero finalmente, el equipo de abogados que logramos conformar, obtuvieron sentencias individuales. Si bien se dice que del mal ajeno no hay que alegrarse, ese día, al escuchar el tiempo que estarían encerradas por sus delitos, yo desprendía felicidad hasta por los poros, incluso tuve la oportunidad de sonreír con gozo casi en sus caras. Si bien, la culpabilidad de Leila en el secuestro fue considerada activa, además de ser declarada cómplice al saberlo todo, los abogados trabajaron en la reducción de condena, de ella y su hermano. Y en esta vida, todo se paga, Helena y Camille, tendrán muchísimo tiempo dentro de una celda. 

Después de hablar con mi padre, la noticia de nuestra mudanza llegó a oídos de todos. Desde entonces, Editorial Grey Madrid, inició el proceso de creación. Para mi padre y el señor Zimmerman fue muy fácil asociarse nuevamente, pero esta vez, mi esposo también entró como socio, y donde esas tres cabezas se ponen de acuerdo, mis manos no entran. Mi trabajo es la dirección general de ambas editoriales, pero el coordinador en Seattle es mi amigo y mano derecha, Braulio, nadie como él para seguir con lo que yo he dejado, al tener una nueva ocupación, Lucy tomó su puesto anterior cuando la pequeña Valentina cumplió tres meses, es una niña preciosa, los dos están felices con ella, y Jeff es un excelente hermano mayor según me han dicho. 

Antes de mudarnos, celebramos el bautizo de mi nueva ahijada, Carla, una niña preciosísima. Mi hermano insiste en que en unos meses conseguirán al varón, para que cuide a sus hermanitas. Por su puesto que Clare le tacha de loco, la mujer dice que tiene suficiente con las dos niñas, por el momento, aunque no cierra la puerta a la oportunidad de que llegue un Teddy en unos años.  

—Rose, ve con tu papá y dile que el almuerzo está listo. —Abandona el dibujo que estaba pintando, es parte de su tarea. 

—No te entendí, mami, lo siento. —Le sonrío, a mi hija cuando hace tareas, la perdemos. 

—Que vayas con el feo de tu padre para que podamos comer. 

Frunce el entrecejo. 

—Mi papi es guapísimo. —Su amor por Paul es una cosa de la que ya no hay, siempre dispuesta a defenderlo. 

—Tienes toda la razón. Ahora ve y tráeme a los dos hombres más guapos de este sitio. —Le ayudo a bajar del banco. — ¿Terminaste la tarea?

—No, me faltan los números. 

—Voy a guardar tus libros por el momento, y después de comer te ayudo a terminarlo, ¿Te parece?

Asiente con una enorme sonrisa. Es viernes, y los viernes me tomo la tarde libre, después de todo soy la jefa, y en días como hoy, tampoco es mucho lo que hago. 

TRES ZIMMERMAN PARA UNA GREY (THREE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora