Capítulo 10

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(Kim Hyun Joong)

Ese era el momento perfecto para huir, mire a la puerta por donde entraban demasiados destellos de flash. Sabía que no tendríamos ninguna manera de escapar sin haber sido fotografiados el día de la gran boda de los hijos de familias millonarias… realmente comenzaba odiar mi suerte.

Mire a Camila quien llevaba ahora una vestido más corto, no pude evitar sentir pena por ella, estábamos pasando por la misma situación ahora, quizá yo no podía decir que sufría de la misma manera pues hasta hace poco había descubierto que en verdad estaba enamorado de Eun Mi…

Me arrepiento tanto de los años desperdiciados, de todos esos recuerdos con ella, había tenido tantas oportunidades para estar con ella y solo pude darme cuenta de mis verdaderos sentimientos cuando me obligaron a alejarme de ella.

Intente borrar cada malo pensamiento de mí, no quería ser débil, no quería que Camila se sintiera mal por mí, ella ya tenía suficiente con sus propios problemas y no quería causarle más.

Le dedique una sonrisa y tome su mano fuertemente, ella se acercó más a mi abrazando mi brazo derecho y así salimos.

Apenas habíamos cruzado la puerta y los flashes se hicieron cada vez más constantes, casi no podía ver así que solo mire el suelo y camine como pude hasta el coche que nos esperaba en la acera.

Había sido difícil salir, al menos llegaríamos a salvo al aeropuerto ya que habían despejado la zona, fue quizá más difícil cuando los reporteros comenzaron a cuestionar nuestro matrimonio, ¿qué diablos les importaba? Era lo único que podía pensar en ese momento. Solo pude contestar con una sonrisa y un “Responderemos a sus preguntas después, hoy me voy con la mujer de mi vida”

Ni siquiera yo me había creído esas palabras, por mi mente pasaba la imagen de Eun Mi cuando estaba en el altar, pero que tonto he sido estos últimos años desperdiciando el tiempo junto a la mujer de mi vida.

Llegamos hasta el coche y deje que Camila subiera primero, ella me sonrió y entre después.

- Por fin algo de privacidad –dije cuando el coche comenzó a moverse-

- ¿No crees que ya les hemos dado demasiados medios de que hablar? –dijo con una voz quebrada, me sentí algo mal por ella-

- -le sonreí levemente- Te dije que yo me ocuparía de ellos –ella asintió y sonrió-

- Está bien, te creeré –me dedico una sonrisa a lo que yo respondí de la misma manera-

El carro había tardado más de 1 hora en llegar al aeropuerto, no tomaríamos un avión en específico, los padres de Camila se había encargado que su jet personal nos llevara hasta nuestro destino, ni siquiera yo sabía a donde iríamos, realmente esta boda no había sido completamente mía, ninguna de mi opinión sirvió desde el principio hasta el final. Mire a Camila y le sonreí para que no estuviera nerviosa y ella respondió apretando mi mano.

Llegamos al aeropuerto y los guaruras nos guiaron hasta la pista donde estaba el jet cubriéndonos de los reporteros, no habíamos corrido, fuimos tranquilamente no era como una persecución, no quería que aunque fuera una farsa esta luna de miel comenzara a ser una pesadilla.

Subimos al jet, supuse que las maletas y lo demás estaba listo ya que apenas nos habíamos acomodado y nos dieron indicaciones de que despegaría. Note algo de tristeza en sus ojos y como no entenderla si atravesabamos por la misma situación.

- Camila –llame su atención y levanto su mirada para verme- ¿Estas bien? –dije cuando ella me vio y asintió-

- Sí, no te preocupes –volvió a bajar la mirada tomando un libro-

Contrato Prohibido (reescribiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora